VALENCIA.- “Es una exposición que me ha emocionado porque está llena de recuerdos, de valiosos documentos. Estoy convencida de que va a ser muy visitada por los valencianos, que van a venir los que vivían entonces, para reconocerse, y los que no vivían, para poder conocer mejor la historia de su ciudad”. Eso declaró la Alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, tras recorrer la exposición “Hasta aquí llegó la riada. Valencia y el Turia”, cuya inauguración presidió esta mañana acompañada por la Consellera de Cultura, Trinidad Miró, la Concejala de Cultura, María José Alcón, el comisario de la muestra, Francisco Pérez Puche, la mayor parte de los miembros de la Corporación Municipal, así como una nutrida representación de la sociedad valenciana.
Rita Barberá dijo que muchas de las fotografías, documentos y recortes de periódico ya los había visto anteriormente, pero nunca juntos. “A título personal me ha emocionado mucho ver las páginas de “Jornada”, el único periódico que salió ese día a la calle y que dirigía mi padre. Es una exposición preciosa, muy ligada al recuerdo de los valencianos y que recupera toda aquella lucha contra el barro”.
Media hora antes de este importante inauguración, tuvo lugar en las Alameditas de Serranos el descubrimiento de un monolito, igualmente conmemorativo de la riada, que rinde homenaje “a la capacitat del poble valencià per a superar catàstrofes i adversitats. 50 anys de l’avinguda del riu Turia”.
Este monolito es obra del artista Jesús Castelló, que asistió al acto, como también Leopoldo Podio, bombero jubilado que entonces tenía 22 años y participó en las tareas para que Valencia recuperase la normalidad tras aquellos días en que todo faltaba, como la comida, la ropa o las medicinas, tal y como recordó más tarde la Alcaldesa Rita Barberá.
El presupuesto de este monolito, incluyendo la cimentación, ha ascendido a 13.992 euros, mientras que el de la exposición inaugurada en El Almudín ha sido de 132.000 euros, a los que hay que añadir otros 14.000 euros para la reedición del libro, escrito también por Francisco Pérez Puche, bajo el mismo título. Esta muestra ha contado con el patrocinio de las empresas SAV, SECOPSA, Nagarés, FCC y Pavasal, a las que la Alcaldesa ha agradecido su colaboración.
Junto al cuadro de Muñoz Degrain “Amor de madre”, y un trozo del pretil del río con bolo incluido, Rita Barberá destacó la colaboración de las instituciones y la sociedad civil para hacer posible esta exposición, y agradeció la amplia presencia de autoridades, artistas y representantes de la sociedad civil, en la inauguración de una muestra sobre una tragedia ocurrida hace 50 años, a partir de la cual “los valencianos hemos demostrado que sabemos transformar una catástrofe en un reto y una oportunidad”.
“Además de ilustrar y darnos a conocer lo que supuso ese trágico acontecimiento para la vida de los valencianos, es un claro exponente de cómo los valencianos hemos sabido transformar un hecho trágico en oportunidad, ya que la trágica riada del 57 marcó un punto de inflexión y de inicio de una brillante transformación de la ciudad de Valencia”.
Tras felicitar a Francisco Pérez Puche, Rita Barberá destacó que “un río que hace 50 años trajo muerte, devastación y millones de toneladas de lodo, hoy es un verde río de cultura y arte.
Se ha refirió después a la relación de “amor y odio, encuentro y desencuentro” que Valencia y el Turia han mantenido a lo largo de 2.000 años, en los que existen documentadas más de 40 riadas. “Un río que junto a la tragedia nos trajo la capacidad de movilizar a todo un pueblo, de ponerlo a prueba”.
Luego añadió que la muestra de El Almudín es un homenaje a quienes hicieron posible que nuestra ciudad, sumida en la catástrofe, se convirtiese en receptora de la solidaridad de toda España, en el centro de un extraordinario movimiento de respaldo y apoyo, que tuvo muchos nombres propios como el de los periodistas Adolfo Fernández o Alberto Oliveras; y de las estrellas de la canción y del cine Carmen Sevilla, Sara Montiel o Lola Flores, que volcaron su arte en ayuda de los ciudadanos anónimos a los que, medio siglo después, Valencia quiere recordar”.
Recordó como el Plan Sur permitió que se sentaran las bases de una Valencia más dinámica, con mejores infraestructuras ferroviarias y de carretera y con una moderna red de colectores y alcantarillados. “Una nueva Valencia impensable para los habitantes de entonces, que no podían ni siquiera imaginar el futuro que iba a tener. Porque era imposible pensar que de toda aquella destrucción, de la profunda desolación en que se quedó sumido el pueblo valenciano aquellos días, surgiese la Valencia espléndida, protagonista, dinámica, orgullosa y capaz de afrontar el futuro sintiéndose plenamente preparada para ello”.
El recuerdo y agradecimiento lo hizo extensivo a todos los que demostraron su grandeza humana durante aquellos días, al Ejército, al Centro Meteorológico, al Puerto Autónomo, a la Compañía de Aguas de Valencia o al Valencia Club de Fútbol, “entre otras entidades que movilizaron todos sus recursos para superar aquel momento, y a quienes hoy también damos las gracias por su contribución a esta exposición, cediendo el valioso material que poseen”.
Con emoción y agradecimiento recordó también la valentía del periodista Martín Domínguez y la coherencia del Alcalde Tomás Trenor, Marqués del Turia, que dimitió por el abandono gubernamental de Valencia, así como la generosidad del Arzobispo Monseñor Olaechea”.
Entre fotografías, documentos, portadas de periódico, maquetas y otros objetos, esta exposición reúne 170 piezas que ilustran aquellas dos riadas consecutivas que la ciudad de Valencia sufrió los días 14 y 15 de octubre de 1957.
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