martes, 27 de mayo de 2008

'Un juguete, Una ilusión' enviará desde el Puerto de Valencia cerca de 440.000 juguetes a 22 países

VALENCIA.- La Campaña 'Un Juguete, Una Ilusión', que organizan Radio Nacional de España y la Fundación Crecer Jugando, cerró hoy su octava edición con una recaudación de 3.208.476 euros, lo que posibilitará enviar desde el Puerto de Valencia cerca de 440.000 juguetes a un total de 22 países, donde 23 ONG que trabajan en cada uno de ellos se encargarán de su reparto, según informaron sendos comunicados fuentes de la Generalitat y de RNE.

La octava edición de esta campaña, presidida por la Infanta Elena, consolidó los datos de la edición anterior y volvió a superar los tres millones de euros de recaudación, a través de la venta del bolígrafo solidario y las donaciones de empresas, instituciones y particulares.

Estas cifras se dieron a conocer hoy durante la visita la ludoteca conformada por los juguetes de la campaña, que se instaló hoy en el Puerto de Valencia con motivo del envío de los primeros contenedores, que como cada año salen de la comunidad hacia los destinos seleccionados.

Al acto acudieron el director de proyectos de la Conselleria de Economía, José Luis Villanueva, el director de RNE, Santiago González y el presidente de la fundación 'Crecer Jugando', José Antonio Pastor.

En el transcurso de este encuentro entre la Conselleria de Economía y los organizadores de la campaña se procedió, además, a la firma del convenio de colaboración para la próxima edición, la novena, que se iniciará en noviembre y que contará nuevamente con el patrocinio de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

José Antonio Pastor señaló durante esta visita al Puerto de Valencia que "se trata de una campaña plenamente consolidada y que los juguetes que se envían son para jugar, para educar y compartir el juego con otros niños".

Por su parte, Santiago González declaró que "la presencia de RNE, como impulsora en su momento de esta campaña y como coorganizadora junto a la fundación 'Crecer jugando', no es más que una muestra inequívoca del compromiso de la Radio Televisión Pública Estatal con la responsabilidad social y solidaria que su propia esencia le exige".

Por último, José Luis Villanueva subrayó "la disposición de la Generalitat valenciana a seguir prestando su apoyo a una campaña que promueve el derecho fundamental de los niños a jugar".

La campaña "en su objetivo de facilitar el acceso del niño al juego y subrayar el valor educativo y socializador del mismo" distribuye juguetes unipersonales para un uso individual y envía otros que sirven "para poner en marcha nuevas ludotecas o espacios comunes de juego", explicó.

"En los últimos años la campaña ha reforzado su perfil pedagógico y ha apostado por dotar ludotecas que se han instalado en centros de asistencia primaria, colegios, centros de atención y nutrición infantil y hospitales, todas ellas tuteladas por educadores e integradas por cerca de 500 unidades y juegos diferentes", indicaron fuentes de la Generalitat.

Por primera vez en 2007 se editó y distribuyó una guía didáctica --en español, inglés y francés-- con el objetivo de "facilitar" información sobre el uso de la ludoteca y la gestión de los recursos lúdicos, así como sobre la utilización de cada tipo de juguete con fines educativos y de desarrollo evolutivo.

Desde que se puso en marcha 'Un Juguete, Una Ilusión', sumando los datos de esta octava edición que se ha cerrado hoy, la campaña habrá entregado cerca de dos millones de juguetes a lo largo de su trayectoria a niños de diferentes partes del mundo, de forma conjunta con ONG que tienen una "amplia experiencia" en el ámbito educativo e infantil.

Esta campaña llegará este año a Angola, Argelia, Benin, Colombia, Costa de Marfil, Ecuador, Guatemala, Haití, El Líbano, Malaui, Marruecos, Nicaragua, Níger, Panamá, República Dominicana, Perú y El Salvador, países con los que existe una colaboración estable y que han recibido juguetes en ediciones anteriores. Además, los juguetes llegarán por primera vez a Paraguay, Chad, Jordania, Kosovo y Timor Oriental.

Ricardo Costa considera un "rumor" una posible candidatura de su hermano a la presidencia del PP

VALENCIA.- El secretario general del Partido Popular de la Comunidad Valenciana (PPCV), Ricardo Costa, indicó hoy preguntado sobre la posibilidad de que su hermano, el diputado en el Congreso por Castellón Juan Costa, presente finalmente su candidatura a la presidencia nacional del partido, que no opina "sobre rumores" y reiteró por "enésima vez" que no va cambiar la "posición firme" del PPCV de apoyo a Mariano Rajoy.

Subrayó que "de momento, hay muchos rumores sobre muchas cosas" y que, ante esta situación, no opinan. No obstante, puso de manifiesto que lo que no va a cambiar es "la posición firme del PPCV de apoyo a Rajoy".

En este sentido, manifestó que es "la enésima vez" que lo dice y se mostró convencido de que su respuesta a esta cuestión "no va a cambiar sin lugar a dudas". Asimismo, pidió no tener que volver a contestar sobre el mismo tema si no hay ninguna variación en las tres semanas que restan hasta la celebración del XVI Congreso Nacional porque aunque matizó que no le importa contestar, sí dijo que responderá "exactamente lo mismo".

Costa también se refirió a las declaraciones del parlamentario Esteban González Pons, que ayer pidió al diputado y ex ministro Juan Costa que si quiere presentar una candidatura alternativa a la de Rajoy "lo haga cuanto antes".

Según interpretó Costa, "lo que dijo Esteban González Pons lo lleva diciendo el presidente Rajoy desde el mismo día que anunció su candidatura: quien quiera presentar una candidatura es libre para presentar esa candidatura" y por ello, indicó que el que "dirigentes del partido pongan de manifiesto un hecho empírico, que es que cualquier militante puede presentar una candidatura, empezando por el propio Mariano Rajoy creo que no es una cuestión de excepcionalidad".

Añadió que le puede parecer "bien o mal, pero no lo puedo evitar ni yo, ni el vicepresidente ni el presidente de la Generalitat", y rechazó "opinar sobre obviedades que ustedes -- dijo en referencia a los periodistas-- creen que tienen un trasfondo diferente".

Asimismo, calificó la entrevista de González Pons de "muy correcta", reconoció que dio "su punto de vista" que "respetamos profundamente desde el PPCV" y recordó que se trata de un dirigente "muy destacado" del PPCV y amigo personal.

En cualquier caso, aseguró que en este proceso se están produciendo "muchas declaraciones" y manifestó que cree que "hay que marcarse un principio, que es el respeto" que ellos profesan "por todas las manifestaciones que se están haciendo".

Expresó también su respeto a cualquier enmienda que se presente al congreso sin entrar en "mayores valoraciones", porque quien tiene que aceptarlas o no, recordó, son las respectivas comisiones del XVI Congreso Nacional.

Por su parte, el vicepresidente y portavoz del Gobierno de Valencia, Vicente Rambla, indicó que "como militante" ya ha mostrado su apoyo a la candidatura de Mariano Rajoy "y volveré a hablar el día 21 de junio haciendo firme lo que en su momento manifesté". Mientras, afirmó, todos sus esfuerzos estarán centrados en el gobierno de la Comunidad Valenciana "que es mi actual responsabilidad", recordó.

Costa y Rambla se pronunciaron en estos términos en una una rueda de prensa con motivo del primer aniversario de la victoria electoral del PP en las elecciones autonómicas del 27-M.

Europa divaga en inmigración / Enrique Badía

Acordar una política común en la Unión Europea (UE) nunca ha sido fácil: requiere tiempo, esfuerzos y sobre todo capacidad de impulso a cargo de uno o varios de los grandes países que la integran. Eso cuando se ha logrado, porque no faltan asuntos que se han revelado de imposible armonización.

Baste recordar que el tenido como gran éxito del proceso, la implantación del euro, necesitó más de dos décadas y media de gestación, estuvo al borde del definitivo fracaso varias veces y ni siquiera fue adoptado por todos los socios en aquel momento incorporados al club. Y si ya resultaba complicado cuando sumaban doce o quince países, caben pocas esperanzas de que siendo veintisiete la cosa gane sencillez.

Lo que está pasando con la inmigración, por tanto, no representa ninguna novedad. Los líderes comunitarios llevan al menos media docena de cumbres incluyendo el tema en la agenda, pero no van más allá de los pronunciamientos solemnes y la perenne propensión a trasladar posibles acuerdos y planes de actuación a la siguiente reunión.

Por una parte es comprensible, dado que no todos los países afrontan el asunto en igualdad. Unos, porque el fenómeno migratorio les viene de antiguo, han ensayado ya varias políticas y conseguido ordenar, en mayor o menor medida, un cierto grado de integración. Otros, en cambio, han debido afrontar la afluencia foránea de forma un tanto súbita, masiva y con escasa tradición de acogida en la sociedad. Y los hay, en fin, que son más expedidores que receptores, aun siendo ambas cosas, lógicamente con una distinta visión.

Lo que ya no parece tan claro es cómo se armoniza esa disparidad con el principio de libre circulación de nacionales de los países miembros dentro de la UE y todavía menos con el espacio Schengen que en realidad entraña la supresión de fronteras entre los países adheridos. Tanto como lo anterior puede poner en duda el establecimiento de una política común en materia migratoria, estas dos realidades deberían ser más que suficientes para fijarla cuanto antes.

Sin perjuicio de otros factores, algunos tenidos por políticamente incorrectos, es presumible que un escenario de debilitamiento de las economías propicie cuando menos dos fenómenos en cierto modo entrelazados: un aumento del paro, con alta probabilidad de afectar al colectivo inmigrante, y un mayor recelo social hacia los foráneos concurrentes al mercado de trabajo. Lo que refuerza, sin duda, la conveniencia de adoptar políticas comunes… antes que el caldo de cultivo propicio a la aparición de simplismos y demagogias con pretensiones de solución fermente en unos sitios más que en otros, añadiendo problemas donde ya sobran.