martes, 7 de abril de 2020

El Papa pide a sus clérigos que sirvan a la gente y que "no se aprovechen de su puesto en la Iglesia"


CIUDAD DEL VATICANO.- Misa de martes santo del Papa Francisco en la capilla de su residencia de Santa Marta. En su homilía improvisada, Francisco recuerda que todos nosotros somos  elegidos por Dios desde antes de nacer. Elegidos para servir, que consiste en "darse a los demás". Si no servimos, abrimos "el corazón a Satanás". Por eso, invita encarecidamente al clero católicos a servir, sin "aprovecharse de su puesto en la Iglesia". Antes de comenzar la misa, la ofreció por "todas las personas que sufren una sentencia injusta con encarnizamiento".

Antes de que salga el Papa, un cantor entona una antífona en latín, acompañado del armonio. Francisco entra en la capilla con su clásico caminar bamboleante y, antes de iniciar el rito, ofrece la misa: “Estos días de Cuaresma hemos visto la persecución que sufrió Jesús y cómo los doctores de la ley se unieron contra Él, fue juzgado con encarnizamiento y siendo inocente. Querría rezar hoy por todas las personas que sufren una sentencia injusta con encarnizamiento”.
Lectura del profeta Isaías: “El Señor me llamó desde el vientre de mi madre...”
Lectura del Evangelio de Juan: “Mientras estaba en la mesa con sus discípulos, Jesús dijo: 'En verdad, en verdad os digo que uno de vosotros me traicionará'...'Lo que tienes que hacer, hazlo pronto'... Judas tomó el bocado y salió rápidamente...'A donde Yo voy vosotros no podéis venir'...'No cantará el gallo antes de que no me hayas negado tres veces'”.

Homilía improvisada del Papa

“La profecía de Isaías que hemos escuchado es sobre el Mesías, sobre el redentor, per también sobre el pueblo de Dios. Y podemos decir que es una profecía sobre cada uno de nosotros”
“En esencia, la profecía subraya que el Señor ha elegido a su siervo desde el seno materno. Lo repite dos veces. Antes de su nacimiento. Cada uno de nosotros hemos sido elegidos antes del nacimiento. Ninguno de nosotros ha caído en el mundo por casualidad. Cada uno tiene un destino, un destino libre. Nazco con el destino de ser hijo de Dios. Con la obligación de servir, de construir, de edificar. Y esto desde el seno materno”
“El Siervo de Yhavé Jesús sirvió hasta la muerte. Un reto. Y esto subraya el modo de servir que tenemos que hacer en la vida: Servir es darse a los demás. Es no pretender para uno de nosotros cualquier beneficio que no sea servir. Y la gloria de Cristo es servir. Jesús es el Siervo de Israel”.
"El pueblo de Dios es siervo y cuando se aleja de esta actitud de servir es un pueblo apóstata. Y cuando uno de nosotros se aleja de esta vocación, se aleja de su vocación de hijo de Dios”
“El Señor nos ha elegido desde el seno materno. En la vida hay caídas. Todos somos pecadores. Excepto La Virgen y Jesús. Todos los demás somos pecadores. Pero lo que importa es la actitud de siervo ante el Dios que me ha elegido. La actitud de un pecador que pide perdón como Pedro. Que llora, cuando canta el gallo, y se arrepiente. Cuando cae, pide perdón. Cuando el siervo no es capaz de entender que ha caído, cuando llega a la idolatría, abre el corazón a Satanás y entra en la noche. En esa noche en la que cayó Judas”
“Jesús el siervo, con vocación de servir. Pensemos en cada uno de nosotros. Somos siervos. Nuestra vocación es servir, no para aprovecharse de nuestro puesto en la Iglesia. Servir, siempre el servicio. Pidamos la gracia de perseverar en le servicio. Con caídas, pero con la gracia de arrepentirse, como hizo Pedro”.

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