martes, 16 de septiembre de 2025

Cámara Valencia cifra en 133.000 las viviendas necesarias en la provincia hasta 2030 para atender la demanda

 VALENCIA.- La Cámara de Comercio de Valencia ha cifrado en 133.340 las viviendas necesarias en esta provincia hasta 2030 para atender la demanda. Asimismo, ha señalado que la falta de viviendas disponibles implicará mayor hacinamiento en determinados colectivos, incremento de precios, éxodo a municipios periféricos, asentamientos informales y mayor dependencia de ayudas para comprar o alquilar.

La entidad recoge esas consideraciones en el Informe sobre la vivienda en la provincia de Valencia, un documento elaborado por el departamento de Economía de Cámara Valencia "desde la perspectiva de la oferta y la demanda" y por encargo de su Comisión de Proyectos Estratégicos y Desarrollo.

El estudio, dado a conocer este martes en rueda de prensa, apunta que la demanda de viviendas se podría incrementar hasta las 228.165 en 2030 y expone que con el ritmo de construcción actual solo se podrá atender aproximadamente el 30 por ciento de las que viviendas que se reclaman.

En la presentación han participado el presidente de Cámara Valencia, José Vicente Morata; el responsable del estudio, Amadeo Aznar; y los integrantes de la citada comisión: Juan Cámara, Alejandro Escribano, José María Tomás y Juan Manuel Real.

 "La situación actual exige decisiones valientes, coordinación entre administraciones y un nuevo marco público-privado", ha dicho Morata.

El informe expone que el precio de la vivienda ha subido de manera que "limita el derecho fundamental de acceso" a ella, al tiempo que afirma que detrás de ese aumento hay "factores de oferta y de demanda". 

Entre los que limitan la oferta de vivienda enumera el incremento del coste de los materiales y de la mano de obra, la disponibilidad y el precio del suelo urbano, el endurecimiento de la normativa y la "lentitud burocrática" y el consiguiente "estancamiento de la construcción".

Respecto a esto último, el trabajo indica que "la caída de la construcción ha dado lugar a que el stock de vivienda nueva siga una tendencia a la baja" que no permite su reposición. De este modo, añade que "el descenso continuado del stock" provoca "la presión al alza de precios". A esto suma la reducción de la vivienda protegida.

Entre los factores que limitan el acceso a la vivienda, el informe cita su precio, el aumento de la población --destaca el crecimiento de la población extranjera-- y del turismo, una mayor esperanza de vida y el cambio en la estructura de los hogares.

A partir de ese trabajo, Cámara Valencia plantea, como cuatro pilares, propuestas encaminadas a "paliar" en esta provincia "la crisis de la vivienda", "un problema global que traspasa fronteras", "convertido en la principal preocupación de los españoles", y que "requiere medidas locales" que estén "adaptadas a cada territorio".

Así, aboga por generar suelo, equilibrar normas, revisar la política tributaria y abordar el desarrollo residencial con visión metropolitana. Juan Cámara ha señalado, respecto a las viviendas turísticas que podrán dejar de tener esa consideración y pasar al mercado como residenciales, que eso es "un sumando más" ante la necesidad de inmuebles, "pero no la solución". 

Ha dicho que "está más en la creación de la materia prima, el suelo".

La Cámara considera que "abordar la crisis de vivienda en la provincia de Valencia pasa por promover actuaciones coordinadas en sus ciudades, especialmente, en las del área metropolitana", además de precisar que por su "complejidad" esas iniciativas "implican alianzas público-privadas y superar obstáculos económicos y sociales".

Por lo que respecta al incremento del suelo disponible para vivienda, la Cámara de Comercio asegura que es "una medida necesaria y de carácter urgente", por lo que estima "fundamental acelerar los procesos de urbanización mediante la simplificación procedimental". 

El informe indica que estos "pueden prolongarse hasta quince años".

"Sin política de suelo no puede haber política de vivienda. El suelo es la clave de todo", ha apuntado Escribano, que ha apostado por contar con suelo que las administraciones pongan a disposición del sector privado para hacer vivienda pero con "precios topados" para que estén controlados tanto en compra como en alquiler. 

"Ahí no puede operar el mercado", ha considerado.

Sobre el marco normativo, el estudio señala que "actualmente, el elevado desarrollo" en este ámbito --con normas, "más exigentes y complejas", que pueden ser europeas, nacionales, autonómicas y/o locales y para diferentes ámbitos-- está provocando la ralentización de la construcción". Cámara Valencia sugiere "equilibrar los estándares normativos para lograr mayor agilidad en los procesos y contener costes sin renunciar a la seguridad y los derechos de los compradores".

En cuanto a los impuestos, asegura que la construcción "está sometida a una carga fiscal relevante" con impuestos que afectan al desarrollo del suelo, a la edificación, a la compra, la herencia, la venta o la donación. La Cámara de Comercio aboga por "una política tributaria que contribuya a la contención del precio de la vivienda". 

En esta línea, invita a "contemplar la eliminación del IVA por la compra de primera vivienda, recuperar la deducción de la inversión en vivienda habitual en el IRPF y ampliar las deducciones por alquiler".

Por lo que respecta al visión metropolitana que defiende, la entidad asegura que "parte de la solución al problema de la vivienda que existe en la provincia" de Valencia pasa por "el desarrollo residencial" en las localidades de su alrededor. 

No obstante, subraya que para ello es necesario garantizar un transporte y una comunicación acorde con las nuevas áreas de expansión y también servicios de proximidad para la población que se asiente en ellas.

Escribano ha asegurado que el crecimiento de la ciudad de Valencia es "prácticamente imposible o muy limitado", teniendo en cuenta espacios como la huerta protegida o l'Albufera, y ha afirmado que la expansión "debe venir de desarrollos metropolitanos" que han de concentrarse "donde es posible ocupar nuevos suelos" --hacia la CV-35 y Torrent principalmente, ha dicho--. Asimismo, ha subrayado la necesidad de dotarlos de infraestructuras de transporte que no limiten la movilidad.

Este experto ha abogado por densidades de población "del orden de 120 a 140 viviendas por hectáreas que con ocupaciones de suelo de alrededor de 200 hectáreas podrían permitir la construcción de unas 20.000 o 25.000 viviendas en el área metropolitana sin ningún problema" y ha descartado "hacer desarrollos con densidades de 15 viviendas por hectáreas". 

"Eso es insostenible, es un error monumental", ha apostillado.

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