LONDRES.- La Fórmula Uno debe mantener la subida de los costes bajo control
para ayudar a salir adelante a equipos con problemas económicos, aunque
hablar de una crisis inminente está lejos de la realidad, según dijeron
los directores de las escuderías.
La desaparición del equipo español HRT al final de la pasada
temporada se debió tanto a los problemas económicos de su endeudado país
como a su falta de éxito en los circuitos, pero encendió las luces de
emergencia en la F-1.
"Lo que se oye es que hay muchos equipos afrontando una situación
financiera complicada, algunos más y otros menos", dijo la
directora de Sauber, Monisha Kaltenborn, en el primer entrenamiento de
pretemporada de esta semana en Jerez.
"Hay que reaccionar de alguna forma o de otra para reducir los
costes porque estamos aún a un nivel en el que puede que si nos
adaptamos de algún modo podemos tener todavía más equipos", añadió.
La salida de HRT ha dejado 11 equipos y 22 coches en la parrilla,
aún un número relativamente sano teniendo en cuenta que el director de
la Fórmula Uno dijo en diciembre que estaría perfectamente
satisfecho con 10 equipos.
Algunos nuevos patrocinadores aparecieron en los coches de 2013
en los entrenamientos en España de esta semana, como BlackBerry con
Mercedes, pero aún no hay un clamor evidente de grandes compañías con la
intención de entrar.
Si bien todo se ve color de rosa - o púrpura, gracias al
patrocinador Infiniti - en el equipo Red Bull, propiedad de la empresa
austriaca de bebidas energéticas del multimillonario Dietrich
Mateschitz, no todo es tan saludable para el resto.
Todos los equipos tienen su sede en en Europa y hay rumores de
forma habitual acerca de que un buen número de ellos tendrían problemas
presupuestarios, especialmente con los crecientes costes asociados con
el motor V6 totalmente nuevo y los cambios en las reglas previstos para
2014.
"Hemos tomado algunas medidas, pero sigo pensando que va a ser
duro para algunos de los equipos tener un modelo de negocio viable
durante unos años", declaró el jefe de McLaren, Martin Whitmarsh.
John Booth, de Marussia, cuyo equipo tiene el menor presupuesto
anual estimado de en torno a 60 millones de dólares (unos 45 millones de
euros), detectó un reflejo de lo que se comentaba hace varios años
cuando la salida de grandes fabricantes como Toyota, Honda y BMW llevó a
un "acuerdo de restricción de recursos", que desde entonces se ha
quedado caducado.
"(La F-1) tuvo que entrar un poco en razón", declaró. "Puede que estemos llegando a esa fase de nuevo".
"No creo que sea una crisis, (pero) puede que se necesite una reordenación".
La Fórmula Uno, cuya salida a Bolsa por valor de 3.000 millones
de dólares se aplazó el año pasado, es a todas luces una fuente de
riqueza que se espera que genere unos ingresos de 2.000 millones de
dólares en 2012.
Sin embargo, gran parte de ese dinero está saliendo de este
deporte cada vez más global, cuyo corazón europeo está sufriendo y cuyos
equipos han exigido durante años un mayor reparto de los ingresos.
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