TARRAGONA.- Las cabinas de peaje de la AP-7 desaparecerán definitivamente de la zona de Tarragona y Terres de l’Ebre, cinco meses después de que se decretara su gratuidad al finalizar la concesión.
Carreteras del Estado ha empezado este lunes a sacar las marquesinas que no se usan desde el pasado 1 de enero. La primera demolición se ha hecho en la salida 40, la de Tortosa-L’Aldea y el miércoles se realizará también en Cambrils.
Las máquinas ya han derruido una parte de la marquesina y varios
camiones se llevan el hierro de la infraestructura. Estas obras obligan a
mantener restringido el acceso y las salidas a la AP-7 por la Aldea hasta la noche.
Desde el movimiento vecinal AP-7 gratuita, han celebrado el hito. El
portavoz de la entidad, Llorenç Navarro, destacó que con las obras de
este lunes “se normalice” que esta carretera, pagada durante casi
cincuenta años, sea por fin una vía rápida gratuita.
“Ha llegado el
momento de que se visualice como una autovía y que la gente se olvide de
volver a pagar nunca más. Ahora lo más importante son las vidas humanas
y la seguridad que da la AP-7”, ha señalado.
Con la N-340
descongestionada y con un tramo de la AP-7 liberada, el movimiento
vecinal insiste en que mantendrán la lucha para que la gratuidad se
complete hasta la Jonquera y no se renueve ninguna otra concesión,
tampoco a la A- 2 entero el Vendrell y Zaragoza.
Navarro insiste a las administraciones a dejar de conceder el
mantenimiento y la construcción de las infraestructuras en el Estado a
empresas que hacen grandes negocios, “con facturas pagadas con vidas
humanas”.
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