VALENCIA.- Un estudio internacional, en el que ha
participado la Universitat de València, ha advertido de un aumento de
microalgas tóxicas en la Albufera de Valencia por la reducción de
precipitaciones, según ha informado la institución provincial en un
comunicado.
El estudio ha detectado que el aumento de la temperatura global del
Planeta está favoreciendo una mayor proporción de microalgas
denominadas cianobacterias en el plancton de lagos someros o de poca
profundidad, los más numerosos del Planeta y por lo tanto un aumento del
riesgo de toxicidad por cianotoxinas producidas por estas microalgas.
En concreto, los investigadores de la Universitat, dirigidos por
la profesora de Ecología Susana Romo, han centrado su estudio en el
Parque Natural de la Albufera de Valencia, y han concluido que los
últimos 10 años ha habido un aumento de estas microalgas tóxicas en el
plancton del lago.
Esta situación se ha producido como consecuencia de la alta
concentración de nutrientes en las aguas, y al mismo tiempo por el
aumento del tiempo de residencia del agua, debido a la reducción de los
caudales y aportaciones de agua de buena calidad al lago, una situación
que se ha agravado especialmente en los años secos.
El proyecto SALGA ha contado con la participación de 11 centros de
investigación de Europa y Sudamérica y ha sido financiado por el
Gobierno holandés, y también por diversos organismos como la Unión
Europea, además de National Geographic. Su objeto de estudio ha sido la
ecología y los efectos climáticos en lagos de poca profundidad situados
entre el norte de Europa y el sur de Sudamérica.
Al respecto, la investigadora Susana Romo, de la Unidad de
Ecología del Departamento de Microbiología y Ecología de la Facultat de
Ciències Biològiques, ha destacado que esta concentración de toxinas
presente en las microalgas está pasando a la cadena trófica y
acumulándose en la fauna (por ejemplo los peces) del Parque Natural de
la Albufera.
Entre las medidas que los científicos apuntan para solucionar la
concentración de toxinas, haría falta la aportación, al menos, de 200
hectómetros cúbicos anuales de agua a la Albufera para evitar tiempos
largos de residencia del agua, los cuales favorecen la proliferación de
estas algas tóxicas. Otra medida recomendada por los estudiosos de la
Universitat es la reducción de vertidos y nutrientes a la Albufera hasta
concentraciones recomendadas.
Igualmente, señala que haría falta un control sistemático de los
niveles de cianobacterias y toxinas tanto en el agua como en la fauna
del Parque Natural de la Albufera, especialmente respecto a aves y pces,
de forma que los indicadores se rebajen hasta niveles de bajo riesgo
medioambiental y de salud humana, de acuerdo con los protocolos
internacionales.
En el caso valenciano, para este estudio también se han obtenido
algunos resultados de otras zonas húmedas, como el Prat de
Cabanes-Torreblanca y el Fondo d'Elx, si bien la mayor parte de la
investigación se ha desarrollado en el lago la Albufera, de València.
La participación española en este estudio se ha centrado en la
Universitat de València. Concretamente la Unidad de Ecología del
Departamento de Microbiología y Ecología de la Facultat de Ciències
Biològiques. Los datos aportados al proyecto global se han obtenido del
estudio concreto sobre la Albufera de València, entre los años 2001-2002
y 2005-2008, llevado a término por los profesores Susana Romo y Juan
Soria y con la colaboración de la profesora Francisca Fernández, del
Departamento de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid. En el
proyecto también han participado doce becarios y colaboradores.
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