VALENCIA.- Dado que la fusión entre Bancaja y la CAM es rechazada por ambas entidades, las dos, debido a la coyuntura económica y financiera actual, van a tener que buscar fórmulas imaginativas para hacer frente a la crisis financiera, según www.lavozdigital.net
La fusión que sería una posición beneficiosa para ambas entidades y para la economía valenciana, debería no alargare en el tiempo. No obstante, al parecer esta fusión puede ser abortada por otras posibilidades. Aquí es donde entran las llamadas fusiones interregionales. Según diversas fuentes, Bancaja y CAM juegan a otro tipo de fusiones con entidades de otras autonomías.
En este baile de fusiones interregionales Bancaja no deja de ver de reojo a Ibercaja, y CAM ve una fusión natural con Caja Murcia e incluso con la Caja de Castilla La Mancha.
Estas fusiones no aliviarian en el fondo la situación de ambas entidades. ¿Por qué? Sencillamente porque la caja resultante entre una fusión Bancaja-Ibercaja, no tendría el suficiente volumen para competir con el resultante de otras fusiones. Lo mismo sucedería con la posible fusión entre CAM y Caja Murcia o Caja Castilla-La Mancha.
Además, conviene no perder de vista la caja resultante de la fusión de todas las cajas andaluzas, con un volumen de 2.732 oficinas y un total de activos de 92.657 millones de euros.
No hay que olvidar tampoco el peso de Caja Madrid, que suma 1.980 oficinas y un importe de activos de 158.854 millones de euros, por no hablar los datos de La Caixa.
Por todo, ello algunas fuentes económicas mantiene sus reservas a las posibles fusiones interregionales que están realizando desde Bancaja y CAM.
La fusión entre ambas entidades es la única vía para competir en el futuro reorganizado mapa de las cajas españolas. La fusión permitiría seguir contando con una entidad valenciana de referencia y, además, daría lugar a una caja altamente competitiva.
La fusión incorporando a Caixa Ontinyent, daría lugar a una entidad con 2.306 oficinas y un total de activos de 173.358 millones de euros.
Por tanto, los movimientos aislados fuera de la Comunidad Valenciana, no daría, ni de lejos, el resultante de una fusión natural entre ambas. El gobierno valenciano debería propiciar un clima de entendimiento entre las direcciones de Bancaja y CAM para cristalizar su fusión.
La fusión que sería una posición beneficiosa para ambas entidades y para la economía valenciana, debería no alargare en el tiempo. No obstante, al parecer esta fusión puede ser abortada por otras posibilidades. Aquí es donde entran las llamadas fusiones interregionales. Según diversas fuentes, Bancaja y CAM juegan a otro tipo de fusiones con entidades de otras autonomías.
En este baile de fusiones interregionales Bancaja no deja de ver de reojo a Ibercaja, y CAM ve una fusión natural con Caja Murcia e incluso con la Caja de Castilla La Mancha.
Estas fusiones no aliviarian en el fondo la situación de ambas entidades. ¿Por qué? Sencillamente porque la caja resultante entre una fusión Bancaja-Ibercaja, no tendría el suficiente volumen para competir con el resultante de otras fusiones. Lo mismo sucedería con la posible fusión entre CAM y Caja Murcia o Caja Castilla-La Mancha.
Además, conviene no perder de vista la caja resultante de la fusión de todas las cajas andaluzas, con un volumen de 2.732 oficinas y un total de activos de 92.657 millones de euros.
No hay que olvidar tampoco el peso de Caja Madrid, que suma 1.980 oficinas y un importe de activos de 158.854 millones de euros, por no hablar los datos de La Caixa.
Por todo, ello algunas fuentes económicas mantiene sus reservas a las posibles fusiones interregionales que están realizando desde Bancaja y CAM.
La fusión entre ambas entidades es la única vía para competir en el futuro reorganizado mapa de las cajas españolas. La fusión permitiría seguir contando con una entidad valenciana de referencia y, además, daría lugar a una caja altamente competitiva.
La fusión incorporando a Caixa Ontinyent, daría lugar a una entidad con 2.306 oficinas y un total de activos de 173.358 millones de euros.
Por tanto, los movimientos aislados fuera de la Comunidad Valenciana, no daría, ni de lejos, el resultante de una fusión natural entre ambas. El gobierno valenciano debería propiciar un clima de entendimiento entre las direcciones de Bancaja y CAM para cristalizar su fusión.
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