VALENCIA.- Expertos internacionales de instituciones como la ONU, OTAN, el Banco
Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), la NASA y la London
School of Economics and Political Science (LSE) han ahondado este
miércoles en cómo la recuperación efectiva de la provincia de Valencia
tras la dana dependerá de que las administraciones alcancen consensos,
escuchen de cerca las necesidades de la ciudadanía y cuenten con la
comunidad científica. Todo ello para que la provincia salga de la
catástrofe siendo más resiliente ante unos fenómenos extremos cada vez
más frecuentes.
El evento New In Revive Valencia, organizado
por Atlas Tecnológico, ha reunido este miércoles en la Fundación
Universidad-Empresa de la Universitat de Valencia a más de una decena de
expertos internacionales en reconstrucción para compartir sus ideas
sobre el presente y futuro de la provincia después de la devastadora
dana.
El catedrático Princesa de Asturias y director del
Centro Cañada Blanch en The London School of Economics and Political
Science (LSE), Andrés Rodríguez-Pose, cree que "la solución va a tardar
en llegar exactamente lo mismo que se tarde en consensuar; si funciona
todo se puede salir en un año y medio".
En su exposición, ha
analizado la respuesta al terremoto de L'Aquila que en 2009 dejó 309
fallecidos y el de Umbria y Marche en 1997, ambos en Italia, con el
objetivo de que Valencia no repita los mismos errores. En L'Aquila, la
ciudad no ha recuperado su actividad y la población es inferior a la que
había.
"Nadie hablaba con nadie, se luchaba de forma individual y mal.
El efecto de la inversión se perdió en inversiones que nadie había
demandado, nadie hablaba con la sociedad civil", ha diagnosticado.
En cambio, "la recuperación fue mucho más rápida" en Umbria y
Marche, donde ha destacado la estrecha coordinación con la sociedad
civil por parte de las autoridades y el énfasis en la vuelta inmediata
de las personas a sus negocios y casas.
"Toda reconstrucción
es para construir mejor, evitar que esto ocurra pero también crecer
desde un punto de vista social y económico, siempre involucrando a los
ciudadanos. Los mayores errores han surgido en el pasado cuando las
administraciones no han colaborado unas con otras, y cuando no se han
tenido en cuenta en las decisiones lo que se demandaba por parte de los
afectados, ya sean ciudadanos, empresas o instituciones", ha expuesto.
Rodríguez-Pose considera que "hay un futuro muy prometedor en
Valencia", pero se requiere "unas instituciones que funcionen" y "una
participación ciudadana y civil importante" para "crear una Valencia
nueva, mucho más resiliente, mucho más fuerte y mucho más capaz de crear
un desarrollo sostenible".
Preguntado por si esta
coordinación se están dando en Valencia, ha apuntado que "es difícil
saberlo desde fuera", pero por las imágenes que han surgido "por ahora
no se están dando esas condiciones".
El experto ha advertido que "la
parte más difícil de un proceso de recuperación después de un desastre
natural es cuando desaparecen los focos" mediáticos, y ha recomendado
que se debe evitar "la lucha política" y los actores deben "remar todos a
la misma vez".
El director y
fundador de Prepared International, experto de la UNDAC (Evaluación y
Coordinación de Desastres) de la ONU y asesor en migraciones a la OTAN,
Albrecht Beck, ha destacado cómo la catástrofe en Valencia no es un
hecho aislado y países europeos como Alemania están sufriendo estos
desastres, y deben cambiar sus sistema de seguridad y protección civil y
mejorar su preparación técnica, "que cuando se reconstruyan estas zonas
estén mucho mas preparadas que antes".
El experto ha defendido la
necesidad de un modelo de gestión unificado que utilice los datos para
anticiparse a los acontecimientos y transformar la crisis en una
oportunidad.
Beck ha puesto de manifiesto cómo en muchas
ocasiones es más fácil la colaboración entre países vecinos que entre
las administraciones de un mismo país, donde surgen preguntas de "quién
va a pagar qué" y "se ponen en comparación unas regiones con otras". Una
cuestión que él también ha observado en su Alemania natal.
Asimismo, también ha destacado que la inteligencia artificial permitirá
cada vez disponer de datos más rápido y "valorar los riesgos reales que
puede haber" en una población, sus características y cómo necesita que
sea la reconstrucción. "Nos da la posibilidad de preparar las cosas con
antelación", ha expuesto.
Como director de medio ambiente en el Banco Europeo de Reconstrucción
y Desarrollo (BERD), el valenciano Adonai Herrera ha señalado que
"debemos imaginar qué ciudad queremos tener en 15 años y planificarla en
función de esa misión de sostenibilidad, no de intereses privados e
individuales, sino colectivos y públicos".
Herrera-Martínez
ha asegurado que "la inversión en la naturaleza tiene retornos sociales
enormes" a la vez que una "herramienta muy efectiva" para mitigar el
cambio climático y adaptarse a él. Mitigar los riesgos del cambio
climático "no solo es un imperativo moral sino intelectual", y a la vez
"también una manera de captar las oportunidades de inversión".
En el marco de la crisis climática, "es importante escuchar a los
científicos que se dedican a analizar y estudiar los procesos físicos
que ocurren", pero también "a las instituciones financieras y
aseguradoras que traducen esos riesgos físicos en riesgos financieros".
Por su parte, la profesora adjunta en el departamento de Ciencias
Geográficas en la Universidad de Maryland e investigadora de la NASA
Belén Franch, ha destacado cómo la teledetección y la observación de la Tierra a través de satélites "puede ser útil para prevenir" las
tragedias, y cómo "los modelos climáticos son cada vez más precisos".
Así, ha explicado que los satélites de ESA y NASA producen imágenes que
pueden consultarse gratuitamente y permiten monitorizar cuestiones como
el impacto en la agricultura, que es su área de trabajo.
Mientras "a día de hoy las aseguradoras están desechando todas las
cosechas", las imágenes satelitales pueden ayudar a gestionar de una
forma más eficiente esta situación y proporcionar datos reales sobre su
estado, en vez de su descarte automático.
En ese sentido, ha
remarcado que el "uso de la tecnología al servicio de los eventos o
conflictos socioeconómicos es crítico, es una herramienta muy potente"
y, ante los desastres naturales, se debe seguir apostando por la ciencia
y la transferencia de conocimiento, tanto en el sector público como en
el privado.
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