MADRID.- “La reducción drástica del tráfico se sigue traduciendo en una mejora sin precedentes de la calidad del aire en las ciudades españolas”.
Lo dice Ecologistas en Acción, que acaba de presentar el informe
“Efectos de la crisis de la COVID-19 sobre la calidad del aire urbano en
España”, elaborado a partir de mediciones en 26 ciudades españolas.
Con
esos datos en la mano, la organización ecologista ha confirmado que
“desde la declaración del estado de alarma, el 14 de marzo, se ha
producido una reducción drástica de los niveles de contaminación
atmosférica por NO2 en las principales ciudades españolas, reducción que se ha cuantificado en un 58 % de los niveles de contaminación habituales en estas fechas durante la última década”.
En Madrid y Barcelona, ya lo había constatado Greenpeace poco
después de que se declarara el estado de alarma. En las dos grandes
ciudades, el parón del tráfico ya se dejaba notar en la mejora de la
calidad del aire apenas una semana después de iniciar el confinamiento. Se registraban niveles muy inferiores a los límites de la OMS. Pero ahora, Ecologistas en Acción ha analizado 26 ciudades y la reducción es notoria en todas.
Hablamos de la contaminación del tráfico, porque el dióxido de nitrógeno (NO2) es el contaminante emitido por los tubos de escape de los coches
(además de por las calderas industriales y domésticas), por lo que su
evolución está directamente ligada a las emisiones del tráfico. Es
decir, que es el factor que más influye en la calidad del aire de las ciudades.
Foto fija de la calidad del aire
El informe elaborado por Ecologistas en Acción analiza
los datos oficiales de dióxido de nitrógeno recogidos en 129 estaciones
de medición repartidas entre las 26 principales ciudades de España durante los meses de marzo y abril.
También
analiza los datos de los diez años anteriores, por lo que, a fecha 30
de abril, presenta una foto fija de la calidad del aire urbano antes y
después de la declaración del estado de alarma y el confinamiento.
El informe arroja muchos datos llamativos:
- Los niveles de NO2 registrados durante el estado de alarma son los más bajos, para los meses de marzo y abril de la última década, en todas las ciudades analizadas
- Se registran niveles muy por debajo del límite legal y de los límites establecidos por la OMS, cuando en las estaciones de tráfico se superan frecuentemente, especialmente en el mes de marzo
- Las mayores reducciones se han producido en las ciudades de Alicante (72 %) y Valencia (69 %), y las menores en Oviedo (42 %) y Zaragoza (45 %)
- Madrid ha rebajado los niveles de NO2 un 59 % y Barcelona un 62 %, de promedio
- Se aprecia una menor reducción de la contaminación en las ciudades de la cornisa cantábrica, “debida quizás a factores meteorológicos no bien precisados”
- Las ciudades del litoral mediterráneo son las que más han rebajado los niveles de NO2, "hasta concentraciones en ocasiones propias de estaciones rurales de fondo"
- La mejora de la calidad del aire está siendo general, tanto en los centros de las ciudades como en las periferias urbanas, al igual que son generales las medidas de limitación de la circulación
- No se aprecian diferencias significativas entre las diversas prórrogas del estado de alarma, aunque la caída de la contaminación ha sido algo superior en el promedio del mes de abril (60 %) que en la segunda quincena de marzo (55 %)
- Las lluvias y la inestabilidad atmosférica de la primavera también han contribuido de manera importante a mejorar la calidad general del aire. Este ha sido el abril más lluvioso desde que se tienen registros y marzo fue también muy húmedo
Evitar 7.000 muertes prematuras cada año
Recuerda Ecologistas en Acción que “el NO2 provoca cada año en España alrededor de 7.000 muertes prematuras,
según el Instituto de Salud Carlos III y la Agencia Europea de Medio
Ambiente. Es un gas irritante que agrava las enfermedades respiratorias y
merma la resistencia a las infecciones”.
De
forma imprevisible y dramática, el coronavirus ha venido a corroborar
algo en lo que vienen insistiendo los ecologistas desde hace décadas:
“la reducción del tráfico motorizado en las ciudades tiene claros
efectos en la disminución de la contaminación, algo que a su vez supone una importante mejora de la salud pública”. Efectos claros que, además, son bastante inmediatos, a la luz de este informe.
Por
eso, piden desde esta organización, que en la “nueva normalidad” hacia
la que nos encaminamos se potencie “la movilidad activa peatonal y
ciclista,
cediendo más espacio para estos medios y estableciendo el límite de
velocidad urbana en 30 kilómetros por hora”. También “el transporte
público, por lo que "debe garantizarse su viabilidad con una ley de
financiación".
Y una vez superada la crisis,
"debería acelerarse la implantación en las ciudades de zonas de bajas
emisiones ambiciosas”, concluyen.
La contaminación cae un 68% en la Comunitat
La contaminación ha caído un 68 por ciento de media en la Comunitat
Valenciana desde el 14 de marzo, con la declaración del estado de alarma
por el coronavirus y hasta finales de abril, una cifra que supone el
mayor descenso en España.
La bajada la encabeza la ciudad de Alicante,
donde el descenso de los niveles de contaminación es de un 72% de media
entre sus tres estaciones de medición, y un 79% en la de Florida, que es
la que habitualmente alcanza niveles más elevados de este contaminante.
Le
sigue València, con un 69% menos mientras que la reducción en Castelló
es del 54%. En este último caso, según el informe 'Efectos de la crisis
de la COVID-19 sobre la calidad del aire urbano en España', se detecta una "cierta influencia de la actividad
industrial", dada la ubicación de sus estaciones de medición.
Así lo refleja el informe de Ecologistas en Acción,
elaborado a partir de mediciones oficiales en 26 ciudades, que concluye
que la reducción drástica del tráfico se sigue traduciendo en una mejora
"sin precedentes" de la calidad del aire en las ciudades españolas,
"muy por debajo de los límites legales y las recomendaciones de la
Organización Mundial de la Salud", según ha informado la organización en
un comunicado.
Ecologistas en Acción propone para la
desescalada mantener la compra de proximidad, el teletabajo voluntario,
la administración electrónica, rebajar el límite de velocidad en vías
urbanas a 30 kilómetros por hora, potenciar la movilidad activa peatonal
y ciclista, garantizar el transporte público con una ley de
financiación o el escalonamiento de horarios laborales.
El informe analiza los datos oficiales de dióxido de
nitrógeno (NO2) recogidos en 129 estaciones de medición, repartidas
entre las 26 principales ciudades del Estado español --todas las mayores
de 150.000 habitantes con más de una estación--, durante los meses de
marzo y abril de 2020 y de los diez años anteriores.
Entre
las conclusiones destaca que desde la declaración del estado de alarma
el pasado 14 de marzo se ha producido una reducción drástica de los
niveles de contaminación atmosférica por NO2 en las principales ciudades
españolas, cuantificada en un 58%, con una mejora de la calidad del
aire general, tanto en los centros de las ciudades como en las
periferias urbanas, al igual que son generales las medidas de limitación
de la circulación adoptadas.
Tampoco se aprecian diferencias
significativas entre las diversas prórrogas del estado de alarma, en las
que se han aplicado restricciones de diversa intensidad, si bien la
caída de la contaminación ha sido algo superior en el promedio del mes
de abril (60%) que en la segunda quincena de marzo (55%).
Los niveles de NO2 registrados durante el estado de alarma
--contaminante típico emitido por los tubos de escape de los
automóviles-- son los más bajos para los meses de marzo y abril de la
última década en todas las ciudades analizadas, muy por debajo del valor
límite legal y la guía anual de la OMS, cuando en las estaciones de
tráfico dicho umbral se supera frecuentemente, especialmente en el mes
de marzo.
Territorialmente se aprecia una menor reducción de la
contaminación en las ciudades de la cornisa cantábrica, debida quizás a
factores meteorológicos no bien precisados. Pero, en cambio, las
ciudades del litoral mediterráneo son las que más han rebajado los
niveles de NO2, hasta concentraciones en ocasiones propias de estaciones
rurales de fondo.
Las mayores reducciones se habrían producido
en las ciudades de Alicante (72%) y València (69%), y las menores en
Oviedo (42%) y Zaragoza (45%). Madrid ha rebajado los niveles de NO2 el
59% y Barcelona el 62%, de promedio.
No obstante, según precisa la entidad, las redes de medición
de las ciudades son "muy dispares, por lo que sus datos no pueden
compararse con completo rigor".
Otro
dato que ha contribuido al descenso ha sido el de las precipitaciones y
la inestabilidad atmosférica predominantes durante la primavera, dado
que este ha sido el abril más lluvioso desde que se tienen registros y
marzo fue también muy húmedo.
Aunque no son objeto del informe,
las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5) y el ozono también han
disminuido de forma notable en la primera mitad de la primavera. La
drástica reducción de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx),
principal contaminante precursor del ozono, puede haber contribuido a
esta circunstancia, junto al tiempo inestable y lluvioso.
Según la organización, la crisis de la COVID-19 demuestra
que la reducción estructural del tráfico motorizado y los cambios en las
pautas de movilidad "son la mejor herramienta para rebajar la
contaminación del aire en las ciudades, aún teniendo en cuenta la
excepcionalidad de la situación extrema que estamos viviendo" y
corrobora que la reducción del tráfico motorizado en las ciudades "tiene
claros efectos en la disminución de la contaminación, algo que a su vez
supone una importante mejora de la salud pública".
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