La portavoz del PSPV municipal, Carmen Alborch, y la concejal de este grupo Ana Botella denunciaron esta situación y calificaron de "insuficiente" la política de empleo desarrollada por la alcaldesa Rita Barberá.
Además, insistieron en que estos datos otorgan a la ciudad "el dudoso honor" de ser la primera en aumento del paro femenino respecto a otras grandes ciudades, con un incremento del 33% de mujeres paradas a lo largo del último año.
En términos absolutos, la cifra de parados en Valencia es de 50.010 en diciembre de 2008 -un 62% de ellos hombres y un 38% de mujeres- lo que representa 48 parados al día. Además, Botella destacó que Valencia ha perdido puestos de trabajo un 40% más rápido que Madrid, un 50% más que Barcelona y un 100 % más que Bilbao, durante el período de noviembre de 2007 al mismo mes del año 2008.
Además, la contratación de personas también ha caído a finales de 2008 en un 17%, por encima de Madrid, Barcelona, Bilbao, Zaragoza y Málaga. Alborch criticó la falta de planificación en la política de empleo del Ayuntamiento y la necesidad de "cambiar de modelo hacia uno más diversificado para crear empleo y también ciudad".
La concejala de Empleo y Proyectos Emprendedores del Ayuntamiento de Valencia, María Jesús Puchalt, del PP, salió al paso de estas críticas y acusó a las dos ediles socialistas de ofrecer datos inexactos sobre las cifras de desempleados en la ciudad.
Puchalt señaló que la situación del paro en toda España es "bochornosa e inadmisible" y atribuyó la responsabilidad al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y a su "nefasta gestión política, que se agrava más si cabe, en momentos económicos tan complicados como el actual".
Un gobierno con poco margen de maniobra
No es fácil sacar conejos de la chistera con la deuda pública y las obligaciones pendientes que arrastra la Generalitat. El vicepresidente del Consell, Gerardo Camps, se comprometió el pasado viernes a duplicar prácticamente el presupuesto para el fomento del empleo consignado en 2009 por la Generalitat. La Comunidad Valenciana fue una de las comunidades españolas más golpeadas por el aumento del paro en diciembre.
Pero la situación financiera del Consell no parece estar para soportar grandes alardes a la vista de los últimos balances. En diciembre se conocían los datos de deuda pública por comunidades autónomas. Mientras la deuda pública acumulada por las 17 comunidades descendía a lo largo del tercer trimestre de 2008 en 580 millones, según el Banco de España. la deuda de la Generalitat evolucionó en dirección contraria y creció 237 millones de euros. A finales de septiembre la deuda autonómica era de 12.198 millones.
La Sindicatura de Comptes en el informe presentado hace unas semanas constató que el escenario económico de la Generalitat no está para grandes alegrías y la futura financiación autonómica no llega para todo. El presupuesto para 2007 era de 12.900 millones de euros y los gastos comprometidos a final de ese ejercicio sumaban 25.212 millones (con deuda incluida). El gasto desplazado por el Consell a ejercicios futuros prácticamente duplica el presupuesto corriente.
El debate de presupuestos que poco antes se libró en las Cortes Valencianas puso de manifiesto la escasa capacidad de maniobra del Consell para incidir sobre la economía real.
Según el órgano fiscalizador, el Gobierno valenciano arrastra una hipoteca de 1.915 millones de euros a pagar en el año 2008; 1.444 millones a pagar en 2009; otros 1.058, en 2010; 885, en 2011; y la friolera de 15.681 millones en años posteriores. En total, 20.985 millones de euros.
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