VALENCIA.- Feria Valencia tiene
marcado en rojo el próximo día 18 en el calendario. La reunión del
patronato marcará un antes y un después en la historia de la institución
ferial, que se enfrenta al reto de su refundación
sumando una nueva etapa en este intento de salir a flote.
Lastrada por
la millonaria deuda, Feria Valencia entrará ahora, con la salida de la
presidencia de José Vicente González, en un periodo de
interinidad, tras haber pactado Generalitat, Ayuntamiento de Valencia,
Cámara Valencia y la patronal CEV, dejar vacante ese puesto tras la
reunión del patronato y constituir una presidencia colegiada. Feria Valencia, en la encrucijada, se la juega en los próximos meses... o años.
Es lo que puede tardar en resolverse la incógnita de su futuro, que pasa por solventar la cuestión de la deuda
-habrá que disolver la entidad jurídica ante la negativa de los
acreedores a aceptar voluntariamente la subrogación de la deuda por
parte de la Generalitat- y por definir qué modelo de gestión se quiere para Feria Valencia.
A la complejidad del primer asunto se suma la dificultad de pactar
políticamente una cuestión que separa a Compromís y a PSPV.
Los empresarios ya han dicho que apuestan por la colaboración público-privada.
La duda es si la búsqueda de un socio externo privado debe ser para que
tenga una participación en Feria mayoritaria (tesis del PSPV y la
Conselleria de Hacienda) o minoritaria (tesis de Compromís y Economía).
Feria
Valencia tiene sobre la mesa un informe de la consultora AMR que da
algunas claves al respecto. Parte de la tesis de que "todos los socios
potenciales tienen pros y contras;sin embargo, los socios de la
industria o de capital privado parecen los que aportan mayor valor
agregado".
El escenario en el que se moverá la futura Feria Valencia no es fácil. La previsión es que el mercado de las ferias comerciales "crezca constantemente",
según el informe elaborado por AMR. Si el mercado global creció en 2017
un 3,5%, el pronóstico para 2022 habla de un 5%. Además, "el mercado
español se recupera después de la recesión y se prevé que crezca un 7%
hasta 2021".
Pero "la competencia entre organizadores de ferias se está
intensificando" y "los visitantes son cada vez más exigentes". Sin
olvidar que "en los mercados maduros existe alguna amenaza en los
entornos digitales".
En este contexto, Feria Valencia presentó un rendimiento "inferior a lo esperado" durante la crisis de 2009-2013. Los ingresos cayeron desde los 33 a los 15 millones de euros. Si bien a partir de 2013 los números empezaron a recuperarse,
los 20 millones alcanzados en 2017 se encontraban aún por debajo de los
niveles pre-crisis, según destaca el informe. En esta línea, el volumen
(en metros cuadrados) de ferias propias disminuyó un 11% anual durante
la crisis.
Solo por comparar, Fira Barcelona fue capaz de
mantener sus ingresos durante la crisis, mientras que los de IFEMA
cayeron pero ya se han recuperado. Y "en 2017, el Ebitda de Feria
Valencia fue del 5%, en comparación con el 19% de IFEMA y el 11% de Fira
Barcelona".
A partir de aquí, la búsqueda de un socio externo no
será fácil.
A juicio de AMR, las ventajas no son pocas:inversión ("puede
aportar fondos para apoyar iniciativas de crecimiento y el desarrollo
de Feria Valencia"), habilidades ("puede salvar brechas en las
capacidades existentes"), red ("trayendo clientes, expertos") y, sobre
todo, cambio ("tomando un papel activo en la reestructuración y el
cambio cultural").
Ahora bien, la operación tiene sus
riesgos:conflicto de intereses de los accionistas, "visiones
desalineadas" (dificultando los consensos), "pérdida de autonomía" en
las decisiones al haber múltiples partes con diferentes intereses o
"conflicto de cultura" (en el sentido de colisión de diferentes estilos
empresariales).
En resumen, "el capital privado suele tener una
participación mayoritaria en un negocio de eventos. Una participación
minoritaria puede ser beneficiosa para Feria Valencia, pero también
podría ser más difícil de encontrar". Es decir, ¿qué socio querría serlo
sabiendo que no tendrá la mayoría para decantar la balanza en la toma
de decisiones?
Las opciones que pone sobre la mesa la consultora
son varias. Si el socio externo se queda con una participación
minoritaria, Feria Valencia podría asociarse con una "entidad
gubernamental" (la Cámara de Comercio, por ejemplo), con un organizador
sin ánimo de lucro o con capital privado. Estas dos últimas opciones
serían también válidas si se decide que los socios externos tengan una
participación mayoritaria. Y esto ya formará parte de la futura pugna
política, según crónica de El Mundo.
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