VALENCIA.- Una multitudinaria manifestación ha tomado este sábado por la tarde las
calles de Valencia para defender el derecho a la vivienda y reclamar la
limitación de los precios de alquiler y la prohibición de apartamentos
turísticos en la ciudad: "Nos están expulsando de la ciudad".
Bajo el lema 'València s'ofega' que rememora la riada que inundó la
ciudad en 1957, el movimiento València no està en venda --integrado por
cerca de 200 colectivos y asociaciones-- ha reivindicado el acceso a la
vivienda digna, la defensa del territorio y la regulación que "evite la
turistificación".
La manifestación, que se ha iniciado en las
Torres de Serrano y ha finalizado en la plaza del Ayuntamiento, ha
estado marcada por cánticos como 'Foc, foc, foc a l'especulació'
--'Fuego, fuego, fuego, a la especulación'--, 'Ser casero no es una
profesión', 'Tourist go home' --'Turistas, idos a casa'-- o 'Un turista
més, una veïna menys' --'Un turista más, una vecina menos'--, así como
otros en los que han reclamado la dimisión de la ministra de Vivienda,
Isabel Rodríguez.
Asimismo, los manifestantes han hecho sonar
llaves de pisos como protesta y han portado pancartas como 'PiS.O.S
A.C.A.B (All caseros are bastard)', 'Buitres y gaviotas, a fondo nos
explotan', 'La ciutat per a qui l'habita' --'La ciudad para quien la
habita'-- o 'El capitalisme és el càncer que mata barris' --'El
capitalismo es el cáncer que mata barrios'--.
María Alandes,
una de las portavoces de Valencia no està en venda e integrante del
colectivo LaMataObras, ha afirmado que, actualmente, "la mayoría de
vivienda" se alquila en Valencia a personas del norte de Europa,
mientras que "el 30 por ciento de la vivienda que se compra" lo hace
"capital extranjero y especuladores".
"Están cargándose
Valencia. Están vendiendo toda la ciudad a fondos especuladores y
queremos una ciudad para su vecindario", ha aseverado, al tiempo que ha
lamentado que esto es algo que ocurre en "toda la ciudad".
"Nos están
expulsando de la ciudad. La gente se tiene que ir a vivir a los pueblos
cercanos, donde también está subiendo el precio de la vivienda", ha
alertado.
Por ello, entre sus reivindicaciones piden la
"prohibición absoluta" de las viviendas turísticas, incluidos los bajos,
ya que ha advertido de la construcción de "hoteles horizontales", y ha
rechazado aumentar las construcciones, ya que "hay mucha vivienda que
está vacía", por lo que abogan por "aprovecharla".
En este
sentido, ha estimado que en Valencia hay "alrededor de 57.000 viviendas
vacías".
"Solo en el centro, el 40% de la vivienda está vacía. Y en
algunos puntos, como en el barrio del Cabanyal, sucede lo mismo y
alrededor del 40% está vacía", ha recalcado.
Por su parte, Alba Font, una de las portavoces de València no està en
venda, ha mencionado otras reivindicaciones, como que se declare la
ciudad como zona tensionada para "hacer efectiva" la regulación de los
precios del alquiler, ya que ha hecho hincapié en que, desde 2015 hasta
la actualidad, el precio del alquiler ha subido "un 117%" en la ciudad;
así como la paralización de desahucios sin alternativa habitacional,
entre otras.
"Valencia está saturada, se está ahogando y
necesita un cambio drástico y completo de visión y modelo de ciudad", ha
aseverado, al tiempo que ha defendido que se debe "dejar de apostar por
el sector turístico como el modelo principal económico".
Consultada por una posible huelga en caso de que no se cumplan las
reivindicaciones, Font ha apuntado que existen "muchas voces diferentes"
dentro de los colectivos que forman València no està en venda, por lo
que deberán analizarlo, pero ha precisado que, "si las reivindicaciones y
las demandas no se ven cumplidas, habría que ver desde los barrios qué
soluciones se pueden encontrar".
Por su parte, Pablo Ramos,
también portavoz de Valencia no està en venda, ha sostenido que "la
ciudad es para quien la habita" y ha lamentado que actualmente las
personas "no pueden vivir en sus propias ciudades".
"Reivindicamos
básicamente la defensa del territorio, el derecho a la vivienda y en
contra de esta turistificación masiva que estamos viviendo", ha
expresado.
En este sentido, ha calificado la situación de los
precios de viviendas en alquiler como "límite" y ha censurado que "se
alquilan zulos a precios impagables" y los jóvenes gastan "el 80% del
salario en pagar un alquiler". No obstante, ha precisado que esta
situación afecta "por igual" a personas de todas las edades.
Entre los manifestantes, han asistido padres con sus hijos porque ven
la situación de la vivienda como "una agonía", ya que, pese a tener
trabajo, a los jóvenes "nunca les llegará para independizarse".
En la
misma línea, Laura ha lamentado que "el alquiler está terriblemente
imposible y comprar un piso también", por lo que ha instado a que esta
situación "pare ya".
Por su parte, Marc ha abogado por la
unión y la organización, ante el "desmesurado" problema de la vivienda y
el aumento de pisos turísticos; mientras que su acompañante en la
marcha, Milo, ha ejemplificado que en su edificio únicamente viven dos
personas, mientras que el resto son inmuebles para turistas.
Sobre las
perspectivas de futuro, han coincidido en que son "malas", aunque Marc
ha apuntado que espera que el Gobierno "intervenga y que se regule el
sistema de vivienda, o lo único que va a hacer va a ser ir a peor".
Representantes políticos también han asistido a la manifestación,
como la portavoz de Compromís per València, Papi Robles, quien ha
avanzado que su grupo llevará al Pleno del consistorio, en forma de
moción, las propuestas de la organización de la manifestación, porque
consideran que son "muy positivas", entre las que ha citado la
prohibición de la creación de más apartamentos turísticos: "Nos están
invadiendo".
Robles ha abogado por limitar el precio de
alquiler en Valencia, que está "completamente desbocado" y se ha
preguntado "a qué está esperando" el 'president' de la Generalitat,
Carlos Mazón. "¿Por qué no lo quieren hacer? Seguramente porque tienen
más intereses junto con los especuladores que con la gente de la
ciudad", ha señalado.
Asimismo, ha instado al Gobierno central
a "apropiarse" de las viviendas de la Sareb porque "la ciudadanía las
necesita".
"Estamos tardando ya en poner todas esas viviendas a
disposición de las personas que tienen derecho a acceder a una
vivienda", ha insistido.
Por su parte, el portavoz del PSPV-PSOE en Valencia, Borja Sanjuán,
ha acusado a Mazón y a la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, de
"decidir que la ley de vivienda no se aplique a Valencia y eso está
costando que muchos jóvenes y no tan jóvenes tengan que abandonar los
barrios donde han crecido", al tiempo que les ha urgido a intervenir "en
contra de las compras especulativas", que son el 70% de las que se
hacen en la ciudad. Por ello, ha avanzado que el PSPV propondrá que en
Valencia esté prohibido comprar una vivienda "si no es para residir".
Cuestionado sobre si el Gobierno central puede tomar medidas, Sanjuán
ha afirmado que "todos pueden hacer siempre más cosas", pero ha
insistido en que Catalá y Mazón "no quieren ejercer las competencias en
vivienda".
"Ellos están cómodos en un entorno de especulación de
rentistas, es su entorno", ha enfatizado.
"Todos han de hacer
más y todos han de hacer autocrítica, pero lo primero es que cada uno se
ponga del lado correcto de la Historia; y el lado correcto de la
historia es estar con toda esta gente, con la gente que no quiere
abandonar su ciudad porque haya un fondo de inversión que le esté
tirando de su barrio", ha manifestado.