El parón afecta de forma trascendental a las variedades tempranas y extra-tempranas, que se deberían haber recogido durante la semana pasada o la actual.
Así, señalaron que "al no poder recolectar el producto, las operaciones de compra-venta no se realizan y por tanto el mercado se encuentra estancado para perjuicio de los agricultores".
En un primer momento, apuntaron las lluvias fueron recibidas por los citricultores como "positivas, por la forma tranquila en la que se produjeron en las zonas de interior, ya que aportaban un aumento del calibre y de las propiedades al producto".
No obstante, matizaron que "una persistencia de las lluvias en el tiempo podría ser contraproducente, ya que el producto no se podría recolectar, y al mantenerse los cítricos en el árbol más tiempo del adecuado, puede hacer que el producto se sobre-madure, pierda sus cualidades óptimas y su salida al mercado se haga en peores condiciones que si se hubiera recogido a su tiempo".
De este modo, aseguraron que "las previsiones meteorológicas apuntan que la Comunidad Valenciana continuará recibiendo lluvias de forma generalizada, al menos durante esta semana, un aspecto que obliga a la paralización de las labores de recogida en todo el territorio valenciano, sin excepción".
En concreto, precisaron que desde mañana martes hasta el fin de semana, "se esperan precipitaciones moderadas en las tres provincias, con lo que se hace imposible reemprender la recogida de las cosechas, sobre todo de las variedades tempranas y extra-tempranas que ya están maduras".
Sin embargo, resaltaron que "el agua caída y por caer en la Comunidad Valenciana, siempre que no sean precipitaciones bruscas o con pedrisco, son positivas para los cítricos que están en proceso de maduración o variedades más tardías, ya que aportan características al producto y mayor grosor".
Además, sirven para "evitar el riego de los campos durante los días que está lloviendo, y para aumentar las reservar de acuíferos y pantanos", añadieron.
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