Tras la frustrada investidura de Pedro Sánchez como presidente del
Gobierno, el Jefe del Estado no propondrá, por el momento, ningún otro
candidato, hasta que no existan garantías suficientes de que tiene los
apoyos para ser elegido. Este es el mensaje que el rey Felipe VI
transmitirá este lunes al presidente del Congreso de los Diputados Patxi
López, cuando lo reciba en el Palacio de la Zarzuela para que le
comuniquen oficialmente el resultado de la votación del pasado viernes,
en la que la candidatura de Sánchez fue rechazada por 219 votos. Votaron
a favor PSOE (90 diputados) Ciudadanos (40) y Coalición Canaria (1).
Con esta decisión se quiere evitar que la figura del Rey entre en el
rifirrafe político como ha ocurrido estas últimas semanas, a partir de
la decisión del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, de
declinar el ofrecimiento real, como partido más votado, de acudir a la
investidura, dado además el interés que había manifestado el día
anterior en un acto celebrado en el Museo del Prado, en el que insistió
que se encontraba en condiciones para aceptar la investidura como
partido más votado.
Las declaraciones de Pablo Iglesias en el sentido de que estaba
dispuesto a un gobierno con el candidato socialista, hizo que cuando el
Rey le propuso formalmente a Rajoy la investidura, declinase la oferta,
temiendo, además, que la investidura se convirtiese en una moción de
censura por parte del resto de los grupos de la Cámara. En la segunda
ronda de consultas, frente al criterio de Moncloa de que se debería
abrir un “periodo de reflexión” para consultar al Consejo de Estado
(cosa que se hizo cuando el ”tamayazo” en la Asamblea de Madrid ) y a
los servicios jurídicos de la propia Cámara si se podían convocar nuevas
elecciones, sin esperar a los dos meses, en caso de que no hubiese
ningún candidato que optase a la investidura, el Rey decidió proponer a
Sánchez que, previamente, había manifestado que si el Jefe del Estado le
proponía ser investido, aceptaría.
Es ahí donde se produce el distanciamiento entre Moncloa (que nunca
pensó que Sánchez se ofrecería y el Rey le propusiese) y Zarzuela (que
se limitó a aplicar el artículo 99 de la Constitución) y lo que, en
cierto modo trastoca todos los planes del Presidente del Gobierno en
funciones que sigue insistiendo en que es el que ganó las elecciones,
olvidando que es elegido Presidente del Gobierno de España, no el que
tiene más votos, sino el que es capaz de tener más apoyos
parlamentarios. En estos momentos, Rajoy, se encuentra en la situación
que, tras el pacto firmado este fin de semana con Ciudadanos, un pacto
por el cual negociarán juntos, en bloque, cualquier salida a la actual
situación, tiene menos apoyos parlamentarios que Pedro Sánchez, 130,
socialistas y Ciudadanos, frente a los 123 de los populares.
A Rajoy, con tanto declinar, y tan lenta reacción, especialmente en
su trato con Ciudadanos y con Rivera, viendo que las relaciones con
Sánchez y el PSOE eran imposible que se recompusiesen a pesar de todos
sus esfuerzos, se le ha pasado el arroz y, aunque este fin de semana ha
pedido a Sánchez que si no su suma a esa Gran Coalición de
PP-PSOE-Ciudadanos, por lo menos que le deje gobernar en minoría. Una
minoría de 123 diputados con la que no llega a nada, no puede formar un
gobierno mínimamente estable y con el resto de los partidos de la Cámara
en contra. Una situación insostenible, que añadiría, más inestabilidad a
la que actualmente hay. Ahora, la primera fuerza política parlamentaria
es el bloque de Socialistas y Ciudadanos.
Y será ese bloque el que negociará con Rajoy y el que negociará con
Podemos. El que, probablemente, pedirá a Rajoy, que igual que hizo Artur
Mas en Cataluña, de un paso al lado y deje paso a otro candidato. Y el
que negociando con Podemos, rebaje esas pretensiones de formar un
“gobierno a la valenciana”, algo que ya se ha convertido en consigna, y
que significa que cualquier pacto, pasa por el nombramiento de Pablo
Iglesias como vicepresidente del Gobierno, con todos los poderes. La
decisión de Rivera de cerrar filas con Sánchez para dejar a Rajoy
aislado y estar presente en las negociaciones con Podemos, cambia
radicalmente el panorama político, cuando se inicia la cuenta atrás de
siete semanas para la convocatoria de nuevas elecciones generales. En
caso de que no haya acuerdos la convocatoria electoral se hará el 2 de
Mayo.
Pedro Sánchez este domingo le ha contado el periódico El País
que “quien quiera ser candidato debe tener más de 130 votos” y que
pudiera haber un encuentro a tres entre él, Rivera y Rajoy. Por su parte
Rajoy le cuenta al periódico ABC que su tarea no está
terminada y que está dispuesto a dar la batalla…, sin admitir que se le
ha pasado el arroz y que van a por él.
(*) Periodista
http://www.republica.com/viva-la-pepa/2016/03/06/a-rajoy-se-le-ha-pasado-el-arroz/
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