jueves, 29 de mayo de 2008

Enrique Guerrero y el primo de ZP / Manuel Adolfo Martínez Pujalte

En un reciente artículo titulado "Mi Mayo del 68", aludía a Enrique Guerrero Salom como antiguo compañero mío de curso en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid en la década de los 60 del pasado siglo, subrayando que asistí con él al mítico recital que el cantautor valenciano antifranquista, Raimon, dio en el hall de la citada institución docente.

Desde entonces, he seguido su brillante trayectoria en la doble vertiente académica y política, y ahora acabo de enterarme que ha sido sustituido en su cargo de director adjunto del gabinete de la presidencia del Gobierno, por José Miguel Vidal Zapatero, primo del actual inquilino de La Moncloa.

Tanto mi amigo Enrique como el pariente de ZP tienen ciertas afinidades en el plano profesional, pues no en vano, además de haber trabajado juntos en el entorno presidencial, ocupando José Miguel la dirección del departamento de Asuntos Institucionales, ambos proceden de la docencia universitaria, habiendo ejercido el saliente en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense madrileña y el entrante en la Universidad de Valladolid como profesor asociado de Derecho Constitucional.

Creo que aunque el primero ha puesto el listón muy alto, dada su perspicacia y laboriosidad, es de esperar que el segundo no le vaya a la zaga, y sea también un eficaz colaborador del jefe del Ejecutivo, con ese plus de entrega derivado de sus entrañables vínculos familiares con él.

Pese a no tener el rutilante currículo de su predecesor en el cargo, ya que Enrique Guerrero ha desempeñado, entre otras relevantes responsabilidades, la de subsecretario del ministerio de Educación y la de Secretario General de Relaciones con las Cortes y es autor de, entre otros varios libros, de El Parlamento: qué es, cómo funciona, qué hace, no cabe duda de que su sucesor desarrollara sus funciones con gran rigor y diligencia, tal y como ha venido haciendo desde su anterior puesto en el organigrama monclovita.

ZP y José Miguel Vidal, entusiastas ambos de la obra de Marcel Proust, podrán desgranar ahora más que nunca, con la magdalena simbólica de sus comunes vivencias, numerosos recuerdos de infancia y adolescencia, cuando, según cuenta el periodista Oscar Campillo en su espléndida biografía del presidente, JMV tenía el alias de 'Mandi', por la prominencia de sus mandíbulas, y su primo José Luis el de 'Papes', a causa de la abundancia de sus carrillos, levemente protuberantes y ligeramente caídos, y de su admirable parecido con los mofletes del perrito que aparecía en un anuncio publicitario de la época, el de la firma de calzado Hush Puppies, pronunciado algo así como jas papes.

No sé lo que le depara el futuro a nivel profesional a Enrique Guerrero, cuyo nombre llegó incluso a sonar no hace mucho en algunos círculos como ministrable, pero imagino que dada su probada capacidad política y rico bagaje intelectual, le esperan importantes tareas que desempeñar en el ámbito de la Administración del Estado.

Siempre le he profesado una enorme admiración, por sus extraordinarios méritos personales, ya que, procedente de una familia humilde de la huerta valenciana, estudió toda la carrera con becas, obteniendo un brillante expediente académico que le valió para, posteriormente, dedicarse a tareas docentes y opositar al cuerpo de Administradores Civiles del Estado, con no menos excelente resultado. Fiel a su extracción social y coherente con sus ideas progresistas, siempre se ha caracterizado por su compromiso político con los más necesitados.

Creo que el ejemplo de esta honesta ejecutoria como fiel servidor del Estado por parte de EGS, es el mejor legado que puede asumir José Miguel Vidal en el apasionante periplo que acaba de comenzar a las órdenes de su ilustre primo en los procelosos mares de la alta política, desgraciadamente muy abundantes en tiburones, muchas veces disfrazados de gaviotas.

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