En un escrito enviado a los medios de comunicación, señaló que "por desgracia, nos hemos acostumbrado a encontrarnos todos los días con nuevas situaciones en las que nuestro gobierno autonómico usa su poder para beneficiar a unos pocos amigos" y defendió que Alfafar había "salvado" el "gran número de obstáculos" que deben superarse para la implantación de la multinacional. "Todos, excepto uno: el gobierno de Camps no quería ver un Ikea en nuestro término", dijo.
En este sentido, reivindicó que el proyecto Alfafar Parc, que incluía la apertura de una tienda de Ikea, "cumple con absolutamente todas las exigencias que se especifican en la normativa vigente", por lo que denunció que "la ley del partidismo, del amiguismo y del interés propio, tan habitual en el partido popular valenciano, vetó este proyecto".
Muñoz resaltó que el consistorio "está del lado del gran trabajo realizado por los propietarios de Alfafar Parc", que "seguirá adelante y con operadores importantes, en los que puede estar incluido, por qué no, una segunda tienda Ikea", planteó.
El primer edil reprobó que "este abuso de poder ha perjudicado los intereses de todos los vecinos y vecinas de Alfafar" que, a su "nada objetivo" parecer, "se lo merecían más que los de cualquier otro municipio" porque "con su trabajo, han sido los creadores del gran negocio del mueble que hoy está profundamente arraigado en nuestro término y que ha sido tan importante para nuestra historia".
"Hay que tener presente que el Triángulo del Mueble siempre estuvo a favor de una tienda Ikea en Alfafar", recalcó Muñoz, quien destacó que la localidad "cuenta con una zona comercial consolidada".
"Por algo, la multinacional Continente --ahora Carrefour-- nos eligió como sede de la primera tienda en España en el año 1975", apostilló.
"Es intolerable, que tras diez años de negociaciones, nuestra Comunidad no pueda conseguir abrir una tienda de esta empresa y que otras comunidades autónomas con menor demanda y población nos hayan adelantado en su implantación", sostuvo Muñoz, quien estimó que este hecho "demuestra que al gobierno de Camps no le interesa el bienestar de los valencianos", sino que "se rige por intereses oscuros y que nada tienen que ver con la calidad de vida en esta comunidad".
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