VALENCIA.- El Valencia Container Freight Index (VCFI), el índice que mide los
fletes de exportación, ha experimentado en el mes de enero un
crecimiento del 5,01 por ciento y se ha situado en los 1.156,44 puntos,
lo que supone el máximo histórico desde el inicio de la serie en enero
de 2018.
Pese a que en noviembre de 2019 ya
se pudieron observar las consecuencias anticipadas de la implementación
de la normativa IMO 2020 sobre reducción de contaminantes, según ha
explicado la Valenciaport en un comunicado, en el mes de enero "se ha
hecho efectiva su entrada en vigor y, como se esperaba, se han visto
cumplidas las expectativas formadas en torno al incremento de los
fletes".
Dichos
efectos ya fueron anticipados también por este índice VCFI y por los
principales organismos internacionales, como por ejemplo la UNCTAD.
Esta subida de los fletes
demuestra que el sector del transporte marítimo internacional está
"plenamente comprometido en una transformación tecnológica en pro de la
reducción de partículas contaminantes", ha afirmado Valenciaport.
Este
incremento en los fletes, del que se salva la Europa Atlántica, se
produce en una coyuntura económica, para Valenciaport, "preocupante",
donde el crecimiento económico mundial se redujo pasando del 3,6% en
2018 al 2,9% en 2019, según el último informe World Economic Outlook
publicado por el Fondo Monetario Internacional en enero de 2020.
Por
su parte, el comercio internacional, una variable determinante
vinculada a la evolución de los precios del transporte marítimo,
"tampoco arrojó cifras positivas y se contrajo pasando del 3,7% al 1% en
2019", ha añadido .
Ante
este escenario, Valenciaport ha expuesto que "todavía tiene un mayor
protagonismo la coyuntura del mercado del bunkering, por ser el factor
que presiona al alza los fletes con más fuerza". En este sentido, el
precio del barril de Brent en enero rompe con la tendencia al alza
encadenada durante los dos meses previos y pasa de los 67,31 dólares por
barril hasta los 63,65 dólares, ha detallado.
"En
cuanto a las diferentes alternativas disponibles para cumplir con la
normativa IMO 2020, por un lado, encontramos aquellos que han optado por
la instalación de scrubbers y, que según datos de Alphaliner, son
responsables del 66% de la flota inactiva", ha señalado Valenciaport.
Por
ello, dado este proceso de instalación, según Valenciaport, la flota
ociosa ha ido creciendo desde diciembre hasta representar el 6,1% sobre
el total de flota activa a principios de enero. Sin embargo, a medida
que se han ido entregando buques ya instalados, la flota ociosa ha ido
reduciéndose hasta el 5,4% a finales del mes de enero.
Por
otro lado, también hay operadores que han optado por la transición
hacia combustibles más bajos en azufre. Estos deben hacer frente a un
coste operativo mayor debido a unos precios de bunkering superiores, que
tratan de trasladar a los cargadores mediante los correspondientes
recargos cuando las condiciones lo permiten.
Así,
desde noviembre, los precios de bunkering en los principales puertos
para el combustible VLSFO han "seguido una fuerte tendencia creciente",
contribuyendo de este modo a aumentar el diferencial respecto al
combustible IFO.
"Sin embargo, desde inicios de enero, mientras los
precios del VLSFO han sufrido una prolongada caída, los relativos al IFO
han presentado una mayor estabilidad en los últimos meses", ha agregado
Valenciaport.
Pese ello, las
diferencias en el coste del combustible "siguen siendo importantes y
tienen efectos sobre los costes de las navieras", ha afirmado, para
remarcar que, pese a este aumento en los costes, los incrementos en los
fletes de cada área han seguido "comportamientos dispares", según hayan
acumulado un crecimiento moderado, fuerte o un descenso en los próximos
meses.
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