La organización agraria ha manifestado en un comunicado que la plaga de conejos causa daños especialmente graves en los viñedos --desde que surgen los primeros brotes verdes de las cepas, diezmando la producción de la próxima vendimia--, en los naranjos --al roer todo el contorno de los troncos, sentencian a muerte el arbolado porque cortan la circulación de la savia elaborada--, en los plantones de frutales, cítricos y olivos --incluso en aquellos casos que se han instalado mallas protectoras-- y en las producciones de cultivos herbáceos, hortalizas, melones y sandías que se encuentran cerca de su momento de recolección.
El delegado de AVA-Asaja en Picassent, Paco Laza, ha lamentado que "cada día es habitual ver muchos conejos correteando por los huertos, es una barbaridad lo que se han multiplicado. Cuando no comen hierbas, verduras o frutas, destrozan las cortezas de los árboles".
"Un agricultor del
pueblo me enseña que en pocos días se han cargado varios naranjos.
Además de refugiarse en barrancos, infraestructuras y campos
abandonados, ahora también se esconden entre los cañaverales que
arrastró la dana y están arraigando por todos lados", ha agregado.
Por su parte, Cristóbal Aguado, presidente de la organización
agraria, ha afirmado que "la propagación de los conejos no hace sino
amplificar los estragos que la fauna salvaje viene provocando en el
sector agrario y la sociedad en general".
"Los jabalíes bajan hasta las
playas causando pérdidas agrarias, destrozos urbanos, accidentes de
tráfico y ataques a personas, incluyendo a veraneantes que acuden a los
pueblos y acaban en el hospital", ha añadido.
Y ha
apostillado: "Los buitres están acechando a ovejas, cabras y vacas y
contaminando el agua de sus abrevaderos, lo que genera el rechazo a
beber y comer en los pastos. La fauna salvaje también es un problema de
salud pública porque transmite enfermedades. Se nos ha ido de las manos y
debemos actuar antes de que las consecuencias sean aún más
desastrosas".
Al respecto, AVA-Asaja ha insistido a los
ayuntamientos que, como organismos de gestión más próximos al
territorio, se impliquen a fondo, se coordinen con los cazadores --en
caso de tener coto de caza-- y aprovechen las medidas aprobadas por la
Generalitat Valenciana para atajar este problema creciente, como las
ayudas publicadas por la Conselleria de Agricultura destinadas a
facilitar el control poblacional del jabalí en los municipios declarados
con sobreabundancia de fauna salvaje y el nuevo decreto de la
Conselleria de Medio Ambiente que establece las directrices para la
gestión cinegética y el control poblacional de ungulados silvestres.

No hay comentarios:
Publicar un comentario