VALENCIA.- El mes de mayo ha comenzado con una oleada de bajas en Vox. Cuatro concejales de la formación de extrema derecha han abandonado el partido en la provincia de Valencia en apenas una semana, resquebrajando la imagen de unidad y disciplina que proyecta la organización liderada por Santiago Abascal, que empieza a cojear. Además, el pasado viernes abandonaron el partido dos concejales de la localidad castellonense de Almassora, según Valencia Plaza.
El primero en hacer pública su marcha fue Guillermo Alonso del Real (en la imagen), hasta ahora vicealcalde de Torrent y cabeza de lista del partido en este municipio. “Hoy no me retiro, hoy me libero”, sentenció durante el pleno ordinario en el que oficializó su salida de Vox y su paso al grupo de no adscritos.
Vox logró acceder al gobierno local de Torrent —una de las localidades más importantes de la provincia, con más de 90.000 habitantes— tras las elecciones municipales del 28 de mayo de 2023. Fue la primera vez que la formación alcanzaba el poder en la capital de l’Horta Sud, y lo hizo de la mano del Partido Popular. Ese mismo impulso electoral permitió a Vox obtener presencia en numerosos ayuntamientos valencianos e incluso formar parte del Gobierno autonómico.
Sin embargo, a mitad de legislatura, el partido comienza a mostrar fisuras. Alonso del Real atribuyó su marcha a un prolongado distanciamiento con la dirección de Vox, prefirió la libertad frente a las “dinámicas partidistas” impuestas por la organización. El concejal habló también de la "falta de respaldo" cuando denunció supuestas irregularidades en contrataciones municipales.
La crisis interna que atraviesa Vox en Valencia se agrava con la marcha de Marta Izquierdo, concejala en Nàquera, y hasta ahora una de las figuras clave del único municipio valenciano donde el partido ostenta la alcaldía. Su salida ha dejado ahora en entredicho la gobernabilidad del consistorio y profundiza la fractura interna en la formación.
Izquierdo comunicó no solo su baja como militante y su paso al grupo de no adscritos, sino también una dura crítica a la deriva del partido. Izquierdo perdió su afinidad con los principios de Vox: autoritarismo, centralismo orgánico y una toma de decisiones excesivamente dependiente de su líder nacional. Además, alertó de que el gobierno local se estaba alejando del programa electoral y que algunas decisiones "no siempre se ajustan a la legalidad vigente".
La dirección nacional no tardó en reaccionar ante el transfugismo de sus regidores. Como ya hizo con el exvicealcalde de Torrent, Alonso del Real, Vox exigió a Izquierdo que renunciara a su acta de concejala, una postura que también trasladó a los ediles en Valencia, Juan Manuel Badenas y Cecilia Herrero, quienes han amagado con abandonar el partido y sumarse al grupo de no adscritos.
Como viene siendo habitual, la formación se mantiene en su postura: el acta de concejal pertenece al partido, no al individuo. Desde esa lógica, cualquier representante que abandone Vox debería, por ética, renunciar también a su cargo. Una visión que refuerza el control centralista que tanto critican los ediles disidentes y que deja entrever una creciente tensión entre la estructura nacional y las dinámicas locales del partido.
Esta misma semana también ha dejado el partido la vicepresidenta y encargada de relaciones institucionales de Vox Valencia, Helena Martínez Losada. Al contrario que sus excompañeros de partido, Martínez alegó "motivos profesionales" y no solo deja de formar parte de la formación ultra, si no que también cesa como concejala del Ayuntamiento de Bétera.
Al dejar el cargo interno en el partido, queda en el aire quién podría ser su sucesor y ostentar la vicepresidencia de la formación en Valencia.
Por si fuera poco, el único concejal que representa a Vox en Serra, Carlos Devís, también ha decidido dejar su cargo en este consistorio. Sin embargo, fuentes de Vox consultadas por este diario aseguran que no tiene nada que ver con el partido, si no que se aparta de la política por motivos graves de salud. El cese definitivo del concejal se dará cuenta en el próximo pleno ordinario de Serra.
Dos de los tres concejales de Vox en Almassora anunciaron también el pasado viernes su salida del partido. De nuevo, la razón por la que desisten de Vox se repite: el portavoz de Vox Almassora, Vicente Martínez-Galí, y el número tres de la agrupación, José Martínez, mostraron su descanto con el funcionamiento y las dinámicas internas.
"Desde hace tiempo vienen sucediéndose actuaciones en el seno del partido que no son representantivas de la vida pública y el servicio a los ciudadanos", afirmaron en un comunicado.
Llanos Massó, presidenta de les Corts y del partido en Castellón, reconoció que fue un error incluir a los dos concejales en las listas: "Todos cometemos errores y yo me equivoqué al incluir a estas dos personas en las listas de Vox", concluyó la líder de Vox en Castellón.
"Vox no gobierna con tránsfugas", aseguró Massó.
Mientras la dirección nacional de Vox trata de contener la crisis pidiendo a los ediles entreguen sus acta, las bajas siguen creciendo. Con la mitad de la legislatura aún por delante, la formación atraviesa un momento difícil en la Comunitat Valenciana. El mensaje de unidad que intenta proyectar se debilita cada vez más ante la acumulación de dimisiones y el malestar interno.
