lunes, 2 de julio de 2018

Aumenta la tensión entre José Luis Ábalos y Ximo Puig tras la crisis del PSOE valenciano


MADRID.- La dimisión del presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez; su suspensión de militancia y la previsible renuncia al escaño y a dejar las funciones de la Alcaldía de Ontinyent en manos de su teniente de alcalde, Rebeca Torró -por estar siendo investigado por los presuntos delitos de malversación y prevaricación-, ha recrudecido el viejo enfrentamiento entre el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, y el secretario de Organización del PSOE y ministro de Fomento, José Luis Ábalos, a juicio de Público.

Ximo Puig, desde que se conoció la detención de Rodríguez, se resistía a tomar una decisión en caliente y apartarlo del partido, pero pronto le llegó desde Ferraz la contundente decisión de aplicar el Código Ético a rajatabla de la propia voz de Ábalos.
El presidente valenciano se resistía y tuvo muchas dudas, pero finalmente emitió un comunicado incidiendo en la presunción de inocencia del presidente de la Diputación, aunque lo apartó del partido y propuso a otro candidato para presidir la corporación provincial.
En ese mismo comunicado, Puig proponía nombrar a Toni Gaspar para sustituir a Rodríguez al frente de la secretaría provincial del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV) y de la Diputación para cerrar las puertas a cualquier otra operación por parte del secretario de Organización del PSOE. Y esto no gustó a Ábalos, que intentó también una maniobra para buscar otro candidato más afín, aunque no logró los apoyos.
Y es que todo indica que Ábalos, desde su poderosa posición en el partido y en el Gobierno, quiere hacerse con las riendas del PSPV y desbancar a Puig, para lo que también ha utilizado la figura del Delegado del Gobierno nombrando a Juan Carlos Fulgencio, mano derecha del ministro de Fomento en la Secretaría Provincial de Valencia. Dicho nombramiento, además, se hizo sin consultar al presidente de la Generalitat, según fuentes cercanas a Puig.
Fulgencio fue uno de los más fieles defensores de Sánchez durante las primarias y estuvo apoyando la candidatura de Rafael García cuando se presentó a las primarias valencianas frente a Puig para la Secretaría General del partido.
El enfrentamiento está servido, porque Puig no va a tirar la toalla. Su compromiso era presentarse por última vez a la Presidencia de la Generalitat y, acabada la siguiente legislatura, abandonar la primera línea política a todos los niveles.
Pero, antes de ello, Puig quería controlar su sucesión y no dejar el PSPV en manos de Ábalos y, precisamente, Jorge Rodríguez estaba en todas las quinielas para ser su delfín, aunque en los últimos meses se había enfriado la relación entre ellos por el empeño de Rodríguez en aspirar a la secretaría provincial.
Puig, que había mejorado sus relaciones con Pedro Sánchez tras vencer en las primarias, es consciente de que el líder socialista va a dar carta blanca a Ábalos para intentar hacerse con una federación que siempre tiene mucho peso a la hora de determinar el futuro del partido. Todo indica que, de nuevo, el socialismo valenciano se encamina hacia otra guerra interna.

Tercia el PP

Ayer, la vicesecretaria regional del Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Elena Bastidas, habría señalado que el PSPV "está abierto en canal", al tiempo que se ha preguntado: "Si el secretario general del PSPV, Ximo Puig, y el secretario de organización del PSOE, el valenciano José Luis Ábalos, no son capaces de liderar ni controlar una organización como el PSPV, ¿cómo van a gestionar la Comunitat Valenciana o España?".
Bastidas se ha referido de esta manera en un comunicado a "los últimos acontecimientos políticos y judiciales que han afectado al presidente de la Diputación de Valencia y alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, en el marco de la Operación Alquería, que está poniendo en evidencia que Puig y Ábalos no pintan nada".
Para la también diputada nacional, "el hecho de que se haya aplazado meses la Fiesta de la Rosa en la que iba a intervenir el ministro de Fomento es un ejemplo más de que el PSOE ha dejado a la deriva al PSPV".
"Esta decisión evidencia tres cosas: que los socialistas creen que la situación se alargará en el tiempo, que la desunión es mayor de lo que pensamos y que nadie de Madrid quiere la foto con Ximo Puig", ha aseverado.
Las comarcas, los altos cargos, alcaldes y portavoces "le han dicho a Puig que no les representa, porque han constatado de forma clara la falta de liderazgo y autoridad de presidente".
Al respecto, ha afirmado que "Puig no consigue lanzar un mensaje claro a los valencianos ni sobre las investigaciones abiertas a cargos de su partido, ni en la defensa de un sistema de financiación justo para la Comunitat".
"Por eso, nadie le tiene en cuenta", ha declarado.
En este sentido, desde el PPCV se preguntan: "¿dónde está Ximo Puig?".
"Ha bajado el nivel de exigencia y contundencia sobre la financiación al Presidente del Gobierno y sobre los casos de corrupción. Ahora todo es moderación, comprensión y palabras vacías sin acciones que las acompañen", ha criticado.
Bajo este prisma, ha indicado que "Ábalos no da la cara".
"Se ha pasado años criticando a otros partidos y ahora que ocupa un despacho, no quiere mancharse las manos ni que le relacionen que los cargos valencianos", ha manifestado.
Por otro lado, la vicesecretaria regional ha lamentado que los valencianos están "ante un PSPV sin control que homenajea a cargos socialistas investigados por la Justicia, que permite campañas orquestadas en las redes sociales de solidaridad con el Presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez, difundidas sin pudor por cargos socialistas".
"Y no pasa nada", ha criticado.
"El lío que se ha instalado en el PSPV es más propio de una película de Berlanga que de una organización seria", ha concluido.

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