El concejal de Patrimonio, José Luis Moreno, explica que «el actual
Gobierno municipal trabaja para mantener nuestro patrimonio histórico en
las mejores condiciones de conservación, para uso y disfrute de los
valencianos y de los cientos de miles de personas que visitan nuestra
ciudad».
En los próximos días darán comienzo los trabajos de limpieza,
conservación y mantenimiento de las torres, que llevará a cabo la
empresa Ibaizabal Técnicos y Obras SLU, adjudicataria del concurso
convocado por el consistorio. El presupuesto de la actuación asciende a
47.489,25 euros (IVA incluido) con un plazo de ejecución de dos meses.
Durante dicho periodo, las Torres de Quart permanecerán cerradas al
público por razones de seguridad. «Con esta acción --ha subrayado el
concejal José Luis Moreno-- recuperamos el brillo de uno de nuestros
monumentos más visitados, junto con la Lonja y las Torres de Serranos,
preservándolo para las futuras generaciones».
Las emblemáticas Torres de Quart fueron construidas entre los años
1441 y 1460 por Pere Bofill, quien trabajó conjuntamente con los mestres
del noble art de la pedra Francesc Baldomar y Pere Compte.
El estilo es
gótico valenciano tardío militar, a imitación a las Torres o Arco del
Triunfo del Castel Nuovo de Nápoles, obra del arquitecto mallorquín
Guillem Sagrera y donde intervinieron otros maestros de la Corona de
Aragón cuando Nápoles fue conquistada por las tropas del rey Alfonso V
el Magnánimo.
Las huellas de la Guerra de la Independencia Declaradas en 1931
Monumento Histórico Artístico Nacional, las Torres de Quart son las
únicas puertas de acceso que se conservan, junto con las Torres de
Serranos, de la antigua muralla medieval de Valencia.
Los demás
portales, junto con el resto de la muralla que rodeaba el centro, serían
derribados en 1865 por orden del gobernador civil interino Cirilo
Amorós, para dar trabajo a los obreros en situación de desempleo,
ampliar la ciudad y para mejorar su salubridad.
La última gran rehabilitación efectuada en las Torres de Quart se
remonta al año 2005, bajo la dirección del arquitecto Manuel Jesús
Ramírez Blanco, que coordinó una limpieza general de toda la superficie
mediante elementos físicos y químicos, la consolidación de los morteros
interiores y exteriores, el retacado de las fábricas (de sillería y
ladrillo), así como la restauración de la carpintería y de la cerrajería
del monumento.
Dos décadas después de su rehabilitación integral, las Torres de
Quart «necesitan nuevamente de una actuación conjunta en materia de
limpieza, de mantenimiento y de conservación», subraya el consistorio en
un comunicado.
El paso del tiempo, el vandalismo y las condiciones meteorológicas de
nuestra ciudad --alto nivel freático y la humedad, precisan-- han
provocado la aparición de una serie de desconchados en las escarpas de
las Torres de Quart, en la planta baja y en las zonas anexas a la
escalera principal, además de otras patologías en el monumento, que
hacen necesaria la intervención, a fin de revertir su actual estado de
deterioro. Los referidos trabajos están dirigidos a solucionar tanto los
aspectos mecánicos como estéticos de las torres.
En el primer caso, el objetivo es devolver a la parte afectada del
monumento su consistencia original y prevenir futuras patologías sobre
las zonas próximas no afectadas. En el plano estético, se practicarán
procesos de restauración que minimicen los daños estéticos causados, a
fin de permitir una correcta lectura de la obra original.
Criterio de mínima intervención
De acuerdo con el criterio de mínima intervención, se aplicarán sólo
los procesos y materiales exclusivamente necesarios que garanticen la
durabilidad y la reversibilidad de la obra.
En sintonía con la «Memoria valorada de los trabajos de mantenimiento
convenientes y necesarios en las Torres de Quart de Valencia»,
realizada por el arquitecto Javier Benlloch, el proyecto se llevará a
cabo desde el respeto a las características y los valores esenciales de
las Torres de Quart, lo que implica conservar sus características
volumétricas, espaciales, morfológicas y artísticas, así como las
aportaciones de distintas épocas que hayan enriquecido sus valores
originales.
Además, las obras no afectarán ni al lienzo ni a los elementos
originales del monumento, elementos ya restaurados en anteriores
intervenciones.
La sillería situada al finalizar la escarpa (plano inclinado que
forma el muro de una fortificación o edificio como parte de su diseño
defensivo y de apoyo), que conforma el arranque de las Torres de Quart
sufre, tal como se señala en la memoria del arquitecto Benlloch, por su
propensión a la acumulación de agua, una presencia notable de hongos, lo
que precisa un tratamiento mediante biocida, limpieza e hidrofugación.
Por ello, el proceso de limpieza mecánica y saneamiento de todas las
superficies se realizará mediante tratamiento biocida por aspersión para
costra biótica, que se aplicará igualmente de forma generalizada en la
media caña de la escarpa para eliminar hongos, líquenes y
microorganismos.
El estado del revestimiento de las escarpas de las
torres de Quart es igualmente deficiente, y presenta numerosos faltantes
de mortero en todos sus lados y pérdida de la pintura.
Ello se debe, en la fachada norte, al efecto del jardín adyacente
(humedad por riego); y en el resto de las fachadas, a su especial
exposición a la lluvia y a los comportamientos incívicos (personas que
se apoyan en ellas o se suben con patinetes).
En este caso, la reparación consistirá en la renovación del
revestimiento de cal de las escarpas. También se intervendrá en el
paramento revestido en exterior de la planta baja. Se procederá a picar y
renovar completamente el mortero actual, que será sustituido por
mortero microporoso, y será posteriormente sometido a una imprimación
con un color idéntico al del resto de intervenciones efectuadas.
Igualmente, se renovará el sellado de la escalera de acceso a la
primera planta, a ambos lados y del antepecho de la barandilla, con el
fin de solucionar las actuales filtraciones de agua; y se limpiará la
parte inferior de la escalinata, de fábrica de sillería, mediante
aspirado, chorro de agua a presión, biocida e hidrofugación.
Hay que tener en cuenta que, por efecto de las lluvias y humedad, los
elementos de anclaje de la barandilla metálica se han oxidado, y se ha
levantado la losa de piedra del acceso a la sala de la planta baja de la
torre norte.
Por ello, la actuación incluirá también el saneado y reconstrucción
de los elementos metálicos, la limpieza de la losa, la retirada de los
restos vegetales, la aplicación de biocida, y finalmente, la reposición
de la baldosa de piedra con aplicación de mortero de agarre y sellado de
todas las juntas con mortero en base de cal.
Junto a todo ello, se retirarán las instalaciones en desuso y los
focos de la planta baja, que están fuera de servicio y desconectados de
la corriente, y que generan riesgo de caídas. Por último, se actuará en
el conjunto de las carpinterías exteriores, que datan de los años 60-70,
y presentan mal estado de conservación por la falta de aplicación de un
tratamiento protector sobre la madera.
La actuación concluirá con la
sustitución del zócalo de piedra artificial que conforma el primer
peldaño y base de una de las escaleras de acceso al mástil de la
bandera, que está roto.