Además de por las celebraciones del Día de la Constitución, el puente de diciembre ha estado marcado tradicionalmente en España por el inicio de un periodo típicamente navideño, por las compras y por las aglomeraciones en las zonas más céntricas y comerciales de las principales ciudades españolas.
Pero las restricciones impuestas en las comunidades autónomas (entre ellas los cierres perimetrales o los toques de queda que imperan en la mayoría) han reducido de una forma muy considerable la movilidad de los ciudadanos y han puesto a prueba la solidez de una evolución que durante los últimos días, aunque con cifras muy desiguales en las comunidades, ha sido positiva.
Lo que sí ha determinado la pandemia han sido las celebraciones que se han sucedido con motivo del Día de la Constitución; tanto el acto central e institucional, que se ha trasladado a la calle -a la Carrera de San Jerónimo-, como las concentraciones que ha convocado Vox en numerosas ciudades, y en las que no siempre se ha guardado la distancia de seguridad recomendada.
El Ministerio de Sanidad actualizará mañana los datos sobre la evolución epidemiológica, y aunque durante el fin de semana continúan activos todos los sistemas de alerta de los servicios de salud pública de las comunidades autónomas para mantener la vigilancia y el control en todo el territorio español, hasta los próximos días no se podrá testar cómo han repercutido el puente y las medidas que se han tomado.
O el impacto y efecto que pueden llegar a tener los test rápidos para detectar anticuerpos de coronavirus que han empezado a llegar a las farmacias españolas y que permitirán a los usuarios, bajo prescripción médica, realizar un auto-diagnóstico.
Se suceden mientras las medidas orientadas a mejorar la gestión de la epidemia, y entre ellas el Gobierno ha aprobado un protocolo -basado en un documento aprobado en el Consejo Territorial de Servicios Sociales y del Sistema para la Atención a la Dependencia, dependiente del Ministerio de Derechos Sociales- que recopila las recomendaciones que se deben atender en las residencias de mayores y en los centros de dependientes.
Entre esas recomendaciones destaca la de confinar a los usuarios solo cuando se trate de casos positivos de covid o sospechosos, además de habilitar espacios en las instalaciones exteriores de los centros para que los internos se puedan encontrar con sus allegados en condiciones de seguridad.
Las vacunas que ya se abren paso en el mercado tras superar las diferentes fases para comprobar su seguridad y su eficacia podrían llegar en las próximas semanas a los primeros españoles, aunque será en este caso a los trabajadores que cada día cruzan la frontera para desempeñar su trabajo en centros sanitarios o asistenciales en Gibraltar.
La Comunidad, epicentro de la pandemia en España
La Generalitat Valenciana admitió este sábado su «preocupación» ante el alto riesgo por la propagación del coronavirus en la región y por las «dificultades» para bajar una curva de contagios que se disparó en octubre tras un puente festivo: «Nos está costando muchísimo y tenemos que ser estrictos en las medidas».
La Comunidad Valenciana ha pasado en dos meses de ser la autonomía peninsular con menor incidencia acumulada del Covid-19 a superar por primera vez la media española de contagios, con 232 positivos por cada 100.000 habitantes, de acuerdo con la información suministrada por el Ministerio de Sanidad y recogida por Abc.
En ciudades como Valencia, la incidencia del coronavirus se ha disparado hasta alcanzar los 289 casos en los últimos catorce días.
Además, la región se ha convertido en el nuevo epicentro de la pandemia en España con la mayor tasa de positividad (el porcentaje de positivos de coronavirus obtenidos por cada prueba PCR) con un catorce por ciento, el doble que la media del conjunto del país).
Además, el ritmo básico de reproducción ha vuelto a repuntar hasta el 0,88. Un indicador próximo al uno por ciento que revela una situación crítica por la rápida propagación del Covid-19.
El Gobierno que lidera Ximo Puig defiende que su estrategia de rastreo de los casos positivos ha propiciado una mejor selección de las personas a las que se les realizan las pruebas y, en consecuencia, ese factor explicaría la mayor incidencia acumulada y la tasa de positividad del coronavirus que presenta la región.
Sin embargo, la Generalitat Valenciana, que este sábado decretó la medidas para frenar la expansión del Covid-19 que estarán en vigor hasta el 15 de enero con las excepciones para Navidad, ha sido uno de los gobiernos autonómicos menos restrictivos en los últimos dos meses en los que se ha disparado la incidencia del coronavirus desde el umbral de los cien casos por cada 100.000 habitantes hasta los 232 de la actualidad. Por ejemplo, a diferencia de otras regiones vecinas como Cataluña o Murcia, en la Comunidad Valenciana no se ha cerrado la hostelería.
Además, la Comunidad Valenciana se ha situado durante toda la pandemia a la cola de España en cuanto a la realización de test para detectar al coronavirus. A día de hoy, la ratio se sitúa en 1.460 pruebas PCR y de antígenos por cada 100.000 habitantes frente a las 1.902 de la media del conjunto del país, según los últimos datos actualizados por el Ministerio de Sanidad. Solo cinco autonomías y la ciudad de Melilla practican menos pruebas que la Generalitat Valenciana.
En este contexto, la presión asistencial en la región que preside el socialistaXimo Puig también ha superado la media nacional. El 10,7 por ciento de las plazas disponibles en los hospitales valencianos están ocupadas por pacientes contagiados del Covid-19. Este porcentaje se eleva al 27,29 por ciento en el caso de las UCI.
La Comunidad Valenciana, de hecho, encabeza la cifra de ingresos en Intensivos en la última semana por delante de regiones más pobladas como Andalucía y con cinco veces más hospitalizaciones en la UCI por el coronavirus que la Comunidad de Madrid.
Desde que comenzó la pandemia del coronavirus la Generalitat Valenciana ha notificado 108.088 casos positivos y 2.477 fallecimientos como consecuencia del Covid-19. Al respecto, el incremento de la letalidad en los dos últimos meses es otro de los aspectos que más preocupan a las autoridades sanitarias.
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