viernes, 12 de junio de 2009

El Gobierno español regulariza al empleado boliviano que perdió el brazo en un accidente

MADRID.- El Gobierno anunció este viernes la regularización, "por razones extraodinarias", del trabajador boliviano en situación ilegal que perdió el brazo por un accidente laboral en una panificadora de Gandía, cuyo propietario abandonó al herido cerca de un hospital y luego tiró el miembro amputado a la basura.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega también reveló que han enviado a la fiscalía un informe de los inspectores de trabajo que señala "graves deficiencias de seguridad e higiene" en la panificadora. Comisiones Obreras (CCOO) de Valencia denunció el jueves al empresario.

En su página de Internet, el sindicato afirma que, el pasado 28 de mayo, el boliviano de 33 años Franns Rilles Melgar Vargas estaba trabajando cuando, mientras manipulaba la masa de pan, quedó atrapado por una máquina en movimiento. Tras lograr detenerla, se dio cuenta de que le había amputado el brazo.

La víctima, que sigue en el hospital, trabajaba en esa empresa desde hacía dos años "con jornadas de 12 horas diarias, sin contrato y por un sueldo de 23 euros al día", según CCOO. Franns fue abandonado a 100 metros del hospital Francesc de Borja de Gandía por su empleador, que luego "regresó a la fábrica, limpió la sangre y tiró el brazo a un contenedor de basura", explicó el sindicato.

Una vez en el hospital, los médicos constataron que era imposible recuperar el brazo seccionado para intentar reimplantarlo. La Guardia Civil encontró el miembro amputado en un contenedor, según CCOO, que considera lo ocurrido como una "prueba más que fehaciente de la actitud del empresario, que después de limpiar la máquina y deshacerse del contenido, continuó trabajando", añadió el sindicato.

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