VALENCIA.- El fiscal ha presentado un recurso de apelación al auto de la jueza de
Catarroja que investiga la gestión de la dana en el que pide a
la Audiencia Provincial la unificación de las acusaciones populares en
una, que considera que debe ser ejercida por Podemos, la primera que se
personó, y reclama que se solicite a las particulares para que, de forma
voluntaria, elijan a sus representantes en los actos procesales, "que
no deberían exceder de cinco, salvo que se acrediten intereses
contrapuestos e irreconciliables".
En caso de desacuerdo, se
inclina porque se coordine la acusación las cinco primeras constituidas
como parte. Así consta en el recurso contra el auto de la magistrada del pasado 4 de julio en el que
desestimó esa unificación de las partes acusadoras.
Para el
representante del ministerio público, esta petición está justificada en
la existencia de "notables dilaciones indebidas"; la "escasa o nula
aportación procesal de las acusaciones" y el "exigible equilibrio entre
acusaciones y defensas".
A juicio del fiscal, la instructora
deniega esa acumulación porque considera que no han producido dilaciones
indebidas y porque son "completamente antagónicas y diferenciadas en su
actuación procesal".
Sin embargo, el ministerio público rechaza
"de plano" esos argumentos "por cuanto no se corresponden ni con la
realidad judicial de otros procedimientos ni con lo ocurrido en el
presente".
Para la Fiscalía, las acusaciones han causado un
"notable retraso" en la tramitación de la causa al solicitar "multitud
de imputaciones y de pruebas que han sido rechazadas, por lo que han
interpuesto numerosos recursos de reforma y apelación".
Todos esos
recursos han sido "debidamente informados" por las defensas y por fiscal
y resueltos por la Sección competente, un "tiempo y esfuerzo que la
instructora no valora a la hora de determinar posibles retrasos en la
administración de justicia".
Igualmente, añade, en
declaraciones judiciales, las acusaciones particulares y populares han
pedido "con insistencia" la investigación de numerosas personas, cuya
imputación ya había sido previamente denegada pero que algunas se
"resisten" a aceptar la "delimitación subjetiva impuesta" por la Sección
Segunda de la Audiencia Provincial y circunscrita a la exconsellera de
Justicia e Interior, Salomé Pradas, y a su ex número dos, Emilio
Argüeso.
El fiscal asegura en el recurso que no comprende el
apartado del auto en el que la instructora mantiene que es "imposible"
unificar las acusaciones "que no observan actuación delictiva" en los
dos investigados con aquellas que afirman que sí concurren indicios de
delito.
Para el ministerio público, "la instructora debería
apartar inmediatamente de la causa a las acusaciones populares que no
formulan acusación, por cuanto las acusaciones -como su nombre indica-
no son observadoras imparciales del procedimiento y deben acusar o ser
expulsadas".
Igualmente, tampoco comprende que se limite las acusaciones populares "en el futuro" y les obligue a litigar unidas a las que ya están personadas.
A su juicio,
se trata de "una especie de privilegio temporal contrario al espíritu
del auto, que defiende el mantenimiento de las acusaciones populares y
se niega a su unificación".
Para el representante del
ministerio fiscal, "las posiciones claramente contrarias de las
acusaciones populares, de naturaleza política, en nada pueden ni deben
condicionar su actuación procesal" porque "las dos únicas personas que
pueden ser acusadas hasta la fecha están delimitadas de forma firme" por
la Audiencia y porque el proceso penal "no es el lugar para que los
partidos políticos y asociaciones expongan sus programas electorales o
fines sociales, por lo que su unificación ni es imposible ni es una
anomalía procesal, como la experiencia nos demuestra a diario en la
práctica de los juzgados y tribunales".
Además, y aunque
admite que la visión de la instructora no va más allá de esta fase del
procedimiento, advierte de que "si, como parece ser por las resoluciones
judiciales dictadas hasta la fecha, se celebrase el correspondiente
juicio oral la existencia, por ahora, de treinta y ocho partes haría de
la vista un acto difícilmente manejable".
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