VALENCIA.- El presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro, tiene claro que el Puerto de Valencia es una joya para la economía regional que hay que respetar y sacar de la batalla política.
En un comunicado de los empresarios, a preguntas de Vozpópuli, advierten a Pedro Sánchez que de confirmarse las presiones de ERC y Junts para paralizar la ampliación norte: "El Puerto de Valencia no puede ser moneda de cambio en ninguna negociación política".
Las dos formaciones independentistas catalanas habrían estado
presionando en las últimas fechas al presidente del Gobierno en
funciones, según fuentes empresariales de total solvencia, con el objetivo de seguir frenando la ampliación
norte del Puerto de Valencia.
Los primeros contactos entre socialistas e independentistas esconderían la necesidad de que no aumente la brecha entre el Puerto de Valencia y el de Barcelona que se ha abierto durante la última década.
La CEV se ha mostrado indignada con esta situación y es una
circunstancia que no hay que pasar por alto, ya que su presidente,
Salvador Navarro, es también el vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) que lidera Antonio Garamendi.
En el comunicado que la CEV ha hecho llegar a Vozpópuli se detalla que "queremos reiterar nuestro total apoyo al proyecto de la construcción de la terminal Norte
en una ampliación ya realizada. Una infraestructura clave como esta no
puede utilizarse nunca, de forma directa o indirecta, como moneda de
cambio en ningún tipo de negociación política ante la trascendencia que
tiene para el futuro de la Comunidad Valenciana desde el punto de vista
económico, empresarial y social".
El comunicado afirma que si la noticia publicada por Vozpópuli acaba por producirse "estaríamos ante un asunto de extrema importancia que podría derivar en un conflicto interterritorial".
"La CEV siempre ha incidido en la falta de apoyos a la que está
sometida la Comunidad Valenciana en la política nacional y que se hace
aún más necesaria con este proyecto para que nuestro territorio progrese
y se desarrolle en proporción a su peso económico y trascendencia",
prosiguen.
Para los empresarios valencianos estas negociaciones entre ERC, Junts
y los socialistas podrían suponer "un asunto muy grave", ya que no
se entendería "que un territorio ponga trabas a otro a favor de sí
mismo en una negociación política que implique al Gobierno nacional.
La competencia entre territorios debe ser sana y natural, y la política
siempre debe trabajar con una visión de conjunto de Estado".
La reacción de la CEV también incluye el recordatorio al respecto de
que "el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Valencia ya aprobó la inversión que debe realizar el Puerto para adecuar la nueva terminal de contenedores.
Por tanto, sólo queda una actuación y es la autorización que debe
realizar el Consejo de Ministros para dar el visto bueno a la decisión
aprobada en el seno del Consejo de Administración del Puerto. Sólo queda
ese paso."
La asociación que lidera Salvador Navarro resalta que el Puerto de Valencia es, en estos momentos, "el número uno del Mediterráneo en import-export de contenedores y el cuarto de Europa.
La Comunidad de Madrid está representada en un 25% dentro de esos
movimientos económicos, dado que el origen o destino procede de esa
Comunidad Autónoma".
Por lo tanto, la CEV advierte que "la ampliación del Puerto de
Valencia significa una inversión en torno a los 1.200 millones de euros y
la creación de 7.000 puestos de trabajo".
"Esta situación no refleja un problema únicamente de la Comunidad
Valenciana, sino que también afecta a la economía del país", continúa el
texto.
Y finalmente exponen que "por todas estas razones, la ampliación del
Puerto de Valencia es un proyecto necesario e innegociable para la
Comunidad Valenciana, como también debería serlo, por las mismas
cuestiones, para toda España".
Tal y como adelantó Vozpópuli, este freno a la ampliación
norte del Puerto de Valencia (que ya contó en el pasado con la
colaboración del exalcalde de Valencia, Joan Ribó y la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Diaz)
ha sido “deslizada por los independentistas de forma oficiosa en sus
conversaciones con interlocutores socialistas", algo en lo que Sumar estaría de acuerdo, según las citadas fuentes.
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, lleva
mostrando su preocupación en público al respecto de esta posibilidad de
prolongar 'sine die' la parálisis de la ampliación del Puerto de
Valencia que, según ha explicado en varias ocasiones, "está en la mesa
del Consejo de Ministros sin aprobarse por un criterio político, no por
un criterio técnico".
La actual situación de incertidumbre ha provocado que la empresa Terminal International Limited (TIL) se replantee seguir adelante con la inversión de 1.021 millones de euros para la ampliación norte si persiste el bloqueo.
La compañía está sufriendo desde hace años una situación que definen como "incómoda" al tener que operar en dos terminales con los consiguientes costes extraordinarios para el posicionamiento de contenedores.
El presidente de MSC en España, Francisco Lorente, ha
advertido en diversas ocasiones que si la ampliación se alargara
indefinidamente por la necesidad de una nueva Declaración de Impacto
Ambiental podría hacer "zozobrar" la inversión prevista.
TIL supone el 50% del tráfico total del recinto portuario y ya ha empezado a desviar barcos a otros puertos como Tánger, Calabria, Málaga o Barcelona que amenazan la posición privilegiada del Puerto de Valencia.
El acuerdo de diciembre pasado del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Valencia fijaba una inversión pública de 542 millones de euros para la ampliación norte a los que hay que añadir los 1.021 millones que aportará la empresa Terminal Investment Limited (TIL) que
sería la encargada de la construcción y explotación, en régimen de
concesión administrativa, de la nueva terminal de contenedores.
Está previsto que la empresa TIL pueda disponer de los 1.000 metros de muelle y la superficie anexa aproximadamente a los 24 meses del inicio de las obras de
la primera fase. También prevé desarrollar una terminal ferroviaria
dotada de 6 vías de 1.000 metros de longitud, con capacidad para mover 305.000 TEUs/año por ferrocarril.
La nueva terminal estaría ubicada en las aguas interiores del dique
de abrigo de la ampliación norte del Puerto de Valencia, cuyas obras
finalizaron en 2012 con una inversión de 204 millones de euros, de los
que 74 millones fueron subvencionados con Fondos de Cohesión Europeos. Tendrá una superficie de unas 137 hectáreas y 1.970 metros de línea de atraque, con una capacidad para albergar 5 millones de contenedores.
El estudio sobre el impacto de la nueva Terminal de Contenedores de la Ampliación Norte del Puerto de Valencia que elaboró el Instituto de Transporte y Territorio (ITRAT),
con la nueva terminal a pleno funcionamiento, determina que el impacto
económico del puerto de Valencia representaría en términos de valor añadido el 2,27 % del conjunto de la Comunidad Valenciana.
El empleo global superaría los 44.000 puestos de trabajo, cuyo salario medio estará en torno a los 32.000 euros anuales.