miércoles, 16 de septiembre de 2009

UGT en Almussafes afirma que exportar el C-MAX a EEUU permitiría recuperar en 2011 los afectados del ERE

VALENCIA.- El secretario general de UGT en la planta de Ford en Almussafes, Gonzalo Pino, estimó hoy que la decisión de la multinacional de exportar el nuevo C-MAX desde la factoría valenciana a Estados Unidos a partir de 2011 "es una muy buena noticia" porque "a la vuelta de dos años, se estará en mejores condiciones para mantener los niveles de plantilla que tenemos y se podrá recuperar a todos los compañeros afectados por los ERE" --Expedientes de Regulación de Empleo-- planteados por la compañía.

Pino valoró así el anuncio realizado en Frankfurt por el presidente de Ford España, José Manuel Machado, y subrayó que "significa que la empresa está respondiendo al acuerdo firmado en 2007" entre UGT, sindicato mayoritario, y el presidente de Ford Europa, John Fleming.

No obstante, precisó que "aún no se ha empezado a producir ese nuevo producto", por lo que "será a partir de mediados o finales del año que viene cuando se empezarán a ver los efectos reales de esa decisión".

"Aún queda tiempo para saber con exactitud lo que supondrá", insistió Pino, quien agregó que "también hay que ver cómo se comporta el mercado, lo que sucede cuando se terminen las ayudas de los gobiernos y si los bancos abren líneas de créditos".

El responsable sindical resaltó asimismo que la planta valenciana "vive en este momento una situación muy preocupante, con un ERE planteado para acometer la extinción de 600 contratos", y subrayó que, por ello, "es muy pronto para saber, a un año vista, lo que va a producir el lanzamiento del C-MAX en un mercado que debe ir madurando y se debe ir abriendo", dijo.

Pino hizo hincapié en que "el mercado se tiene que recuperar en un año o año y medio", por lo que la intención del sindicato es "sin poder obviar que se ha eliminado un turno de 1.100 personas y que hay otros 240 compañeros afectados por un ERE hasta final de año, lograr regular la situación de cara al futuro para que todos los afectados puedan volver cuando se recupere el mercado" y lo hagan además "en las mismas condiciones que tienen ahora".

Así, ratificó su disposición de sentarse "a hablar" con la dirección "siempre que muestre un principio de voluntariedad para abordar esta situación" y se comprometa a que "cualquier acuerdo que se alcance garantice la recuperación de los trabajadores afectados cuando vuelva la carga de trabajo", según el "compromiso de buscar fórmulas no traumáticas para hacer frente a estas situaciones y respetar los derechos adquiridos de los trabajadores" adoptado con Fleming en 2007.

Confió, en este sentido, en que la dirección "sea capaz de reflexionar y se dé cuenta de que no debe imponer quién se ve afectado por el ERE y en qué condiciones", sino que acepte "dialogar para buscar las mejores soluciones" a fin de que "cuando llegue el momento en que el mercado se recupere y vuelva a subir la producción, esos trabajadores que ahora se ven afectados por el ERE puedan ser quienes vuelvan para atender las necesidades de producción".

Pino recalcó que el anuncio realizado ayer por Machado "es una buena noticia y supone cumplir uno de los aspectos contemplados en el acuerdo, lo que puede significar que la empresa está dispuesta a desarrollar los compromisos adoptados" y subrayó que acudirán con ese convencimiento a las reuniones convocadas mañana para abordar tanto el ERE, como las negociaciones sobre el convenio colectivo.

"Por la mañana nos sentaremos para tratar la negociación del convenio, que sigue bloqueada, y por la tarde, hablaremos sobre el ERE de extinción de contratos, en el que se deben buscar fórmulas no traumáticas para los afectados y la mejor solución para facilitar así la vuelta a la factoría de los compañeros afectados cuando se produzca la recuperación del mercado", resumió.

Por su parte, el secretario general de CCOO en la planta, Miquel Rosaleny, comentó que "no" les "queda claro que en Almussafes se vayan a hacer esas 60.000 unidades adicionales anuales para exportar a Estados Unidos" y sostuvo que "si fuese cierto, habría que plantearse la retirada del ERE de extinción, porque está basado en las previsiones de producción de 2010 y 2011".

Rosaleny comentó no obstante que temen que la dirección "diga que eso ya estaba previsto al plantear el ERE", lo que, en su opinión, "confirmaría que ese ERE es aún más exagerado de lo que pensábamos y que incluso podría considerarse una forma de interferir en la negociación del convenio".

En la misma línea, reivindicó que en la reunión de mañana "se debería avanzar en la negociación del convenio" y "se debería recuperar la propuesta que había encima de la mesa pero incluyendo una mejora salarial y el mantenimiento de los derechos de los trabajadores".

"En eso consistía la propuesta alternativa planteada por CCOO, CGT y STM, que es la que más se ajusta a la realidad y a las pretensiones de la dirección", sentenció.

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