MADRID.- El presidente de BFA-Bankia, Rodrigo Rato, se mostró satisfecho con los resultados de 2011 teniendo en cuenta la debilidad económica y las nuevas exigencias de saneamientos contra el ladrillo que en parte adelantó en el pasado ejercicio.
Además, el ex-director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) reiteró que podría afrontar las nuevas exigencias sin ayudas externas y sin procesos corporativos.
"Creo que los resultados los podemos calificar de satisfactorios porque se asientan en una base de ingresos recurrentes y porque la cuenta de resultados empieza recoger las sinergias consecuencia de la integración y porque es capaz de absorber una partida muy significativa de dotaciones", dijo Rato.
Bankia cerró 2011 con un beneficio de 309 millones de euros, un 13,5 por ciento menos que los 357 millones de euros de 2010 de beneficio proforma de la entidad resultante de la fusión de Caja Madrid y otras seis cajas de ahorros, que aportaron 292 millones de euros en sinergias recurrentes en el pasado año.
No obstante, los resultados se situaron tanto por debajo de los 375 millones de euros pronosticados por los analistas como por debajo de los 400 millones de euros que había estimado la entidad tras elevar sus provisiones ante los mayores requisitos de saneamiento inmobiliario del Gobierno
En una presentación, Bankia señaló que sus necesidades brutas de provisiones y requerimientos de capital, conforme a la nueva regulación del sector, ascienden a 5.070 millones de euros (3.396 millones en provisiones brutas y los 1.674 millones restantes en "buffer" o colchón de capital).
El grupo dijo que en 2011 las provisiones totales ascendieron a 3.692 millones de euros, de las cuales 1.139 millones se correspondieron con provisiones apartadas para alcanzar las nuevas exigencias, diseñadas por el Ejecutivo con el fin de despejar las dudas que pesan sobre el sector financiero español.
El viernes pasado, el Gobierno aprobó una amplia reforma que obligará al sector a realizar un esfuerzo de saneamiento sobre los activos inmobiliarios de 50.000 millones para el conjunto del sector bancario que en principio tiene que cumplir en un año, aunque con fusiones se amplía a dos ejercicios.
Debido a que BFA-Bankia tiene activos inmobiliarios en torno a 11.000 millones, en el mercado se han generado dudas sobre la capacidad de la entidad para afrontar en solitario las nuevas exigencias de provisiones.
Preguntado sobre si consideraba que Bankia suponía un riesgo para el sector financiero español, Rato fue muy tajante y manifestó: "Bankia no es un riesgo sistémico, hemos dado beneficios, hemos aplicado nuestras sinergias y además hacemos una provisión de más de 3.000 millones de euros y absorbemos lo que a todas luces es el esfuerzo de provisiones más importante de la historia regulatoria española".
"Nosotros somos una entidad sistémica pero no somos para nada un riesgo", aseguró al tiempo que defendió la capacidad de la entidad para estudiar oportunidades de compra como el caso de Unnim, situado en Cataluña, donde Bankia todavía tendría margen de crecimiento.
Además, Rato volvió a rechazar que estuviera sobre la mesa un escenario de integración con entidades del tamaño de BBVA y Caixabank.
Asimismo, el presidente de Bankia rechazó que el real decreto del Gobierno se hubiera hecho pensando en Bankia -- la ley permite en determinados casos fusiones que aumenten el balance de la mayor entidad en un 10 por ciento, lo que encajaría con la compra de Unnim.
"No creo que esto se haya hecho pensando en Unnim especialmente ni en Bankia ni en nadie. Eso sí, las autoridades claramente mantienen una decisión discrecional sobre poder permitir o no que una entidad de un tamaño significativo pueda interesarse por una entidad mucho más pequeña", matizó.
Rato enmarcó esta medida en la doctrina tradicional de que las autoridades consideran que "un ajuste adicional en el sector es positivo, y en ese sentido se dejan una puerta abierta para poder autorizar ajustes de capacidad que no cumplan el 20 por ciento".
Rato destacó en la rueda de prensa la elevada capacidad de generación de capital de la entidad, superior a 8.000 millones de euros, que le permitiría cubrir los requerimientos del nuevo decreto.
Tanto el consejero delegado de Bankia, Francisco Verdú, como Rato explicaron que la entidad cumpliría las nuevas exigencias gracias a la generación de resultados, la venta de activos no estratégicos, la optimización de activos ponderados por riesgo así como a la conversión de deuda preferente y deuda soberana.
El margen de intereses de 2011 cayó un 14,8 por ciento a 2.742 millones de euros, mientras que el margen bruto cayó un 25,6 por ciento a 4.121 millones.
A cierre del ejercicio, la tasa de mora era del 7,63 por ciento, frente al 7,09 por ciento de septiembre.
El propio presidente de Bankia reconoció que ante el deterioro de las condiciones económicas y el incremento del desempleo la tasa de impagos iría en un aumento en el transcurso del ejercicio.
"La morosidad se mueve con el desempleo y si continúa subiendo sería creciendo, la propia CECA (Confederación Española de Cajas de Ahorros) ya ha vaticinado que podría situarse en el entorno del 8 por ciento en 2012 y en la anterior crisis y llegó al 9 por ciento", advirtió Rato.
En el actual marco de recapitalización de los bancos en Europa, BFA, matriz de Bankia, anunció este mismo viernes un programa de recompra de sobre preferentes y deuda subordinada por hasta 1.277 millones de euros, ofreciendo a los inversores que acepten la propuesta acciones de la cotizada Bankia.
"En este entorno regulatorio lo que tenemos que elevar y mejorar son los requisitos de capital, pero podría haber dilución, sí, pero también se produce un robustecimiento de la entidad", manifestó Rato preguntado por las razones de esta operación
