Para que prospere la propuesta de pago, deberá recibir el respaldo de al menos el 50% de los acreedores durante la celebración de dicha junta. En caso contrario, la empresa y sus filiales tendrán que ser cerradas y liquidadas.
Así lo establece auto dictado por el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Valencia en el que dicta el fin de la fase común del proceso concursal que afecta a Llanera y a siete de sus filiales desde noviembre de 2007.
En la junta de acreedores se votará la propuesta de convenio de Llanera y tres filiales, dado que para las otras cuatro sociedades se ha decretado la fase de liquidación.
En el caso de las tres filiales que no están en liquidación, la propuesta de pago fijan quitas de deuda del 25%, el 50% y el 90%, respectivamente y un plazo de espera de ocho años para los dos primeros casos y de uno para el último.
De su lado, las empresas en liquidación están pendientes de que las administración concursal redacte y presente el correspondiente plan de liquidación, informó hoy Iure Abogados, despacho especializado en concursal que representa a varios acreedores de la que fue primera gran suspensión de pagos de la actual crisis constructora e inmobiliaria.
El despacho calcula, a partir de estimaciones realizadas sobre los informes concursales, que los acreedores de Llanera pueden cobrar hasta un 60%.
La firma de abogados recordó que la apertura de liquidación implica además la formación de la sección de calificación de concurso, en el que éste podrá ser declarado como fortuito o como culpable.
La declaración de culpabilidad parte de la existencia de conductas que hayan generado o agravado el estado de insolvencia de la concursada con conocimiento previo y puede implicar que aquéllos que sean declarados culpables sena condenados a pagar a los acreedores el importe de los créditos que no hayan recibido en la liquidación de la empresa.
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