VALENCIA.- El Ayuntamiento de Valencia, a través de la Concejalía de Movilidad,
ha dado luz verde definitiva a la remodelación del tráfico en la calle
Colón, según ha informado el consistorio en un comunicado.
Asimismo, ha señalado que ya dispone «de los informes favorables de
las secciones de Ordenación y Planificación viaria, Circulación y
Señalización» para acometer esta actuación, por lo que ha apuntado que
«en breve podrán comenzar las obras». Estos trabajos finalizarán en
diciembre.
«La Concejalía de Movilidad ya cuenta con los informes favorables
para poder seguir dando pasos y hacer efectiva la remodelación de la
calle Colón y también la llegada de la EMT al centro», ha señalado el
titular de esa delegación, el edil Jesús Carbonell.
La alcaldesa, María José Catalá, ha afirmado que su gobierno, formado
por PP y Vox, «cumple con el compromiso de remodelar el tráfico en la
calle Colón, con el objetivo de descongestionar la circulación en una de
las principales arterias comerciales de la ciudad».
La reorganización prevista permitirá el acceso del tráfico privado a
la calle Colón desde Porta de la Mar e ir desde la calle Lauria a la
calle de Las Barcas para «reorganizar el tráfico en una de las zonas más
congestionadas actualmente» en Valencia.
La administración local ha precisado que se invierte el sentido de
circulación de la calle Pérez Pujol, entre las calles Roger de Lauria y
Correos. De esa manera se pueda realizar el acceso a esa vía desde la
calle Roger de Lauria en dirección a la calle Barcas.
«En breve van a arrancar las obras que permitirán el acceso a la
calle Colón desde Porta de la Mar y también ir desde la calle Lauria a
la calle de las Barcas», ha declarado Carbonell.
Entre las novedades está también, ha añadido el edil, dejar en
sentido único de circulación hacia la calle Xàtiva el tramo de la calle
Colón comprendido entre Porta de la Mar y la calle Conde de Salvatierra,
que actualmente es de doble sentido.
Carbonell ha comentado que los trabajos principales previstos en
estos cambios consistirán en la instalación de grupos semafóricos,
habilitación de nuevas paradas de taxi,
reubicación de maceteros, barandillas y bolardos, redistribución y
nuevas señalizaciones y dibujos de marcas viarias en la calzada.
El Ayuntamiento ha precisado que no se van a eliminar las terrazas
actuales y ha concretado que se van a rediseñar para adaptarlas.
Con estas modificaciones, la calle Colón quedará con dos carriles de
circulación para el tráfico motorizado y un carril bus, todos limitados a
una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora, ha detallado el
concejal de Movilidad. En la actualidad cuenta con un carril para el
tráfico privado y dos para buses.
Además, ha anunciado que en esta calle habrá dos paradas de taxi,
dado que se habilitará una nueva parada entre las calles Pizarro y
Pascual y Genís.
Esta reorganización apuesta también por la llegada al centro de más
líneas de la EMT, «una de las grandes peticiones de los vecinos de la
ciudad y de los comerciantes del centro histórico», ha apuntado María
José Catalá.
Así, hasta 7 líneas de la Empresa Municipal de Transportes volverán
al centro de la ciudad a partir de diciembre, ha expuesto el titular de
Movilidad. Se trata de las líneas 4, 11, 16, 26, 31, 32 y 70.
Las líneas 4, 11, 31, 32 y 70 se suman a la C1 y discurrirán por las
calles La Paz y San Vicente hasta la plaza del Ayuntamiento. Por su
lado, tanto la 16 como la 26 llegarán por la calle la Paz hasta Poeta
Querol.
Por lo que respecta a la plaza del Ayuntamiento, desde el consistorio
han añadido que en ella el tráfico sigue como está en la actualidad, de
modo que «no se reabre al tráfico privado ni se crean nuevos carriles».
La administración municipal ha asegurado que el incumplimiento de las
limitaciones sigue suponiendo 200 euros de multa para los vehículos no
autorizados.
Desde la oposición en el consistorio, el edil de Compromís y
exconcejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, ha indicado que
Catalá «consuma su cacicada» al «devolver el tráfico privado a la calle
Colón, con la consecuencia derivada del deterioro del servicio de
transporte público y el aumento de tráfico también en las calles de la
Paz, Lauria, las plazas de la Reina y el Ayuntamiento, o la calle San
Vicente».
Grezzi ha considerado que «hacerlo sin contar con ningún aval técnico
que lo justifique como hemos podido comprobar en las últimas semanas,
no es otra cosa que eso». «Catalá es ya la alcaldesa más nefasta que ha
tenido Valencia y solo ha necesitado seis meses para demostrarlo», ha
apostillado.
El representante de Compromís ha lamentado esa circunstancia «por
toda la ciudadanía y, especialmente, por aquellos que la votaron
esperando algo más que esto».
«Deben estar francamente avergonzados de
que esta destrucción de los logros de los últimos años sean lo único que
puede ofrecer», ha dicho.
En nombre del PSPV, su portavoz, Sandra Gómez, ha censurado que
Catalá vuelva «a abrir el centro histórico al vehículo privado para que
sea utilizado como atajo, al cambiar el sentido de circulación de Pérez
Pujol».
«Se vuelve a abrir un atajo para ir desde la plaza de España o
San Vicente a Porta de la Mar, en lugar de usar la ronda».
Gómez ha pedido a la primera edil que explique «cómo van a pasar las
seis líneas de autobús hacia la plaza del Ayuntamiento en Navidad» y si
«ya tiene el proyecto o van a pasar por ese tramo sin realizar ninguna
obra y en contra del criterio de los técnicos». Igualmente, ha indicado
que se reducen aceras en la calle de la Paz.
Por parte de la oposición, la edil del PSPV María Pérez ha añadido
que un informe del Ciclo Integral del Agua «pone en duda la remodelación
de líneas de la EMT» de Catalá por la calle de la Paz. Ha dicho que el
documento, «realizado técnicos del Ayuntamiento, señala la
incompatibilidad del paso de más autobuses por San Vicente debido a la
existencia de canalizaciones».
Sobre dicho informe, el gobierno local ha respondido que «no afecta
al proyecto». «La calzada de San Vicente desde plaza de la Reina hasta
la del Ayuntamiento tiene un anchura aproximada de cinco metros y los
informes del Ciclo Integral del Agua indican que hay una determinada
anchura estrecha por la que no debería circular el bus.
Dado que la
calzada es de cinco metros y que el carril necesario para el del bus 3,3
hay espacio suficiente para que discurra por la calzada hasta plaza del
Ayuntamiento sin afectar la tramo al que se refiere el informe».