miércoles, 10 de abril de 2024

Teniente general Ballenilla, alicantino y director del CESEDEN: «La cultura de defensa debe llegar a más gente»

 


MADRID.- El Centro Superior de Estudios de la Defensa (CESEDEN) es el principal centro docente militar conjunto de las Fuerzas Armadas españolas. Su labor es ingente al servicio de la difusión de la cultura de defensa, un esfuerzo que se traduce en una mayor sensibilización de la sociedad hacia la defensa de España. El pasado 12 de enero tomaba posesión el nuevo director del Centro, el teniente general alicantino Miguel Ballenilla, con el reto declarado de llegar a más gente y más lejos en las actividades de fomento y difusión de los valores militares, así como en proyectar la visión española de la paz y la seguridad internacional. Lo entrevista El Debate.

La difusión de la cultura de defensa es uno de los pilares de la labor del Ceseden. ¿Cree que debe intensificarse?
— El CESEDEN es un centro académico, y, como tal, tiene diversas misiones. Una de las fundamentales es contribuir a la difusión de la cultura de Defensa. Buena parte de los esfuerzos se encaminan en esa dirección. Estamos haciendo ya mucho, dentro de las capacidades que obviamente tenemos como organización; pero, lógicamente, siempre hay espacio de mejora. Uno de mis objetivos es intentar llegar a más gente, más lejos. Esta entrevista es una buena forma de conseguirlo. Otra es la tecnología: aprovechar los canales de difusión de internet para intentar tener productos que resulten atractivos. Tenemos que explotar los medios, tanto tradicionales como tecnológicos, para proyectar nuestra labor; y, por supuesto, consolidar y avanzar en acuerdos con universidades, think tanks y organizaciones que nos permitan organizar eventos, dar conferencias...; en definitiva, exprimir al máximo nuestras potencialidades.
 
— ¿Cuáles son en concreto esas potencialidades a las que se refiere?
— Voy a hacer una somera descripción de los pilares del CESEDEN, porque entiendo que no todos los lectores de El Debate conocen el Centro. Nació en el año 1964 con una enorme modernidad y con la vocación de ser un punto de encuentro del ámbito militar con el ámbito de la sociedad civil. Bajo su paraguas han nacido otros organismos. Tal vez el más conocido es el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), que es fundamentalmente una institución investigadora. El IEEE realiza un seguimiento de los conflictos en el mundo, de los temas de interés que pueden generar fricciones geopolíticas, y elabora documentos que tienen una gran difusión. A través de la página web que tiene el propio Instituto, da a conocer esa labor investigadora, que contribuye de una forma muy relevante a la cultura de Defensa.
 
—Sin duda, la labor docente también es clave para el centro...
—Efectivamente, el mayor organismo, tanto por personal como por los cometidos que aborda, es la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas, que surge en 1999 como la fusión de las escuelas de Estado Mayor específicas; es decir, la fusión de las escuelas de Estado Mayor del Ejército de Tierra, de la Armada y del Ejército del Aire, hoy también del Espacio. Se unifican porque se está avanzando en unas Fuerzas Armadas conjuntas, y por lo tanto debe haber una formación conjunta de los diplomados de Estado Mayor, de los futuros oficiales que van a hacer labores de asesoramiento, fundamentalmente dentro de cuarteles generales y organizaciones internacionales.
 
—Y después están los prestigiosos cursos de Defensa Nacional, que tiene el carácter de Altos Estudios de la Defensa Nacional.
—El Departamento de Cultura y Diplomacia de Defensa tiene una importantísima responsabilidad, que es precisamente encaminar su actividad hacia dos áreas: la cultura de Defensa y la diplomacia. En cuanto a la primera, se organizan los muy prestigiosos cursos de Defensa Nacional, en los que se convoca a personal civil de la Administración del Estado en sus niveles más altos, del mundo de la universidad, del periodismo o de la industria; junto a personal militar. Estos cursos se centran en transmitir conocimientos sobre las Fuerzas Armadas, sus misiones, los riesgos y amenazas que nos rodean; así como sobre la necesidad de la defensa, de la industria de defensa y su importancia en España. Es decir, se aporta una visión muy global de la defensa nacional. En cuanto a la dimensión de diplomacia de defensa, se realiza mediante cursos orientados a oficiales generales y oficiales superiores del ámbito iberoamericano, del ámbito de África o del área de Asia-Pacífico.
 
—¿Qué importancia da a la formación en Historia militar?
—La «benjamina» del CESEDEN, y por la que tengo un especial cariño debido a mi formación en historia y a mis aficiones, es la Comisión Española de Historia Militar. Su misión es, en primer lugar, representar a España en los organismos internacionales dedicados a la historia militar. Hay que señalar que cada uno de los ejércitos tiene sus propios institutos de historia y cultura: naval, militar o aeronáutica. Por lo tanto, la Comisión se centra en potenciar la investigación y la difusión de aquellos aspectos comunes a los tres ejércitos, referidos a las Fuerzas Armadas en general a lo largo de la historia.
 
—¿Cree que hay que situar la historia en el epicentro de la formación militar?
—La historia militar tiene varias dimensiones. Una de ellas es la formación de los propios militares. Una manera muy importante de aprender nuestra profesión es estudiar cómo en el pasado otros militares resolvieron los problemas tácticos, operacionales y estratégicos. La historia es una fuente de conocimiento muy importante en la formación militar. Pero es que, además, para entender los conflictos del mundo de hoy, no hay más remedio que profundizar en los orígenes históricos de esa conflictividad. No podemos ser analistas y pensar que el conflicto ha surgido en Ucrania o en Gaza ahora por arte de magia, obviando las profundas raíces históricas de la cuestión. La mejor forma de abordar esos conflictos es desde el conocimiento de cuáles son los antecedentes históricos. La historia militar es, por tanto, muy importante para entender cómo en el pasado se han gestionado y se han resuelto los conflictos. Puede cambiar la tecnología, pueden cambiar los procedimientos... pero hay dos cosas que no cambian a lo largo de la historia de la guerra. Una es el factor humano, con sus virtudes y defectos; y la otra es la geografía, la importancia de los pivotes geopolíticos a lo largo del mundo.
 
—La reescritura de la historia es una de las amenazas de nuestro tiempo. ¿No cree que es necesario contrarrestar esos relatos falsificados?
—Sí, claro. He dicho que para entender la raíz de los conflictos es necesario conocer la historia; y, por lo tanto, para conseguir que alguien tenga una visión muy condicionada de un conflicto, obviamente, se manipula la historia. Se hace un uso de la historia. Por eso a la historia hay que acercarse desde el rigor; recurriendo a fuentes fiables e investigadores consolidados y evitando los mensajes cortos o interesados. La Comisión Española de Historia Militar intenta favorecer la investigación rigurosa.
 
— La imagen de las Fuerzas Armadas ha mejorado sustancialmente ante la sociedad según las encuestas. ¿Qué factores cree que han influido en este cambio de percepción?
—Creo que obedece a la concurrencia de varios factores. Desde luego, a una mayor presencia de las Fuerzas Armadas. Nuestros compatriotas están viendo que desplegamos en operaciones internacionales y que hay un reconocimiento internacional a esa labor más allá de nuestras fronteras. Obviamente, también han tenido muchísima más visibilidad desde la creación de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Y, desafortunadamente, también influye el escenario de inestabilidad global que estamos viviendo: la guerra de Ucrania, los acontecimientos terribles de Gaza... Todo ello está creando una conciencia de que las Fuerzas Armadas tienen una misión muy importante: proporcionar a España seguridad y defensa.
 
— ¿En qué se puede mejorar? ¿Hacia dónde cree que deben dirigirse los esfuerzos para fortalecer el conocimiento de los españoles por el Ejército?
—Creo que, desde luego, se debe prestar especial atención a los más jóvenes. No es sencillo porque los temas que interesan a la juventud pertenecen a otros ámbitos; y, lógicamente, si ellos no muestran interés, difícilmente puedes llegar. Hay que explorar qué canales son los más adecuados para lograr este objetivo. En esta casa contribuimos con los cursos de Defensa Nacional para jóvenes, pero pensamos que hay que llegar a través de internet. Me propongo, además, poner en marcha algún curso tipo MOOC (acrónimo de Massive Online Open Course, es decir, curso en línea masivo y abierto).
 
— ¿Cuáles serán las principales líneas de trabajo en el CESEDEN a partir de ahora?
—El CESEDEN tiene una larguísima trayectoria. El trabajo ha sido magnífico, no solo de los que me han antecedido en el puesto de director, sino de todo el personal que trabaja en el Centro. Los niveles de ambición para la mejora no pueden ser muy altos, porque creo sinceramente que las cosas se han venido haciendo muy bien. Pero es cierto que hay márgenes de mejora. ¿Por qué? Porque las situaciones van cambiando en tecnología, en el escenario geopolítico... y, por lo tanto, sería un error acomodarse y no adaptarse a los cambios que nos rodean. La mejora está precisamente en ir explorando los nuevos horizontes que se están abriendo con el cambio social, geopolítico y tecnológico que estamos viviendo.
 
— ¿Tiene el CESEDEN la asignatura pendiente de su adaptación a nuevas tecnologías?
—Yo creo que no. Ya el teniente general Bisbal, el anterior director, dio un paso muy importante creando la Sección de Nuevas Tecnologías, que, precisamente, pone el foco en todo lo que va surgiendo e intenta incorporarlo no solo a la práctica docente del CESEDEN, sino también a la capacidad de difusión del conocimiento que existe en esta casa. Y la idea es seguir avanzando. Es decir: los deberes están hechos, pero hay que avanzar.
 
Perfil del general Miguel Ballenilla
 
El general Miguel Ballenilla nació en Alicante el 19 de abril de 1963. Ingresó en la Academia General Militar en septiembre de 1982, pasando a pertenecer a la XLII promoción. Obtuvo su despacho de teniente de Infantería en julio de 1987. Ascendió a capitán en 1991, a comandante en 1999, a teniente coronel en 2007 y a coronel en 2014. En enero de 2018 es promovido al empleo de general de brigada, a general de división en abril de 2020 y a teniente general en diciembre de 2023.

Ha estado destinado como teniente y capitán en el Tercio “Gran Capitán” 1º de La Legión en Melilla. Como comandante en el Cuartel General de la Brigada de La Legión “Rey Alfonso XIII” en Almería, donde ejerció la jefatura de diversas secciones de su Estado Mayor. Tras su ascenso a teniente coronel se le dio el mando de la Bandera “Millán Astray”, X de La Legión, en Ronda (Málaga). 
 
Tras finalizar el mando pasó destinado a la Dirección de Enseñanza del Ejército de Tierra en Granada. Ascendió a coronel, empleo en el que ejerció el mando del Regimiento de Cazadores de Montaña “América” 66 en Pamplona. Tras su ascenso a general de brigada fue nombrado Secretario General del Mando de Adiestramiento y Doctrina en Granada. En marzo de 2020 fue designado Director de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas (ESFAS) y ascendido a general de división en abril de ese mismo año.
 
Ha participado en cuatro misiones internacionales. Como capitán, formando parte de la Agrupación Táctica “Málaga”, que desplegó en la antigua Yugoslavia en 1992, integrada en la Fuerza de Protección de Naciones Unidas (UNPROFOR). Ya como comandante en la operación “Iraqi Freedom” en 2004, como G4 del Contingente de Apoyo al Repliegue (CONAPRE). En 2006 en la operación “Libre Hidalgo” como G1 del Cuartel General del Sector Este de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (UNIFIL). En 2010, y al frente de la X Bandera de La Legión, desplegó en Afganistán, constituyendo el Grupo Táctico “Badghis” en la operación “Romeo Alfa” (ASPFOR XXV).

En diciembre de 2023 fue ascendido a teniente general y nombrado Director del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN). 
 
Cursos civiles y militares

Estado Mayor de las FAS.
Oficial especialista en carros de
combate, Mando de unidades
paracaidistas, Básicos de montaña
invernal y estival y Comunicación social.
Doctor en Historia por la Universidad de
Almería
Master en Estudios Estratégicos y
Seguridad Internacional por la
Universidad de Granada

Recompensas más relevantes
 
Gran Cruz del Mérito Militar.
Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San
Hermenegildo.
Encomienda de la Orden del Mérito Civil.
Cruz del Mérito de la Guardia Civil.
Medalla del Mérito Policial

Datos biográficos

El general Miguel Ballenilla y García de Gamarra está casado y tiene un hijo

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