viernes, 9 de mayo de 2025

Las organizaciones agrarias cifran entre 10.000 y 13.000 las hectáreas afectadas por el granizo caído en la Comunitat

 VALENCIA.- La Unió Agricultora i Ramadera y AVA-Asaja han cifrado en entre 10.000 y 13.000 las hectáreas de cultivos afectadas por el granizo caído en la Comunitat Valenciana este jueves, con daños principalmente en el interior de la provincia de Valencia.

Según La Unió, las tormentas acompañadas de granizo de ayer jueves afectaron a un radio cercano a las 10.000 hectáreas de cultivo de las comarcas del Camp de Túria, Serranía, la Vall d'Albaida, la Costera, la Canal de Navarrés y Utiel-Requena en la provincia de Valencia y la Plana Baixa en la de Castellón.

En una estimación inicial "de urgencia", las pérdidas podrían ser superiores a los cuatro millones de euros. La producción agrícola en todas esas zonas afectadas es "muy diversa", con cultivo de cereal, almendros, olivar, hortalizas, cítricos, caqui, frutales, viña y algunos viveros.

Los mayores daños se concentran en las comarcas de la Serranía, con dos localidades muy afectadas como Pedralba y Villar del Arzobispo, y en la de la Vall d'Albaida; sobre todo en Aielo de Malferit, Alfarrasí, Atzeneta d'Albaida, Carrícola, Guadasséquies, l'Olleria, Llutxent, Otos y la Pobla del Duc, ha señalado en un comunicado.

En esta última comarca, la organización lamenta que "llueve sobre mojado" y los daños se suman a las tormentas del pasado sábado que se produjeron en estas mismas localidades y en otras. En la Plana Baixa castellonense los daños se centran en parcelas de cítricos.

La mayor afección es en la fruta de hueso, ya que el pedrisco ha impactado de forma "muy negativa" ya que, por pequeño que fuera el granizo, su impacto produce marcas que, en estos momentos, ya casi a punto de la recolección provocan la podredumbre del fruto y solo ya con las lluvias causa el cracking o partidura de la piel. 

Por lo que se refiere a los cítricos, el pedrisco ha dejado marcas muy pronunciadas en algunos casos que posiblemente ocasionen la caída del fruto. Los que no caigan quedarán marcados y no serán ya comerciales.

En los almendros, los frutos van a quedar marcados y posiblemente se reduzca su calibre y calidad de los que queden en el árbol, además de lanzar almendras al suelo. En el cultivo del caqui, todavía es pronto para analizar los daños, pero ya se observan daños tanto en el fruto como en los brotes que, en estos momentos, "son muy tiernos y pueden afectar a la futura madera del árbol, además de a la producción".

Lo mismo ocurre con la vid, mientras que las hortalizas han sufrido "bastante" puesto que es un producto muy tierno y sensible que en muchos casos está iniciando el crecimiento. En cuanto al olivar, este año se preveía una buena cosecha, con una gran floración, que también se verá afectada por estas tormentas.

La Unió ha afirmado que estas adversidades climatológicas están cubiertas por el actual sistema de seguros agrarios y solicitará a Agroseguro que "agilice las peritaciones de las parcelas afectadas lo máximo posible".

La organización también reclamará para las personas afectadas la concesión de ayudas directas, la condonación del IBI de las parcelas cultivadas y construcciones presentes, la bonificación de las cuotas de la Seguridad Social durante un año, el establecimiento de préstamos con interés subvencionado y también una serie de actuaciones y ayudas para las cooperativas comercializadoras afectadas.

Por otra parte, las lluvias caídas en otras zonas donde no cayó pedrisco, son beneficiosas para todos los cultivos, excepto para la fruta de hueso que esté cerca de la maduración y a punto de la recolección. 

Las lluvias suponen además un ahorro de los riegos con la energía eléctrica al alza y la recarga de las reservas hídricas (embalses y acuíferos), así como una regeneración de los pastos y de las balsas para la ganadería extensiva que evitaría los graves problemas que se vivieron a lo largo del pasado año. También las lluvias limpian los árboles ante posibles plagas o enfermedades.

Por su parte, AVA-Asaja ha advertido de la "dramática situación" en algunas comarcas donde "llueve sobre mojado" tras una granizada que ha dejado más de 13.000 hectáreas afectadas, con "consecuencias devastadoras" para la agricultura.

Según sus primeras valoraciones, el granizo ha causado pérdidas por valor de 40 millones de euros en esta superficie, y especialmente en términos municipales como Villar del Arzobispo, Losa del Obispo, Chulilla, Bugarra, Pedralba y Casinos, donde se llegaron a acumular más de diez centímetros de hielo "en cuestión de minutos".

En algunos casos, los daños alcanzan entre el 70% y el 100% de la cosecha, dejando "escenas desoladoras con árboles completamente pelados y la producción y hojas destrozadas en el suelo, tras una tormenta extremadamente rápida y agresiva", ha indicado la organización en un comunicado.

Entre las variedades más afectadas se encuentran los cítricos, con más de 5.000 hectáreas afectadas; 2.900 de frutales (entre los que se incluyen almendra, caqui, frutas de hueso); 1.700 de olivar y 1.200 de viñedo, entre otras.

Este nuevo episodio se suma a una oleada de tormentas de granizo que vienen castigando el campo valenciano en las últimas semanas. A finales de abril, otra granizada provocó daños en 8.500 hectáreas de las comarcas de la Ribera Alta, l'Horta Sud y la Hoya de Buñol, con pérdidas totales en fruta de hueso justo al inicio de la campaña. 

Y el pasado 4 de mayo, otro temporal descargó sobre la Vall d'Albaida, con un balance de dos millones de euros en daños en más de 2.500 hectáreas.

Desde AVA-Asaja se denuncia la "dramática situación" de muchos agricultores que han sufrido dos impactos consecutivos de pedrisco y han visto dañadas las parcelas que habían logrado salvar en las primeras tormentas. 

Ante este escenario, la organización agraria exige a Agroseguro que "agilice" las peritaciones para que los afectados reciban "cuanto antes" las correspondientes indemnizaciones.

Asimismo, insta a las administraciones a "activar ayudas fiscales y directas dirigidas a los productores que aún no habían contratado el seguro por estar abierto el período habitual de suscripción" así como a facilitar la distribución de fungicidas para evitar la aparición de hongo en los campos afectados.

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