lunes, 14 de junio de 2010

La constitución de CRM supondrá cerrar 29 oficinas y destruir 157 empleos

VALENCIA.- La constitución del grupo cooperativo consolidable de entidades de crédito Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM) supondrá el cierre de 29 oficinas a partir de septiembre y la destrucción de 157 puestos de trabajo --99 por la unificación de los servicios centrales y 58 derivados de la supresión de sucursales--, aunque pretenden cubrir esas bajas con las prejubilaciones que ofrecerán en "condiciones excelentes" pactadas con los sindicatos a los más de 180 trabajadores que tienen más de 57 años.

Así lo anunció hoy el director general de Ruralcaja, Juan Antonio Gisbert, durante la rueda de prensa posterior a la firma del contrato constitutivo del grupo por parte de los presidentes de las 14 cajas rurales de la Comunitat Valenciana que lo integran actualmente, en la que resaltó que "esto no ha hecho más que empezar".

Junto a Ruralcaja, que participa como entidad cabecera, formarán parte de Grupo CRM como entidades fundadoras las cajas rurales de Torrent, Crèdit Valencia, Altea, Burriana, Callosa d'en Sarrià, Nules, Alqueries, Cheste, Alginet, Vilavella, Almenara, Xilxes y Vilafamés. Todas ellas suman 618 oficinas, un equipo humano de 2.538 personas y unos activos totales medios de 12.000 millones de euros.

El nuevo grupo comenzará a operar a partir del próximo mes de julio con unidad de dirección, servicios centrales unificados y "un catálogo unificado de productos, un plan, un sistema de gestión de clientes y una sistemática comercial consensuada entre las entidades integrantes".

Dada su condición de entidad cabecera, Ruralcaja amplió su consejo de administración de diez a veinte miembros, más un representante de los trabajadores, con el objetivo de asegurar la representación y presencia de todas las entidades en el Consejo Rector, que actuará como órgano central del grupo consolidado.

En concreto, de esos diez nuevos miembros, cinco serán permanentes y corresponden a Caixa Rural Torrent, Crèdit Valencia, Caixa Rural de Burriana, Caixa Rural de Nules y Caixa Alqueries, mientras que el resto de plazas serán de carácter rotatorio cada cuatro años y tres de ellas estarán ocupadas por las entidades con un volumen de activos de entre 100 y 500 millones de euros, y las otras dos, se destinarán a las cajas que gestionen menos de 100 millones.

Además, crearán una Junta General de Cajas Asociadas formada por los 14 presidentes y de la que Ruralcaja controlará el 50 por ciento, en la que se debatirán las posibles modificaciones del contrato de integración y se decidirá sobre las futuras incorporaciones de otras entidades. También se constituirá una Junta General de Directores Generales que se encargará de asesorar al director general de CRM.

Gisbert resaltó que "hoy es un día grande para el sector financiero de la Comunitat Valenciana" por el nacimiento de "la casa grande del cooperativismo de crédito: CRM", que surge con el objetivo de "garantizar un servicio futuro en mejores condiciones", apoyándose en el "arraigo local" de las entidades fundadoras.

Remarcó que la decisión de constituir el grupo fue adoptada "por vocación, no por obligación", por lo que no tienen intención pedir ayudas al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para acometer el proceso de integración. "No tenemos intención de pedir esas ayudas porque no las necesitamos", sentenció.

Gisbert, que rehusó pronunciarse sobre otros procesos de integración acometidos recientemente, defendió que "Ruralcaja está muy satisfecha de potenciarse en el contexto y en el ámbito exclusivo de la Comunitat Valenciana", región en la que concentra su actividad "por voluntad y vocación".

Respecto a los efectos de la constitución del grupo sobre los resultados de cada entidad, precisó que generará un efecto negativo "muy pequeño" en las cuentas del presente ejercicio por la pérdida de parte de la clientela causada por el cierre de oficinas, que se tornará positivo a partir del próximo año, hasta alcanzar un impacto positivo anual de 20,5 millones de euros de forma recurrente en 2014, 14 de ellos provenientes del ahorro de costes.

En cuanto al uso de la marca propia de cada entidad y la del Grupo CRM, explicó que cada caja deberá "combinar" su propia denominación con la del grupo, aunque puntualizó que el plazo para realizar esos cambios será de tres años para evitar así el importante gasto que supondría hacerlos de inmediato. "Sí que habrá identificaciones de su pertenencia a CRM, pero no un grandísimo cambio de imagen", resumió.

Según el contrato suscrito hoy, el grupo incorpora un sistema institucional de protección que garantiza la solvencia y la liquidez de todos sus miembros, quienes se ofrecerán "fianza mutua, líneas de liquidez y otro tipo de recursos". Además, podrán acordar su apoyo a una caja en problemas mediante múltiples recursos.

Está previsto que se exija permanentemente una ratio de solvencia mínima, tanto de recursos propios totales como de primera categoría, por encima de los mínimos regulatorios. Concretamente, se prevé un mínimo de recursos propios de primera categoría del 7 por ciento y de unos recursos propios totales del 10,50 por ciento.

Se establecen igualmente ratios de obligado cumplimiento en materia de liquidez y mecanismos para corregir las situaciones de falta de liquidez que puedan producirse, como un fondo de recursos de inmediata utilización al que cada caja aportará inicialmente el 5 por ciento de sus recursos propios mínimos.

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