martes, 9 de abril de 2024

Zaplana niega haber tenido dinero oculto en el extranjero y se desvincula de adjudicaciones de concursos públicos

 


VALENCIA.- El expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro del PP Eduardo Zaplana ha defendido en el juicio que se sigue contra él y otros 14 acusados por el caso Erial que nunca ha tenido dinero oculto en el extranjero y se ha desvinculado de las adjudicaciones de concursos públicos cuando era presidente del Consell: «No me dedicaba a eso ni me dediqué jamás».

Zaplana se ha pronunciado así en su declaración ante el tribunal de la Audiencia de Valencia, donde desde hace dos semanas se le juzga por Erial, procedimiento en el que se ha investigado el supuesto cobro de más de 10 millones de euros en comisiones derivadas de concesiones de ITVs y parques eólicos de la Comunitat Valenciana.

A su llegada a los juzgados, el acusado ha asegurado que «sí» pensaba declarar en la vista y, preguntado por si estaba preocupado por los posibles pactos alcanzados por algunos acusados con la Fiscalía, ha respondido: «El juicio es muy largo».

Durante la vista, el 'expresident', que se enfrenta a una pena de 19 años de prisión por los delitos de organización criminal, blanqueo de capitales, cohecho, falsedad en documento oficial y mercantil y prevaricación administrativa, tal y como le reclama la Fiscalía, ha manifestado que «nunca» propuso a nadie que le gestionara dinero oculto en el extranjero porque no lo tenía: «Jamás, porque no he tenido dinero. No puedo pedir ninguna gestión para lo que no he tenido (...) He dicho siempre que no he tenido nunca dinero fuera de España».

Sobre las adjudicaciones de contratos públicos cuando era presidente de la Generalitat, el acusado ha manifestado que no encargaba esto a nadie, sino que se creaba una comisión y se aprobaba todo por el Consell. «Yo no me dedicaba a eso ni me dediqué jamás», ha aseverado.

Preguntado por sus relaciones con el resto de acusados, Zaplana ha comentado que conoce «mucho» a Joaquín Miguel Barceló, al que el fiscal atribuye el papel de su testaferro, «desde la infancia», pero ha negado relaciones comerciales con él. 

«Lo único es que compartimos la copropiedad de un barco que compramos entre varios amigos», ha apostillado.

También ha afirmado conocer a Francisco Grau --a quien el ministerio público considera el «financiero» de la organización y encargado de gestionar los fondos-- pero ha puntualizado que no mantuvo ninguna relación societaria ni de negocios con él.

Respecto al testigo Fernando Belhot, cuyo testimonio ha sido clave para procesar a Zaplana, el acusado ha indicado que era una persona muy conocida en Madrid y que ha tenido una relación «amplia» con él: «En algún momento me ha propuesto varias operaciones económicas que nunca hemos concretado», ha apostillado.

Interpelado por las sociedades creadas para recibir sobornos por las adjudicaciones predeterminadas y para ocultar el origen ilícito de los bienes, contribuyendo a su transformación e integración posterior en el circuito económico, ha afirmado que las conoce por el sumario pero se ha desvinculado de las mismas.

Por otro lado, preguntado por unos documentos que se le intervinieron en su maletín el día de su detención en los que aparecían algunas sociedades investigadas, ha dicho que se trataba de «un folio» que le entregó Francisco Grau para informarse de esas sociedades porque estaba intermediando en unos negocios a petición de Joaquín Barceló. 

«Pedí estos datos por ignorancia del asunto del que iba a intermediar. No conocía las sociedades», ha señalado. 

Preguntado con quién iba a cerrar el negocio, el ex ministro ha respondido que con un empresario con el que ha tenido relaciones «durante mucho tiempo» pero que no recordaba su nombre.

A la entrada y a la salida

El también exministro 'popular' ha salido del edificio rozando las 14.00 horas y se ha detenido ante la numerosa prensa que le esperaba: «Yo he hecho lo que tenía que hacer; lo que tenga que venir, vendrá».

Así, ha sido la jornada de testificación de Zaplana, que se enfrenta a 19 años de prisión por los delitos de organización criminal, blanqueo de capitales, cohecho, falsedad en documento oficial y mercantil y prevaricación administrativa que el ministerio fiscal le pide por el caso Erial, un procedimiento en el que se ha investigado el supuesto cobro de más de 10 millones de euros en comisiones derivadas de concesiones de ITV y parques eólicos de la Comunitat Valenciana.

El 'expresident' ha llegado acompañado por su abogado y, al intentar acceder a la Ciudad de la Justicia, una mujer le ha echado en cara que no guardara su turno: «Yo estoy aquí desde temprano. Haz la cola. A las 9.30 tengo cita y viene este hombre aquí con la cara dura y las cámaras».

 «Pues háganme fotos a mí también. Pues no... haga la cola, detrás de mí», ha insistido.

Un guardia civil que custodia el complejo le ha señalado el camino para abrirle paso por una de las puertas de acceso. La mujer le ha vuelto a afear la actitud: «Venga detrás de mí, venga y venga, dile que pase, descarao que eres. Anda venga».

El agente ha justificado que Zaplana es un profesional --es abogado-- ya que los agentes jurídicos tienen un control de acceso diferenciado al del resto del público. «Y yo también», ha vuelto a replicar la señora. A las afueras también había una mujer que, tras una pancarta, coreaba cada vez que entraba a los juzgados uno de los acusados: «¿Dónde está el dinero de los valencianos?».

Ya a la salida, Zaplana sí se ha detenido a responder a los numerosos medios de comunicación que desde primera hora le aguardaban: «Todo lo que tenía que decir lo he dicho contestando a todas las partes que me han preguntado y especialmente al ministerio público», cuyo interrogatorio se ha prolongado por más de tres horas y media. 

«El juicio empieza ahora», ha constatado.

Preguntado por si teme que alguno de los acusados haya alcanzado un pacto con Fiscalía, ha replicado: «Eso es lo que parece, pero lo que tiene que venir, vendrá. Yo he hecho lo que tenía que hacer y he declarado a todo el que me ha querido preguntar». Asimismo, sobre si está contento, ha comentado: «Cómo voy a estar satisfecho después de tantos años».

Desarrollo de la vista

El expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro del PP Eduardo Zaplana ha admitido este martes ante el tribunal que le juzga por el caso Erial que para su "desgracia" desde hace "muchísimo tiempo" se dirigen a él con el apodo 'jefe' --con el que le retratan en las conversaciones grabadas por la UCO sus supuestos testaferros-- incluso en la actualidad. "Y mira que mi situación es complicada", ha señalado.

Zaplana se ha pronunciado así en su declaración ante la Audiencia de Valencia, donde desde hace dos semanas se le juzga por Erial, procedimiento en el que se ha investigado el supuesto cobro de más de 10 millones de euros en comisiones derivadas de concesiones de ITV y parques eólicos de la Comunitat Valenciana a preguntas del ministerio público.

Al respecto, ha señalado al fiscal: "Le puedo hacer un comentario con permiso de usted. Se lo digo sin rencor, y lo tengo olvidado, que el apelativo 'jefe', que le valió para meterme en prisión, es un apodo con el que a mí se dirigen desde que estaba en el Ayuntamiento de Bendidorm para mi desgracia".

Zaplana ha contestado a todas las preguntas del ministerio fiscal, a quien se ha dirigido "desde el respeto" durante sus más de tres horas y media de interrogatorio, aunque con asiduos cortes para realizarle aclaraciones. Ante la "extensa" y "clarificadora" intervención al ministerio público, su abogado ha declinado hacerle preguntas.

"Puede ser que el equivocado sea yo, pero creo que es usted", le ha señalado sobre el documento encontrado en su maletín o "si usted lo dice debe ser así, yo tampoco me acuerdo", sobre el lugar de procedencia en el que le intervinieron otros documentos. "No le quiero interrumpir señor fiscal, pero no unamos frases para darle un sentido que no la tiene", ha justificado para cuestionar las grabaciones de la UCO.

"Si se ha leído, y seguro que se lo ha leído, con el conocimiento que tiene del sumario"; "Y no ha sido motivo de su curiosidad y yo se lo aclaro".

 "Yo si quiere matizamos todo porque la pregunta no puede ser más capciosa, con todos los respetos, pregúnteme lo que quiera pero no dé por hecho", son algunas de las interrupciones para aclarar "su verdad y versión" al relato del ministerio fiscal, que le reclama una pena de 19 años de prisión por los delitos de organización criminal, blanqueo de capitales, cohecho, falsedad en documento oficial y mercantil y prevaricación administrativa.

Además, el expresidente ha desvelado que está escribiendo un libro, que está casi concluido, y que las anotaciones en la agenda que le intervino la Guardia Civil le servían de "recordatorio" para "el contexto de lo que había pasado y las fechas". 

"Anoto cosas que me resultan de interés", ha explicado.

Por otro lado, Zaplana ha recordado que le detuvieron en el año 2018 y que en medio del proceso pasó por una leucemia que le diagnosticaron en 2015. 

"Me han mirado 20 años y no tengo un papel firmado. Tengo en mis cuentas corrientes cantidades importantes que están intervenidas y si se mira mis agendas no tengo ningún tipo de gasto extraordinario. Voy al gimnasio, a trabajar, hago una vida bastante ordenada y en la cárcel presenté una auditoría donde no hay ningún gasto que no sea por transferencia bancaria, tengo todos los gastos cubiertos con mi sueldo", ha asegurado.

El también exministro de Trabajo y portavoz de Gobierno en la época de José María Aznar ha comentado que en estos momentos ya no tiene asesor ni secretaria particular. 

"Desgraciadamente para mí ya no los necesito", ha constatado para explicar al inicio de su intervención relación con el resto de los 14 acusados que se sientan en el banquillo.

Zaplana ha constatado su relación de amistad con algunos de los acusado, incluso desde niños como con Joaquín Barceló, al que el fiscal atribuye el papel de su testaferro, pero ha negado relaciones comerciales --"jamás, nunca", ha señalado en numerosas ocasiones-- con él ni tampoco con Fernando Belhot, cuyo testimonio ha sido clave para procesar a Zaplana y a quien admite que ano le guarda "ninguna simpatía".

 "Jamás, nunca", ha repetido en numerosas ocasiones. 

"Yo he dicho siempre que no he tenido dinero fuera de España y lo mantengo", ha recalcado.

Al respecto, ha admitido que a su secretaria, Mitsouko Henríquez, la "usó" Barceló "igual que infinidad de gente que le pedía cosas, desde gestiones importantes hasta entradas del fútbol o el teatro" y que él estaba informado de ello.

Sobre su relación con el fallecido Juan Cotino --al único al que ha referido con 'Don'-- ha comentado que tenía más relaciones políticas --sobre todo desde 1991--que personales. No obstante, ha señalado, mostrando los papeles de su agenda, que el año en que más se vieron fue en 1999, año electoral y fue solo en diez ocasiones. 

"Lo raro es que lo haya visto tan pocas veces y nunca he tomado una nota sobre Sedesa". 

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