Esta fase, que se prolongará durante el mes de febrero, forma parte de un "minucioso" plan que BP Oil ha diseñado previo al arranque definitivo de la planta, según informaron en un comunicado fuentes de la empresa.
La compañía explicó que, como signo visible de la fase de pruebas, es posible que durante este período se observe un mayor tamaño del habitual en las antorchas de la refinería de BP Oil en el polígono de El Serrallo.
Las antorchas son un elemento de seguridad "fundamental" en el proceso de producción de la refinería, emiten de forma "totalmente controlada", no representan el menor riesgo para el personal de planta o población circundante y "son completamente compatibles con los estrictos controles de seguridad y medioambiente que BP Oil mantiene a diario", indicaron las mismas fuentes.
De hecho, la refinería invirtió recientemente un millón de euros en el cambio de los cabezales de ambas antorchas, lo que le supone hacer uso de la mejor tecnología disponible en estos momentos a nivel mundial.
El proyecto de coker supone un cambio estratégico para la refinería y permitirá redefinir la producción de la misma, aumentando la fabricación de productos medioambientalmente más eficientes.
En su construcción, BP Oil ha invertido un total de 304 millones de euros, implementando los sistemas de seguridad más sofisticados de la industria del refino y unidades medioambientales de última generación.
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