"Al final, el posible impacto que pueden tener en los municipios de aguas abajo se intensifica al intensificarse las precipitaciones de la tarde", dijo la testigo en su declaración ante la magistrada. De hecho, indicó que en esa reunión se plantearon que si llovía en cabecera, como indicaba el aviso de Aemet, "van a acabar llegando aguas abajo".
Asimismo, la jefa de Emergencias aseguró que ella tomó la medida de hablar con los agentes medioambientales --como criterio técnico porque pensó que era un recurso previsible a la vista de las alertas rojas-- y de decir que hubiera vigilancia de los bomberos --medición-- en barrancos en Paiporta, Picanya y Torrent, pero no le constaba ni a ella ni a sus compañeros, ni quedó registrado en los casos, ninguna comunicación de la desmovilización. El día anterior, según precisó, "tocaron todos los palos que estaban previstos en el plan" ante el aviso.
La testigo, que estuvo conectada al Cecopi como invitada ya que volvía al Centro de Coordinación de Emergencias para hacer el turno de la noche después de toda la mañana y quería saber qué estaba ocurriendo, explicó que hubo un primer correo electrónico a la sala con una propuesta de mensaje de Es-Alert por parte de un técnico, que fue hacia las 18.35 horas.
En ese momento, en paralelo, las personas que estaban conectadas al Cecopi también hablaban entre ellos, y en concreto, la responsable de la unidad de Protección Civil de la Delegación de Gobierno le contactó para trasladarle que la situación requería el envío del ES-Alert.
Entonces, mandó un WhatsApp al subdirector de Emergencias, Jorge Suárez, para preguntarle "¿y un Es-alert?, y él le respondió que lo estaban "gestionando". Finalmente, la alerta a la población se envió a las 20.11 horas.
La testigo, que no quiso entrar en temas técnicos, detalló que el 29 de octubre, en la plataforma del 112 la mañana transcurrió con la "normalidad de una gran emergencia" pero el "colapso fue durante la tarde".
"Todos ellos tienen la referencia aproximada de que fue a partir
de las 17h cuando se perdió el control de lo que estaba ocurriendo en
la sala de atención de llamadas del 112 y empezó la avalancha de todo a
la vez".
Durante su declaración, la testigo explicó que el día
28 tuvo una única comunicación con el ex secretario autonómico de
Emergencias, Emilio Argüeso, investigado en la causa junto con la
exconsellera del ramo, Salomé Pradas, --Jorge Suárez estaba de
vacaciones-- y fue a las 21.490 horas cuando le preguntó por la
suspensión de colegios para el día siguiente por una información
publicada.
"¿De esto sabemos algo? Es que la información que
nos llega del 112 no es tan grave", le trasladó Argüeso, a lo que ella
contestó que era una cancelación con carácter preventivo a la vista de
los avisos de riesgos, y por la información de que el 29 podía ser el
día "más desfavorable".
Y le indicaba que algún ayuntamiento había
consultado a la sala qué hacer. En otro momento de su declaración
admitió que ella entendía esas medidas de suspensión, pero con los
niveles amarillos que tenían el 28 no las hubiera tomado.
"Pero vamos, que es un poco exagerado el tema", le contesta Argüeso. En
el día 29, ella le envía un primer mensaje a las 7.42 con la información
de la emisión de un aviso nivel rojo y que están valorando pasar a
situación 1 en la Ribera Alta porque empezaban a entrar incidentes de
vehículos atrapados.
"Avisar si lo hacéis", señala Argüeso, y hay uno
posterior que le señala: "Decretarlo". y le comunica que llegará a las
12.30 al 112 con Pradas.
En un mensaje posterior le pide cómo
está la situación para llegar a Xàtiva desde València "para
Presidencia". Y la testigo le traslada que en la A7 hay un carril
abierto pero que es mejor por ahí que por secundarias. "Se lo digo", le
contesta.
La testigo detalló a la jueza que la emergencia se
da cuando empieza a tener consecuencias sobre el territorio o las
personas y que el grueso de las llamadas eran a las 6.30 de la Ribera; a
las 12.30 empieza a ser significativo en Utiel y a las 16.15 otra vez
en la zona del Júcar, cuando se emite la tercera alerta hidrológica. Los
incidentes del Poyo en la zona de Chiva comenzaron a las 16.50. En el
Cecopi no escuchó nada del barranco del Poyo.
En el momento en
que llegaron Pradas y Argüeso al CCE, acababan de declarar las alertas
hidrológicas y lo que más preocupaba o la novedad eran esas alertas.
Para ellos, en ese momento, el disparador para declarar la alerta fue la
recepción de la superación de los umbrales de caudal que les facilitó
la Confederación Hidrológica del Júcar.
No obstante, para la testigo, el CCE tenía una información sobre los
avisos meteorológicos en la dana de la Vega Baja de 2019 que en la de
2024 no tuvieron. "A lo mejor el episodio no permitía anticiparlo",
dijo, pero consideró en el año 2019 tenían una información "de que el
episodio era histórico" que en este caso no.
Asimismo, admitió
que para el seguimiento de los barrancos, los datos de lluvia "son muy
significativos" pero "merecen una interpretación".
"Decir que esta lloviendo mucho o poco no significa decir si lo va a absorber el barranco, aguas arriba, aguas abajo, que capacidad tiene el barranco...", señaló, y añadió que esperaban el "juicio experto" de la CHJ "más allá de proporcionar datos".
En esta línea, apuntó que no les
gusta que les estén "inundando de datos cada cinco minutos" y ese día
pensó que la CHJ haría la valoración de esos datos.
La testigo
explicó que a las 15h del día de la dana "la situación era mala, pero
empeoró", en una jornada en la que tenían el horizonte temporal de que
para el aviso rojo la hora prevista de finalización eran las 18, lo que
no quiere decir que "se hubiera hecho mal trabajo" sino que el trabajo
de los predictores "se va actualizando".
Una acusación insta a la jueza de la dana a pedir los documentos que firmó Mazón en El Ventorro
Una de las acusaciones populares en la causa sobre la gestión de la
dana, la que ejerce Acció Cultural del País Valencià (ACPV), ha
solicitado a la jueza que requiera a Presidencia de la Generalitat los
documentos que, según la declaración como testigo de la periodista
Maribel Vilaplana, el ahora jefe del Consell en funciones, Carlos Mazón,
firmó el día de la barrancada mientras se encontraba en el restaurante
El Ventorro.
En un escrito fechado este martes esta parte expone que, en la comparecencia
ante la magistrada de la comunicadora que comió el 29 de octubre de 2024
con el 'president', esta explicó que, "al poco tiempo de estar en el
restaurante El Ventorro, su propietario hizo llegar al señor Mazón un
sobre grande con documentos que le habían entregado para tal fin".
También declaró Vilaplana que Mazón "firmó varios de ellos y los
devolvió" al responsable del establecimiento "para que los devolviera a
la persona que los había llevado allí".
"Así, se nos traslada
que el entonces 'president' de la Generalitat, procedió a firmar
documentos que requerían su firma con urgencia, pues de lo contrario
jamás se le habrían trasladado a esas horas y en ese sitio", argumenta
la representación legal de ACPV, que apunta que, de acuerdo "al Estatut
d'Autonomía, la Llei de Govern Valencià y los reglamentos orgánicos de
funcionamiento de las conselleries se constata fácilmente que el
'president' tiene todas las competencias posibles delegadas en los
diferentes departamentos y su firma únicamente es requerida para
decretos leyes, decretos del Gobierno o decretos de Presidencia, tasados
y que en ningún caso exigirían recabarla a las quince horas, y menos en
un restaurante".
Por tanto, "y a fin de verificar" si la
firma de documentos a la que asistió Maribel Vilaplana "puede tener
relación con los hechos que se investigan al poder tratarse de
documentos relacionados con la emergencia y pudieran tener relación con
las dos personas investigadas", --la exconsellera de Interior Salomé
Pradas y el que era su 'número 2' Emilio Argüeso-- resulta "necesario
averiguar qué se firmó a las quince horas del día 29/10/2024 por el
expresidente de la Generalitat".
De este modo, esta acusación
solicita que la jueza de Catarroja requiera de Presidencia de la
Generalitat copia de los documentos firmados por Mazón.

