ELCHE.- El equipo de arqueólogos que ha trabajado durante semanas en la localización de fosas comunes en el campo de concentración franquista de Albatera (Alicante) ha hallado la estructura y cimentación de un “barracón de unos 60 metros, blanco y con pilares”, muy próximo a la caseta, que todavía permanece en pie, donde había un horno.
Así lo ha revelado el arqueólogo Felipe Mejías, responsable de este proyecto, que busca la localización de fosas comunes en este campo de concentración.
Un hallazgo, junto a la estructura de otros dos barracones, “muy interesante a nivel científico”. De hecho y, según sus palabras, “cuando se excave todo, vamos a poder plantear una posible musealización o recreación de cómo fue”.
“Es un trabajo a medio plazo. El sondeo es preliminar; cuando excavemos, saldrán correas de los cimientos, pilares, restos materiales u objetos revueltos. Tenemos que ver qué hallamos, en qué situación y qué posibilidades tienen para musealizar”, ha añadido Mejías.
El equipo arqueológico ha encontrado restos humanos en el relleno de una zanja creada en los años 70 para la instalación de tubos de drenaje en la parcela. Entre ellos, un “fragmento de cráneo -el hueso occipital- y un tibia", ha precisado.
“Esto nos permite confirmar con precisión y exactitud que hay fosas comunes a más de 50 centímetros de profundidad”, ha indicado.
El arqueólogo ha hablado de la dificultad de estos trabajos al ser una parcela “muy grande”, de 14 hectáreas. Esto les ha permitido trabajar únicamente en un 20 por ciento de la superficie.
Por ello, Mejías ha avanzado que ya han solicitado una ayuda estatal, que se va a canalizar a través de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), y que a principios de año pedirán otra a la Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática para localizar y exhumar fosas.
“Con estas dos subvenciones, la idea es volver a finales de primavera o principios de verano para retomar los trabajos de localización de fosas, sondeando aquellas zonas donde no se ha actuado. Se van a seguir haciendo prospecciones con detectores de metales en parcelas de alrededor, donde van a salir más objetos y proyectiles”, ha avanzado.
En esta línea, ha contado que ha localizado once fotografías inéditas del campo de trabajo cuando todavía era republicano en un archivo del Alto Penedés, en Cataluña.
Se trata de once imágenes de un fotorreportero británico que estuvo por esta zona en años de la Guerra Civil.
“Es un documento importante para nosotros porque nos permite situar con precisión dónde estaban las infraestructuras del campo. Tienen un valor histórico fundamental”, ha dicho.
Entre abril y noviembre de 1939 este campo de concentración se utilizó como centro de clasificación de prisioneros donde fueron a parar, entre otros, todos aquellos que no pudieron exiliarse en el Stanbrook, el último barco que partió desde el puerto de Alicante con refugiados republicanos. Se estima que albergó entre 14.000 y 16.000 prisioneros.
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