VALENCIA.- El grupo de Vox en el Ayuntamiento de Valencia, integrante junto al PP
del equipo de gobierno que preside la alcaldesa María José Catalá (PP),
ha rechazado este martes la Ordenanza reguladora de la Zona de Bajas
Emisiones (ZBE) de la ciudad durante el pleno en el que se sometía a
votación. Esta circunstancia ha dejado solo al PP en la defensa de esa
normativa municipal, que entraba en vigor el próximo 1 de diciembre.
Los 'populares' han sido los únicos integrantes de la corporación
local que han votado a favor de esa ordenanza tras debatirla en el pleno
ordinario de octubre celebrado esta jornada en el consistorio. Además
de Vox han rechazado ese punto los dos partidos de la oposición:
Compromís y PSPV-PSOE.
La normativa municipal para regular la
ZBE ha llegado a esta sesión plenaria por despacho extraordinario, fuera
del orden del día planteado inicialmente, y tras haber sido aprobada el
pasado 21 de octubre en la Comisión de Patrimonio del consistorio con
el voto a favor de todo el equipo de gobierno. Esa unidad se ha roto en
el pleno de este martes al desmarcarse Vox.
Esta ordenanza iba
a afectar, desde la entrada en vigor prevista hasta el 31 de diciembre
de 2026 únicamente a los vehículos matriculados fuera de la provincia de
Valencia con etiqueta A (también llamados sin etiqueta): los de
gasolina matriculados antes del año 2001 y los diésel matriculados antes
del año 2006. La restricción a la circulación del tráfico que planteaba
no afectaba a los conductores de la ciudad de Valencia hasta enero de
2028.
Vox ha justificado su voto en contra en el pleno
aludiendo a "la libertad de movimiento de los valencianos", como ha
señalado su portavoz y segundo teniente de alcalde, José Gosálbez, que
ha asegurado que la ZBE es "una imposición deri
vada de las políticas
climáticas impulsadas desde Bruselas y el Gobierno de Pedro Sánchez".
"Las Zonas de Bajas Emisiones no son una casualidad, son consecuencia
directa de las políticas que ha promovido Bruselas y el Congreso de los
Diputados, siempre con el voto en contra de Vox", ha apuntado.
El edil de Movilidad, Jesús Carbonell (PP), que ha defendido la
ordenanza, ha rechazado las críticas de la oposición, que le ha acusado
de perder los 115 millones de euros de subvenciones europeas para poner
en marcha la ZBE si esta no prospera. El concejal ha dicho que la
responsabilidad era la de quienes no apoyaban la propuesta que ha
presentado en el pleno.
Los dos grupos de la oposición han
criticado siempre la Zona de Bajas Emisiones planteada por el equipo de
Catalá, por considerarla "de mínimos" y por entender que no busca
reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire de Valencia sino
"solo cumplir el trámite" para su puesta en marcha.
Antes de
finalizar el debate, y ya sabiendo que Vox iba a rechazar su iniciativa,
Carbonell se ha mostrado dispuesto a "aceptar la propuesta de Compromís
y PSPV para ampliar el perímetro", de modo que se aumentara el entorno
inicialmente previsto por la Concejalía de Movilidad y pasaría, como ha
apuntado su titular, a abarcar a toda "la ciudad de València en el suelo
urbano y urbanizable".
En ese momento del pleno, se ha
planteado la posibilidad de realizar un receso de dos minutos para
abordar ese planteamientos, pero no se ha llevado a cabo finalmente y se
ha pasado la votación con la que la ordenanza no ha prosperado.

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