VALENCIA.- La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha expuesto las
principales actuaciones del Plan de Resiliencia frente a inundaciones,
enfocado en las actuaciones forestales en la cabecera de la cuenca,
creación de zonas de almacenamiento controlado para disminuir los
caudales máximos, nuevas vías verdes y adecuaciones del cauce en puntos
críticos, con el objetivo de reducir los riesgos de inundación ante
futuras avenidas.
El Plan de la CHJ para la Mejora de la
Resiliencia frente a inundaciones en los polígonos industriales ha sido
presentado este miércoles ante más de medio centenar de empresarios de
l'Horta Sud de Valencia, según ha indicado el Ministerio para la
Transición Ecológica y Reto Demográfico en un comunicado.
En
el encuentro, convocado por el Comisionado para la Reconstrucción y
Reparación de los daños provocados por la DANA y el Institut Empresarial
Horta Sud, los técnicos del organismo de cuenca han avanzado las
principales medidas de un plan que "actúa sobre la exposición, al tiempo
que pretende reducir la vulnerabilidad y la peligrosidad en toda la
zona afectada".
El Plan para la recuperación y mejora de la
resiliencia frente a las inundaciones en la zona afectada por la dana en
la Comunitat Valenciana se encuentra desde hace un mes en fase de
consulta pública y, aunque el periodo de exposición finalizaba este
miércoles, la CHJ ya ha avanzado que mantendrá abierto el canal para las
aportaciones "unas semanas más".
Por ello, y para asegurar la
máxima difusión, la oficina del Comisionado se encuentra inmersa en la
realización de toda una serie de reuniones y encuentros.
El
comisionado del Gobierno para la Reconstrucción de la dana, José María
Ángel, ha admitido que son "conscientes de que el riesgo cero no
existe", pero ha recalcado que sí pueden "actuar para aumentar la
protección y la resiliencia de la zona".
En este sentido, ha
considerado que es "importante que la población sepa cuáles son las
actuaciones programadas por la Confederación Hidrográfica del Júcar en
los cauces y barrancos de toda la zona afectada, a fin de evitar que un
nuevo suceso como el del pasado mes de octubre pueda acabar inundando y
arrasando otra vez pueblos, campos y polígonos industriales".
Al respecto, sobre las medidas previstas por la CHJ para reducir
"significativamente" niveles de agua y velocidades del flujo y
sedimentos en crecidas extraordinarias y que es "lo que permitirá
reducir la peligrosidad", la CHJ ha destacado que trabajará en cuatro
ejes principales de actuación.
Entre ellas, se encuentran las
actuaciones forestales en la cabecera de la cuenca para reducir caudales
máximos y sedimentos; o las zonas de almacenamiento controlado para
disminuir los caudales máximos, de manera que se laminen caudales aguas
arriba de las poblaciones y las áreas de actividad económica.
Igualmente, también plantean las vías verdes para el desvío de los
caudales por donde ya discurren los flujos desbordados tanto del
barranco de la Saleta como del barranco del Poyo, y así incrementar la
capacidad de drenaje de la cuenca; y las adecuaciones de cauce en puntos
críticos para reducir desbordamientos hacia poblaciones.
La explicación concreta del Plan y de las actuaciones en él
contenidas ha correspondido a los técnicos de la Confederación
Hidrográfica del Júcar Nacho Valero y Teodoro Estrela, quienes han
expuesto en primer término los futuros cambios normativos y la nueva
cartografía de peligrosidad y riesgo de la zona, actualmente en
desarrollo y que, según han adelantado, "limitarán de manera más
restrictivas los usos en zonas inundables".
Por lo que se
refiere a la reducción de la vulnerabilidad, Estrela se ha referido al
Programa de adaptación al riesgo de inundación en edificios y viviendas,
que servirá para apoyar financieramente a la ciudadanía para la
adaptación al riesgo de inundación.
