VALENCIA.- Agentes de la Guardia Civil han detenido a
60 personas e investigan a otras cinco en la provincia de Valencia por
presuntamente cometer estafas a través del método conocido como 'cartas
nigerianas', en el que por correo electrónico se promete a las víctimas
la falsa herencia de una fortuna inexistente si efectúan una serie de
pagos por adelantado Hasta el momento, se han esclarecido supuestas
estafas por valor de 20 millones de euros.
Esta investigación, bautizada como Operación Risala, ha permitido
desarticular una supuesta organización criminal internacional asentada
en Valencia, con líderes de origen nigeriano y al parecer dedicada a la
estafa de 'cartas nigerianas', según ha indicado la Benemérita en un
comunicado.
Se ha saldado también con la intervención de más de un millón de
euros en dólares falsificados, 250.000 euros en billetes de diverso
valor y se ha procedido al bloqueo de cuentas bancarias por un importe
de 270.000 euros.
La operación se inició en febrero de 2018 a raíz de una denuncia
recibida a través de la Consejería de Interior de los Estados Unidos, en
la que una residente de dicho país puso en conocimiento que se habían
puesto en contacto con ella para indicarle que podría ser la heredera de
una persona que había fallecido sin familiares próximos.
Los artífices indicaban que se trataba de una elevada cantidad de
dinero que se encontraba depositada en España y que, para poder
recuperarla, debía hacer una serie de transferencias como pago de los
impuestos necesarios.
Al parecer, los líderes de esta organización enviaban de forma
masiva correos electrónicos o faxes de un abogado ficticio, con el
ofrecimiento de la supuesta herencia de varios millones de euros en la
que hacían creer que un familiar del receptor habría fallecido en España
sin herederos y que en caso de querer percibir la herencia debía
hacerse cargo de unos gastos de gestión.
Cuando alguna persona era engañada, otro miembro de la
organización se hacía pasar por el director de la empresa de seguridad o
del banco donde estaría depositado el dinero y lograba hacer que se
realizaran transferencias para efectuar los "trámites" para el cobro de
la herencia. Algunas víctimas llegaron a trasladarse a Valencia desde
sus países de origen para comprobar in situ la veracidad de la gestión
de la herencia.
Los presuntos miembros de esta banda preparaban toda una
escenificación en la que generalmente una mujer recogía en un taxi a los
perjudicados en el hotel donde se hospedaban y los llevaba a la propia
Delegación de Hacienda donde fingía tramitar unos documentos.
De ahí los trasladaban a un complejo de trasteros que simulaban
ser una empresa de seguridad donde otro miembro de la organización les
mostraba la caja de seguridad donde estaría depositada la herencia y les
cobraban en efectivo parte los "gastos de gestión". Cuando pagaban las
"tasas" les decían que el abogado que llevaba su caso se encontraba
enfermo y que se pondría en contacto con ellos para continuar los
trámites.
Una vez en sus países de origen, al parecer las víctimas recibían
nuevamente comunicaciones con excusas por el retraso del pago por culpa
de los organismos y juzgados españoles, remitiéndoles documentos
falsificados supuestamente extendidos por el Tribunal Supremo o Agencia
Tributaria entre otros y que tenían que continuar haciendo pagos por los
gastos de gestión de una herencia que nunca llegaría.
Para la realización de estos hechos, los supuestos líderes de la
organización presuntamente tenían una red de 'mulas' distribuidas por
todo el territorio nacional, algunas de las cuales tenían organizado un
entramado empresarial para al parecer tratar de dar un mayor aspecto de
legalidad a las transacciones que recibían de los perjudicados.
Estas 'mulas' extraían el dinero en efectivo o lo transferían a
otros miembros de la organización cuya supuesta misión era hacer de
correos y, empleando sistemas de envío de dinero en locutorios,
adquisición de diversas mercancías para su posterior envío a Nigeria en
contenedores.
La mayoría de las víctimas habían nacido entre los años 40 y 50,
todas ellas nacionales y residentes en países extranjeros principalmente
en Estados Unidos, Noruega, Suecia, Suiza, Eslovenia, Corea del Sur,
Australia, Alemania, Francia y Chile entre otros.
Los agentes han intervenido más de un millón de euros en dólares
falsificados, 250.000 euros en billetes de diverso valor y se ha
procedido al bloqueo de cuentas bancarias por un importe de 270.000
euros. Se han realizado nueve registros en diferentes localidades de la
provincia de Valencia, en los que ha sido intervenida numerosa
documentación, teléfonos móviles, ordenadores y la caja fuerte en la que
hacían creer que se encontraba la herencia.
Las investigaciones se han coordinado a través de los mecanismos
de cooperación policial internacional, tales como Europol, Interpol y
comunicaciones directas con los cuerpos policiales de los Estados de
origen, especialmente con el H.S.I. (Home Security Investigations) de
los Estados Unidos. Hasta el momento se han esclarecidos prsesuntos
hechos delictivos, que alcanzan la cantidad de 20 millones de euros
estafados a los perjudicados.
La operación ha sido desarrollada por
agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de
la Guardia Civil de Valencia.
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