sábado, 14 de noviembre de 2020

Renfe mantendrá la oferta de AVE pese a llevar los trenes medio vacíos



MADRID.- Renfe tiene previsto mantener intacta su oferta en los próximos meses pese a que el cierre de las comunidades autónomas y las restricciones a la movilidad han hundido más su demanda, que lleva a la baja desde mediados de agosto, cuando empezó la segunda ola de coronavirus.

Así, tanto el Ministerio de Transportes como el operador aseguran que se mantendrán las frecuencias entre las distintas provincias, algo que, además, exigen los propios gobiernos autonómicos, que han llegado a pedir más conectividad, aunque cada vez haya menos pasajeros por las prohibiciones a abandonar los municipios de residencia y las limitaciones al ocio.

"Hay en torno a un 50% de trenes operando y la ocupación está por debajo del 40%. No hay indicación de que se vayan a quitar frecuencias o poner más. Se aumentará la oferta conforme crezca la demanda y ahora está cayendo", explican fuentes del operador ferroviario, que acumula unas pérdidas de 333 millones hasta septiembre y que ha retrasado a 2021 cualquier tipo de recuperación. La oferta de Cercanías, que está al cien por cien, tampoco se va a tocar pese a que la demanda está un 42% por debajo que antes de la pandemia.

Según los datos facilitados por Renfe a El Economista, en julio la ocupación de los servicios comerciales fue del 54%, cifra que subió al 64% en agosto, pero que bajó al 42% en septiembre y que se ha reducido más en octubre y noviembre. Por ejemplo, en el puente de principios de mes, las plazas de AVE y Larga Distancia ofertadas por Renfe en toda España fueron un 45% menores a las de un año antes, mientras que la previsión de viajeros se situó un 84% por debajo.

El presidente de Renfe, Isaías Táboas, explicó la semana pasada en el Congreso que la demanda ha caído un 75% tras las restricciones adoptadas por las autonomías, pero según los datos publicados por el Ministerio ya se empezaron a ver desplomes de más del 70% hace semanas. Así, el AVE transportó 525.000 pasajeros en septiembre, un 73% menos que hace un año y un 8% menos que en agosto, cuando el tráfico cayó un 66%. En 2019, la alta velocidad movió un 13% más de viajeros en septiembre que en agosto. En Larga Distancia convencional el tránsito cae el 70%.

La estrategia de no reducir tráficos impactará en las cuentas de Renfe, que tendrá que seguir pagando los cánones y la energía, aunque lleve los trenes medio vacíos y sin perspectivas de que mejore. "El 92% de los encuestados por la compañía en octubre señalaron que no tenían planes de viajar", explicó Táboas. Lo que sí que se está planteando la compañía es retrasar la puesta en marcha de Avlo, el AVE de bajo coste, si la demanda no acompaña y siguen las limitaciones a la movilidad, ya que el servicio solo es rentable con una alta ocupación. El ministro Ábalos dijo que el plan era activarlo en enero de 2021. En este contexto, la previsión de volver a beneficios en 2022 está en revisión, ya que se realizó con un escenario más optimista.  

Pese a que las aglomeraciones son anecdóticas por la falta de viajeros, Renfe mantiene intacto su protocolo de seguridad. Así, en septiembre cambió su algoritmo para que se asignen plazas lo más distanciadas posible a los diferentes usuarios que adquieran sus billetes a través de su web y facilitar la distancia social cuando la ocupación del tren lo permite. Asimismo, continúa aplicando las medidas extraordinarias de seguridad, la política de devolución de los billetes y mantiene las cafeterías cerradas. Por ejemplo, sustituye los reposacabezas de todos los asientos antes de cada viaje, lleva a cabo una limpieza extraordinaria cada cinco viajes a todo el tren y recomienda no hablar.

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