domingo, 24 de noviembre de 2019

Tempestad en el Botànic II: Cortocircuito entre Puig y Oltra


VALENCIA.- La animosidad se ha instalado entre los dos principales socios del Govern del Botànic II, PSPV-PSOE y Compromís. Los de Podemos, tercera pata de la coalición, de momento siguen de oyentes, a juicio de El País.

Evacuadas consultas con unos y otros, abruma comprobar que todos concluyen en similar diagnóstico: “Las relaciones entre Ximo Puig y Mónica Oltra están rotas”. 
Es la conclusión final que confirma el cortocircuito que parece existir entre la Presidencia de la Generalitat y la Vicepresidencia primera. Abruma como sinónimo de fastidio, de enojo. 
¿Qué pasa? ¿Es el Consell valenciano un remedo de patio de instituto, con adolescentes hormonados que se dan y retiran el saludo entre bravuconerías y jaleados por los propios?
La crisis del bipartidismo y la ausencia de mayorías absolutas ha alumbrado, entre otras consecuencias, la paradoja de tener que cerrar acuerdos de gobierno entre actores políticos que son directos competidores en el mercado electoral. 
El pacto a tres bandas -cuatro si contemplamos a Esquerra Unida- entre PSPV-PSOE, Compromís y Unidas Podemos es un ejemplo palmario de dicha paradoja. 
El politólogo Pablo Simón en su ensayo El Príncipe moderno (Editorial Debate, 2019) plantea sin ambages la cuestión, con mayúsculas: “¿Cómo gobernar con alguien a quien quieres derrotar en las urnas?”.
La primera edición del Pacte del Botànic -2015/2019- fue saludada por buena parte de la audiencia política y mediática con la amenaza de malos augurios. La lideresa del PP valenciano, Isabel Bonig, bautizó el acuerdo como el “Pacto del Titanic”, metáfora de fácil comprensión hasta para los menos versados en nuestra doméstica política. No fue así. Llamativo resulta que quienes ahora achacan al desencuentro personal entre Puig y Oltra la amenaza de naufragio, son los mismos que durante la pasada legislatura atribuían el éxito de la primera singladura botánica a la buena sintonía entre ambos dirigentes.
La situación de desencuentro entre ambos partenaires políticos ha llegado a tal punto que hace unas semanas, antes de la cita electoral del 10-N, el secretario de organización del PSOE, el valenciano José Luis Ábalos, fue advertido desde tierras valencianas del precario equilibrio -a punto de quebrarse- que rige en el Ejecutivo autonómico. 
Fue con motivo de la negociación del proyecto de ley de Presupuestos de la Generalitat para 2020. La tensión llegó a tal extremo que conseller hubo, a la vista de las magras cifras asignadas a su departamento, que amenazó con renunciar y regresar a sus quehaceres.
¿Conseguirá el Botànic II aguantar toda la legislatura? Habrá que verlo. Quedan casi cuatro años por delante y un asunto capital: la reforma del modelo de financiación autonómica. Podemos aventurar que si dicho modelo, en situación de prórroga desde 2014 y objetivamente lesivo para los intereses valencianos, no ve la luz en los próximos dos años, el Gobierno valenciano, entonces sí, parecerá el Titanic y aquello será un sálvese quien pueda. En Compromís, y especialmente en el Bloc, ya se están preparando para dar la batalla.
Sobre deslealtades personales en el seno del Consell, escribiremos otro día.

«No vuelvas a decir en clase que Vox es extrema derecha porque no te lo vamos a permitir», dijo la candidata Marisol Sanchis a un profesor


ELDA.- En Facebook ya no queda rastro del perfil de Marisol Sanchis Martínez, la candidata de Vox al Congreso por la provincia de Alicante que amenazó a través de un mensaje en esta red social a un profesor de su hijo por, según su versión, haber trasladado a los alumnos que su partido es de «extrema derecha», tal como recoge Abc.

Marisol Sanchis ocupó el «número diez» en la candidatura de Vox por Alicante en las últimas elecciones generales. En las municipales de mayo fue de «seis» en la lista del partido de Santiago Abascal en el municipio alicantino de Petrer, donde se encuentra el Instituto de Educación Secundaria Azorín en el que trabaja el profesor de Historia que fue amenazado: «Como vuelvas a decirle a mi hijo y al resto de alumnos que Vox es extrema derecha no vas a tener centro donde esconderte».
La Inspección Educativa de la Generalitat ha activado el protocolo previsto para este tipo de casos, que incluye asistencia jurídica para el profesor. El equipo directivo del Instituto ya ha contactado con la madre y esperan «que la evolución será buena y que en principio no habrá que emprender más medidas». 
La dirección defiende al docente y argumenta que se ciñó al temario de la asignatura de Historia.

Reacciones políticas

El caso registrado en Petrer sería uno más de cuantos se registran de comentarios contra profesores en redes sociales. Sin embargo, la militancia de Sanchis en un partido político y el hecho de que haya sido candidata en las elecciones al Congreso y en las municipales ha generado una oleada de solidaridad con el docente, al tiempo que ha propiciado las críticas a la dirigente de Vox de formaciones como el PSPV-PSOE, Esquerra Unida y Ciudadanos.
La vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, calificó el mensaje de Sanchis en redes sociales como una «amenaza» al docente y recordó que estas actitudes están «prohibidas por el ordenamiento jurídico». 
Por su parte, la concejala de Educación del Ayuntamiento de Petrer, Sabina Sendra, trasladó a la directiva del centro educativo la «repulsa» por las afirmaciones de la candidata de Vox. Su partido -que fue el tercero más votado en Petrer en las elecciones generales- se ha desmarcado de las afirmaciones en «tono amenazante» de Sanchis, que encuadra en una opinion de carácter «personal».
Al respecto, la cuenta de Facebook en la que la candidata reclamaba al profesor de su hijo que dejara «la política a los políticos y no les metas [a los alumnos] porquería en la cabeza, porque desde Vox no te lo vamos a permitir» se encuentra desactivada.
En paralelo, un centro clínico en el que trabajó hace más de tres años la candidata de Vox ha difundido un mensaje en el aclara que ya no existe relación laboral y que «no se hace responsable» ni de los perfiles de Sanchis ni de lo que ponga en ellos.

La Agencia Tributaria detecta casi 900.000 parados ‘extra’ en sus estadísticas de 2018

MADRID.- La Agencia Tributaria muestra que más personas están sufriendo el drama del paro de lo que indican las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística o el Ministerio de Trabajo. Según el INE, en el año 2018 3,47 millones de personas se encontraron durante el ejercicio en situación de desempleo, según publica https://okdiario.com

Sin embargo, según los datos de la Agencia Tributaria recogidos en la estadística «Mercado de trabajo y pensiones» hay casi 900.000 personas más que sufrieron el desempleo el año pasado.
Según los datos que recoge Hacienda del pago de los impuestos, en 2018 hubo 4,36 millones de desempleados, lo que evidencia que los problemas endémicos del mercado laboral afectan a más personas de los que indican muchas cifras oficiales. 
¿Por qué la diferencia entre los datos? Por ejemplo, la estadística del INE hace una media y se elabora mediante una encuesta, y la Agencia Tributaria recoge, exactamente, el número de personas estuvieron en paro en algún momento durante el ejercicio.
La Agencia Tributaria lo explica así en su propia metodología: «Dicho de otra forma, un individuo que sólo haya trabajado un mes en el año suma uno en las estadísticas derivadas de fuentes fiscales, mientras que sumaría una porción de asalariado equivalente 1/12 en los datos anuales del resto de estadísticas». 
La Agencia Tributaria engloba dentro de «desempleados» el colectivo formado por los que reciben prestaciones o subsidios por desempleo, independientemente de cual sea su forma de pago.

Baile de cifras
Otra discrepancia clásica en las cifras de empleo se observan al analizar las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Ministerio de Trabajo, que en la actualidad está dirigido por Magdalena Valerio. Por ejemplo, la media anual de parados del Servicio Público de Empleo el año pasado revelaba que había 3,27 millones de parados, frente a los 3,47 de los que habla el INE.
Habrá que estar especialmente atento a lo que ocurra durante este ejercicio, aunque lo cierto es que todos los datos apuntan a una desaceleración clara en la creación de empleo y de que empieza a aumentar el paro. El enfriamiento se evidencia en las dos últimas Encuestas de Población Activa del INE y en los últimos datos de paro registrado de Trabajo.

La carta que la Seguridad Social está enviando a todos los trabajadores

MADRID.- La Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) ha iniciado la campaña anual de envío de los informes de vida laboral y bases de cotización. En este caso las cartas estarán dirigidas a aquellos trabajadores que hayan estado dados de alta algún día durante 2017 o 2018.

Según ha explicado el Ministerio de Trabajo, estos informes llegarán en papel al domicilio de cada trabajador si no consta su teléfono móvil en la base de datos. Los que sí hayan dado su número a la Seguridad Social recibirán un SMS en el que se les informará de que están disponibles para su descarga en la sede electrónica.
La Seguridad Social estuvo enviando estos informes anualmente entre 2011 y 2017 con información del ejercicio anterior. Ya que el año pasado no remitió estas cartas, en 2019 llegará el informe tanto del ejercicio de 2017 como de 2018. Para facilitar a los cotizantes una información completa, la TGSS ha incorporado este año tres novedades al informe de Vida Laboral y Bases de Cotización de los trabajadores:
-Se detallan las bases de cotización de los años 2017, 2018 y parte de 2019 (desde enero a septiembre).
-Se proporciona un listado de las bases de cotización de los últimos 21 años para los trabajadores con más de 60 años. Esta es la información que se utiliza para calcular la futura pensión de jubilación.
-Se facilita información relativa a los convenios colectivos declarados por la empresa y aplicables al trabajador.
A estas novedades se añadirá la información habitual: datos identificativos del trabajador y la empresa, total de días en alta, situación laboral actual… Además, a las personas que hayan tenido contratos a tiempo parcial se les informará del coeficiente aplicable a esta modalidad de contratos.
Por otro lado, las personas que hayan estado dadas de alta en 2018 por empresas que efectúen las liquidaciones de cuotas mediante el Sistema de Liquidación Directa recibirán también un informe llamado 'Información de interés de su cotización en el año 2018'. En el mismo se detallarán, entre otras cosas, las bases de cotización por contingencias comunes, el importe de cuotas abonadas a la Seguridad Social durante 2018 y las situaciones de incapacidad temporal, maternidad, paternidad, riesgo durante el embarazo y lactancia en el año 2018.
La Seguridad Social ha recordado a los trabajadores que es importante que comprueben si los datos de su vida laboral y bases de cotización se corresponden con los periodos en los que han cotizado y por las bases correctas. Todos estos datos son fundamentales a la hora de calcular prestaciones como las de maternidad y las pensiones de jubilación.

Cuánto gana un militar en España: el sueldo base y los complementos dependen del rango

MADRID.- En la página web del Ministerio de Defensa se aclara el sueldo base de un militar español, así como el salario de un soldado en formación además de los diferentes rangos y escalas que existen en el Ejército y la retribución que llevan aparejada.

La retribución de un soldado o marinero es de 1.016,62 euros/brutos mensuales. Esta cifra incluye un sueldo base al que se suman complementos según el rango que se ocupe en el Ejército.
Por otro lado, el sueldo de un militar en formación (alguien que aún no ha adquirido la condición de soldado o marinero) es de 359,55 euros/brutos mensuales.
Hay que tener en cuenta que el salario que perciben aquellos que trabajan en un escalafón superior es más elevado.
En el BOE aparecen publicadas las retribuciones completas según el rango que ocupa un soldado en el Ejército. Además, se estipulan complementos dependiendo de distintos factores: por ejemplo, si se llevan a cabo servicios extraordinarios fuera de la jornada normal de trabajo.
A continuación, se detalla la estructura jerárquica de las Fuerzas Armadas y los complementos que se abonan para cada rango.

El salario de un soldado en España

La jerarquía en el Ejército sigue la misma lógica que la de los funcionarios civiles, aunque conservando las denominaciones del ámbito militar. La escala es la aiguiente:
  • Funcionario A1:  de General del Ejército, Almirante General o General del Aire hasta Teniente o Alférez de navío.
  • Funcionario A2:  de Alférez o Alférez de fragata hasta Sargento.
  • Funcionario C1: de Cabo Mayor a Soldado o Marinero.
  • Funcionario C2: de Cabo primero a Soldado o Marinero.
El portal especializado en formación y empleo Campus Training señala que la retribución para el grupo A1 es de 1.148,34 euros. Para el grupo A2 son 992,94 euros; para el C1, 745,53 euros; y para el C2, 620,48 euros.

A estas cantidades hay que sumarles otras retribuciones como los complementos y trienios.  Son los siguientes:
  • Complemento de empleo: en función del puesto específico que se ocupa en el Ejército. Oscila entre los 273,91 euros de un soldado o marinero a los 1.473,92 euros de un general.
  • Complemento específico: depende de las características de cada puesto de trabajo. Un soldado o marinero recibe 116,88 euros y, un general, 1.283 euros.
  • Antigüedad: según los años de servicio. Se acumula en forma de trienios.
  • Otros conceptos: aquí entran las misiones en el extranjero y los servicios extraordinarios fuera de la jornada de trabajo. 

Si se quiere conocer esta profesión de una forma más detallada, se puede leer los documentos que publica el Ministerio de Defensa en su página web. En ellos se explica cómo ingresar en las Fuerzas Armadas y las peculiaridades de trabajar en el Ejército, así como los tipos de labores que desempeñan los soldados en España.

Muere en Alicante a los 90 años el empresario Joaquín Arias López, fundador de 'Subús' y 'Vectalia'


ALICANTE.- El empresario Joaquín Arias López, adquirente de Masatusa, y fundador de Subús y del Grupo Vectalia, un conjunto de empresas dedicado principalmente a la movilidad y a los servicios, ha fallecido esta tarde de domingo en su domicilio de Alicante a los 90 años. 

Fuentes de su entorno familiar han indicado que sus restos mortales estarán mañana lunes desde las 9 horas en el Tanatorio de San Juan y que el funeral se celebrará el próximo martes en la Concatedral de San Nicolás de Bari a las 12 del mediodía.
La Cámara de Comercio de Alicante concederá el próximo miércoles día 27 a título póstumo su más alta distinción con medalla de oro y diamantes a Joaquín Arias por su trayectoria empresarial, profesional y por su labor a favor de esta entidad
Joaquín Arias López (Puente de Domingo Florez, comarca de La Cabrera, León, 1929) arrancó su carrera profesional a los 17 años, momento en el que empezó a tener contacto con distintos sectores, en especial del transporte de viajeros a través de su empresa familiar.
En el sector del transporte inició y desarrolló su actividad empresarial adquiriendo en 1970 o fundando después diversas sociedades en diferentes ciudades, entre ellas Masatusa, la concesionaria del transporte urbano en el término municipal de Alicante bajo el nombre de Marco y Sánchez, Transportes Urbanos S.A, y de Subús, operador posteriormente en el área metropolitana de la comarca del Alacantí.

En los últimos tiempos creó el Grupo Vectalia donde, partiendo de este sector, se va diversificando la actividad mediante la constitución de empresas y mercantiles que engloban estaciones de autobuses, estaciones de servicio, aparcamientos, estacionamientos regulados y diversas actividades vinculas a la movilidad. 
Por otro lado, en el área de servicios y en otros sectores, en el grupo Vectalia se han constituido diversas empresas especializadas en limpieza, mantenimiento, seguridad, jardinería, así como publicidad, eventos, restauración, catering, explotaciones agrarias y bodegas. 
En la provincia de Alicante, y en lo que se refiere a transporte de viajeros, el grupo gestiona los autobuses urbanos y metropolitanos de la capital y de Alcoy, San Vicente del Raspeig, Elda y El Campello, entre otros, así como gran parte de las rutas que conectan las diferentes comarcas. 
Había dejado este empresario la gestión directa del grupo de transporte y servicios en manos de sus hijos hace años, pero siguió como presidente del consejo de administración de Vectalia hasta el pasado año. 
También era fundador del grupo de autobuses Subús, el núcleo principal del holding Vectalia, donde en 2018 dejó la presidencia y el consejo del conglomerado familiar, según recoge el Registro Mercantil, en manos de su esposa.
La matriarca de la familia Arias, dueña de la corporación empresarial Vectalia, tomó el relevo de su marido y fundador de las empresas, Joaquín Arias, como máxima responsable de los consejos de administración del holding.
Desde diciembre de 2018, es Julia Paredes quien preside los consejos de la Corporación Empresarial Vectalia y la Corporación Empresarial Convectia (dueña del 85% del capital de la primera y de otras participaciones industriales de la familia).
Mantuvo a su hijo Antonio Arias como vicepresidente y consejero-delegado de Vectalia, y a su hija María Jesús Arias como vicepresidenta de Convectia.

El 'holding'

Joaquín Arias nació en la comarca leonesa de La Cabrera, en El Bierzo, y asumió la gestión de la empresa familiar de autobuses Autos Arias, cuya actividad extendió por las vecinas Galicia y Asturias. Sin embargo el salto llegaría en la década de 1970 con la adquisición de la mayoría de Masatusa, la concesionaria del servicio urbano de Alicante.
En la capital alicantina acabaría consolidando un gigante del transporte por carretera con la incorporación de otras firmas como Auplasa y La Alcoyana, y recientemente Autocares Baile.
Todas esas firmas se integrarían en el grupo Subús, al que se fueron sumando otras empresas de servicios que hoy abarcan desde la restauración (con el restaurante El Maestral como punta de lanza) a los párkings, las gasolineras y estaciones de servicio o las bodegas (Casa Cesilia), hasta mantener la concesión del servicio público de transporte urbano en Albacete.
A finales de 2018 perdió la concesión del transporte colectivo de viajeros en Palencia a manos de Alsa pero se hizo con la concesión del transporte público en los municipios que forman la mancomunidad de Nador, en Marruecos.
Y se afianzó en Francia, donde ya operaba, al hacerse también ese verano con la concesión de la red de transporte público de la comunidad francesa de Béziers Méditerranée, junto a la catalana Transports Metropolitans de Barcelona.
El holding facturó 117 millones de euros en 2016 y obtuvo casi dos de beneficio.

El gobierno del Joker / Pedro J. Ramírez *

Hace unas semanas Manuel Valls fijó mi atención en una entrevista que Gabriel Rufián hizo a Jaume Roures en su programa La Fábrica, remedo de La Tuerka de Pablo Iglesias. Valls presentó, en Twitter, esa conversación como "ejemplo de odio a España y a la democracia". Y, a medida que fui escuchándola, me pareció que se quedaba corto, si bien Rufián, en su reciente deriva hacia la contención verbal, se limitaba a mostrar la patente satisfacción que le producían los delirios de su interlocutor.

Poniendo la venda antes que la herida, advertiré que lo que menos me perturbó fue que el multimillonario que impulsa la violenta revolución catalana me tildara de "destructor del periodismo". Lo único significativo era que ese fuera el adjetivo que su subconsciente le había puesto en la punta de la lengua. Por lo demás, toda la conversación estaba trufada de vituperios contra el "periodismo español" en general y contra colegas de tan diverso significado como Ferreras, Susanna Griso, Nacho Escolar o Inda.

Lo verdaderamente inquietante era el contraste entre la figura hierática de aquel hombre con gafas de concha, barba rala, rostro impenetrable y desaliño indumentario que, sin mover apenas las manos, esbozaba muecas que nunca terminaban de convertirse en sonrisas, para aderezar la sucesión de baladronadas infantiloides que componían su discurso.

Según Roures, en la España constitucional no hay "separación de poderes" sino "división del trabajo" entre la Monarquía, el Gobierno, el Constitucional, el Supremo y la Policía. A esta última le corresponde "rematarlo (sic), en el pleno sentido de la palabra". Por eso, no hay otra respuesta a la demanda de autodeterminación de Cataluña sino la represión; y por eso, "todo estaba decidido" antes de que comenzara el juicio del procés.

¿Y cuáles son las pruebas que avalan tan profunda reflexión? Pues que la jueza Lamela "se dedicaba a jugar con el móvil", mientras tomaba declaración a los líderes separatistas; que entre los miembros del TC que tumbaron el Estatut había uno al que "detuvieron cuando iba en moto, sin casco y borracho"; o que la Sala Segunda habría confundido en su sentencia a una ex consejera de Puigdemont con otra. "¡Qué jeta tenéis!", llega a exclamar, eso sí, sin levantar la voz, refiriéndose a Marchena y sus compañeros del tribunal.

Poco a poco, las burdas falacias de aquel individuo, grotesco en su simplicidad, derivaron en elogios al autodenominado Tsunami Democrático, cuya financiación se le atribuye. ¿A quién me recordaba Roures?

Enseguida, las burlas contra el Estado y las instituciones se trocaron en llamamientos a la "movilización" y la "desobediencia" porque "cuatro diputados", a base de iniciativas parlamentarias, "nunca han cambiado nada". La mueca fue entonces de paternal condescendencia hacia Rufián. Y mi inquietud era ya abierta desazón porque todo encajaba en una imagen que tenía en la retina y yo no lograba identificarla.

La luz se hizo cuando Roures deletreó con regodeo, a modo de resumen, la palabra mágica del separatismo que, teóricamente, debería resultar detestable para quien se sigue reivindicando comunista como él: "So-be-ra-nía". Era el Joker. Roures es el Joker del procés y esa conversación, el correlato de la entrevista televisiva en la que el personaje que tan magistralmente interpreta Joaquín Phoenix, en la película premiada en Venecia, desata la ola de violencia, pillaje y caos que enseguida sacude las calles de Gotham City.

***

No es que temiera por la vida de Rufián -el Joker descerraja la tapa de los sesos a su entrevistador-, pero me había dado cuenta de cuál era la pulsión íntima de este individuo que la Guardia Civil definió, en su informe al juez Llarena, como "elemento capital" y miembro del "Comité Ejecutivo" del proceso sedicioso que desencadenó el 1-O en Cataluña.

Comentando la entrevista, uno de los colegas mencionados me definió hace poco a Roures, habiéndolo conocido muy de cerca, como "un millonario antisocial y resentido, sin límites morales, para el que el procés es su manera de hacer la revolución". Todas las palabras son certeras y elocuentes, pero la verdaderamente esclarecedora, en la medida en la que le enlaza sólidamente con el Joker, es la que se refiere al "resentimiento" de Roures.

Él mismo ha hecho referencia en diversas entrevistas a su infancia en el barcelonés barrio del Raval de la postguerra, infestado por la prostitución y las drogas. "No tengo padre, sólo madre", explicó a Vanity Fair. Y añadió, para no entrar en detalles: "No quiero que esto se convierta en una historia lacrimógena".

En torno a esa dicotomía, la ausencia del padre, la relación conflictiva con la madre, transcurre la "historia" de Arthur Fleck, "lacrimógena" a más no poder. Es una historia nihilista de sexo, crueldad, demencia y dolor, en la que el capitalismo es el culpable. Por eso, al convertirse en el Joker, Arthur exclama, deleitándose en el ajuste de cuentas con la sociedad que le oprimió en su entorno más íntimo: "Antes creía que mi vida era una tragedia, pero me he dado cuenta de que es una comedia".

Desde su más temprana adolescencia, Roures ha buscado ese ajuste de cuentas. Primero militando en grupúsculos de extrema izquierda, en los que era conocido como "El Melan" (por melancólico). Luego dando, supuestamente, cobertura al comando de ETA que, tras haber secuestrado al industrial Orbegozo, trataba de reconstruir su estructura en Barcelona. 

Después, trasladándose a la Nicaragua sandinista en busca de inspiración. A continuación, buscando el poder, a través de los medios de comunicación -de productor de TV3 a fundador de Público y La Sexta- y el dinero, a través de los derechos del fútbol. Y en el último tramo de una vida, dedicada al agit-prop contra el sistema, produciendo documentales, instalando centros de prensa y gestando complicidades en pro, no tanto de la independencia de Cataluña, como de la destrucción de España.

Sus relaciones peligrosas o, al menos embarazosas, con los magnates qataríes y chinos denotan la falta de "límites" que mencionaba mi colega. Para Roures pecunia non olet. Y menos si luego sirve para echar gasolina al fuego purificador que debe destruir el orden establecido que tanto detesta. Que el FBI le investigara por los sobornos del 'Fifagate' y que tuviera que pagar 20 millones en su acuerdo para zanjar el caso con la fiscalía estadounidense no son sino los daños colaterales de tan temerario juego.

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No es difícil imaginar el deleite de Roures ante el proceso de formación de lo que en la práctica lleva camino de ser un gobierno tripartito del PSOE, Podemos y ERC, aunque esta ejerza su poder de veto y control desde fuera. De hecho, él fue el artífice de la famosa cena en su casa del sábado 26 de agosto de 2017, en la que Pablo Iglesias y Oriol Junqueras casaron sus estrategias para utilizar el proceso soberanista catalán como ariete contra el "régimen del 78". Uno de los hombres clave del llamado "Estado Mayor" separatista, el editor Oriol Soler, hizo de capellán, al bendecir el encuentro, a modo de gran cumbre del resentimiento.

Pocas horas antes, el Rey Felipe había tenido que soportar, en la manifestación contra los atentados de Barcelona, los gritos que le vinculaban con la venta de armas a las monarquías del Golfo, patrocinadoras del terrorismo. No cabe mayor sarcasmo, pues uno de los reunidos para tratar de derrocarle mantenía y mantiene estrechos lazos con los ayatolás iraníes y el anfitrión era y es socio privilegiado de los jeques qataríes.

No importa que, como escribía Pedro Insua este viernes en El Español, "la idea de nación fragmentaria se haya promovido precisamente para neutralizar, desmovilizar y disolver el comunismo". Iglesias y Roures bien podían aparcar esa contradicción, a cambio del servicio impagable que el separatismo catalán está prestando a todos quienes anhelan desestabilizar a España y a la UE. De ahí el papel que el Kremlin viene jugando en el estímulo del procés, mediante la manipulación de las redes sociales, tal y como está empezando a descubrir la Audiencia Nacional.

Sostres definió con precisión quirúrgica a Roures como "un ser dolorido que busca calmarse causando dolor a los demás". La suma entre el "pacto del insomnio" y el reo de Lledoners garantiza ese efecto en grado superlativo. Nada tan lógico como que Sánchez acepte como interlocutor válido de la negociación al que fuera número dos de Junqueras, José María Jové, imputado por organizar la sedición del 1-O. Su blanqueamiento es ya, de por sí, un gran paso hacia la investidura.

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Al principio, Sánchez se creerá su propia fantasía de que va a gestionar un gobierno socialdemócrata, capaz de aplicar recetas keynesianas para reavivar la economía, sin romper la disciplina fiscal. Luego no le saldrán las cuentas. Ni las de Bruselas, ni las de la opinión pública. De hecho ya hay más españoles que, antes de que se configure ese ejecutivo, prefieren unas terceras elecciones.

Entonces emprenderá la huida hacia delante, a base de crecientes concesiones a sus socios formales y encubiertos. Su correligionario García Page lo ha clavado con ese retrato del médico que cree que para curar una enfermedad debe infectarse con ella.

Lo que se avecina es la polarización y el frentismo. La crispación en el Parlamento y la violencia en la calle. El empobrecimiento y la ira. El bloqueo de nuestra fábrica social, en suma. Podemos tensará la cuerda y Vox se frotará las manos. El Joker bailará de satisfacción en medio del caos, canturreando la frase de Tiberio que impulsó al doctor Marañón a presentar su biografía como la "historia de un resentimiento": "¡Después de mí, que el fuego haga desaparecer la Tierra!".


(*) Periodista