martes, 11 de noviembre de 2008

Mariscal critica el "caos absoluto y bestial" del urbanismo de Valencia y las "animaladas" de Calatrava

VALENCIA.- El diseñador valenciano Javier Mariscal criticó hoy, durante la presentación en Valencia de su última exposición 'Bombay Sapphire Design Exhibition', el "caos absoluto" y "bestial" del urbanismo valenciano y las "animaladas" que "hace" en la ciudad el arquitecto Santiago Calatrava.

De éste aseguró que "hay" quien diga que es el arquitecto "más guay del mundo", y opinó que "igual aquí sí, pero en otros pueblos no".

Mariscal se pronunció en estos términos durante la presentación de su última exposición a los medios de comunicación en la Sala de Exposiciones del Ayuntamiento, en la que se encontraba también la concejala de Cultura, María José Alcón, que tuvo que interrumpirle en alguna ocasión para recordarle que "el pluralismo y el respeto a todos los artistas es lo que hace a una ciudad grande; el respeto a la libertad y a la forma forma de pensar de todas las personas", recalcó.

No obstante, el diseñador insistió en que, a pesar de que la ciudad le parecía "chula" y que le encantaba ver los edificios y la luz, en ella están presentes las "animaladas" de Calatrava y una especie de "caos absoluto y bestial" que cada vez más "se parece al desastre de Madrid".


Sobre ello, aseveró que "hay a gente a la que le encanta que todo crezca más, que hayan cada vez más autopistas y se eche más cemento" pero mostró su deseo de que "no creciera tanto y tan desordenamente, con tanto cachondeo".

Aseguró que no le parecía "positivo" cómo se planteó el Museo de las Ciencias de las ciudad o el "último cacharro" de Calatrava, ya que a su juicio "falta un programa y una seriedad".

Sin embargo, reiteró que hay gente a la que le parece que Valencia necesitaba esto, "estas animaladas", porque así "sale en el mapa".

"Yo creo que no", apostilló.

En este sentido, lamentó que ya casi no exista el paseo de Valencia al Mar, puesto que "no han dejado nada" y "no se aprecia el secano" de la ciudad. En su opinión, se tendría que hacer un urbanismo "distinto", aunque, según los votos, dijo, "aquí la gente está emocionada con estas políticas, con echar cemento y con hacer autopistas".

En este momento, María José Alcón le recordó que la libertad de expresión es un "valor importante" en la sociedad, y subrayó "el pluralismo que tenemos, la objetividad y el respeto" que, dijo, "debe ir siempre por delante de cualquier opinión".

Así, Alcón insistió en que Valencia tiene un tamaño "muy acogedor", es una ciudad "muy alegre, que ha crecido racionalmente y que tiene un clima extraordinario". La describió como "culta, bella y de futuro", que "a unos les gusta y a otros no, eso es algo muy objetivo", puntualizó.

Ante ello, Mariscal le contestó que él no había dicho que Valencia no fuera bonita.

La exposición 'Bombay Sapphire Design Exhibition, by Javier Mariscal', llega a Valencia, donde se clausurará tras recibir a unos 80.000 visitantes durante un año por algunas de las ciudades por las que ha pasado, como Bilbao, Madrid, Salamanca, Málaga, Barcelona y Sevilla.

La muestra, cuya entrada es gratuita, se compone de un total de 50 piezas creadas en el último siglo y elegidas por el diseñador "con el corazón".

Estas piezas son consideradas iconos de la moda, la decoración, los medios de locomoción, los pequeños electrodomésticos y otros muchos objetos que han instaurado nuevos estilos de vida. Entre ellas, Mariscal citó los primeros tejanos Levi's (1890); o la primera Vespa (1946).

Explicó que algunos objetos fueron elegidos al azar y otros "con el corazón", porque los usó o todavía los utiliza, como una máquina de escribir o una cámara de fotos Polaroid, que en su momento supuso una gran revolución y que "ahora parece de la época de los romanos".

También citó el primer pequeño computer de Apple, que todavía hoy se está reinventando; o la moto Vespa, la "primera" que rompió con el esquema tan masculino de la época, recordó.

Resaltó que la muestra representa "muy bien" los tres procesos del diseño, en los que el diseñador es "una parte pequeñísima".

Explicó que el primer proceso, y el más importante, es por el que apuesta y tiene una tecnología; el segundo, la fabricación y el proceso de los ingenieros; y el tercero, cómo ser vende y cómo se comunica.

Expuso que son 50 objetos que "han cambiado nuestra vida". También indicó que no le parecía bien reivindicar la profesionalidad de la misma, puesto que es una selección "muy personal", y "hecha con el corazón".

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