domingo, 22 de marzo de 2020

Zaplana pide no ir a firmar por su salud y el estado de alarma

VALENCIA.- Eduardo Zaplana solicitó el pasado lunes la suspensión de sus comparecencias para firmas en la Ciudad de la Justicia por su investigación en el caso Erial, el blanqueo de millones de euros de supuestas comisiones a cambio de adjudicaciones amañadas, según Las Provincias

Dos son los motivos que la defensa del expresidente de la Generalitat alegó en su escrito. Por un lado, el estado de alarma y las actuaciones acordadas como urgentes por el Poder Judicial no incluían este tipo de controles que tienen como finalidad vigilar que los investigados no eludan la acción de la Justicia. 
Pero, además, en este caso se añadía el delicado estado de salud del exministro de Trabajo. Zaplana padeció una leucemia que terminó en un trasplante en 2015. Un simple resfriado se convierte en una cuestión de cierta importancia. 
Desde entonces debe someterse a continuas revisiones médicas e incluso, durante su estancia en prisión, fue trasladado al Hospital La Fe de Valencia por las complicaciones médicas. El especialista que lo trataba alertó de un riesgo vital en el caso de que regresara a la penitenciaría.
Pero la jueza, el Fiscal Anticorrupción y los magistrados de la Audiencia que analizaron los recursos nunca creyeron que la cárcel pusiera en riesgo la vida del político. De hecho, sólo se le concedió la libertad provisional tras bloquear 6,3 millones de euros de dos cuentas en Suiza. Apenas 72 horas después de esa operación, el dirigente del PP recibió el alta médica y se marchó a su domicilio.
El Poder Judicial acordó ayer suspender con carácter general este tipo de comparecencias. En la Ciudad de la Justicia de Valencia se seguían ayer practicando con normalidad. En este caso, estos procedimientos están centralizados en una garita. 
Esto fue una idea pionera en Valencia impulsada por el anterior juez decano de Valencia, Pedro Viguer y que, más tarde, fue exportada a otras provincias españolas. Los agentes de policía que recogen el cumplimiento de las firmas se encuentran en una garita de seguridad, aislados. Además, ahora se impedía que hubiera aglomeraciones en la cola.
La resolución del Poder Judicial, no obstante, acuerda que se podrán mantener las comparecencias apud acta siempre que los jueces aprecien circunstancias excepcionales para garantizar que el investigado no eludirá la acción de la Justicia. Además, proponen que el control se efectúe a través de una llamada de teléfono.
Será clave el criterio de la Fiscalía Anticorrupción. El fiscal encargado del caso ya apreció en su día riesgo de fuga al disponer en el extranjero de un enorme patrimonio, circunstancia que posteriormente se confirmó tras la incautación de más de seis millones de euros de Suiza y, en total, cerca de 11 millones a todos los investigados. 
La Guardia Civil sigue el rastro de parte del dinero de Andorra cuyo paradero se ignora. Esta circunstancia, así como las elevadas penas a las que podría enfrentarse, pueden llevar al fiscal a forzar la comparecencia o medida de control.

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