SANTIAGO.- La visita a Galicia del presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, no solo le sirvió para abrazar al apóstol. También aprovechó para escenificar con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, su reivindicación al Gobierno para que aplace el cobro de la deuda de las comunidades, fruto de los anticipos mal calculados de la financiación autonómica, dice hoy 'El País'. Es una petición que ya habían realizado varias comunidades autónomas y que servirá, según los mandatarios, para "poder seguir prestando servicios con la mejor calidad posible".
En el caso de Galicia, esta deuda por anticipos no respaldados al cierre de los presupuestos de 2008 y 2009 asciende a 2.600 millones de euros. "Compartimos la petición al Gobierno para que la devolución se parta en el medio largo plazo para que todos podamos seguir con nuestro compromiso con los ciudadanos", apuntaron ambos presidentes.
Camps incidió en que las comunidades "están comprometidas con la creación de empleo" y en seguir manteniendo la prestación de servicios. "Le agradezco esa visión compartida del Estado de las Autonomías", correspondió Feijóo.El presidente gallego destacó la "alta prudencia de los presidentes autonómicos que han de garantizar, asegurar y proteger la calidad de los servicios públicos".
Por ello, reivindicó que, con esa misma "prudencia", los dirigentes autonómicos piden al Gobierno central "que no se dejen llevar por planteamientos absurdos que no llevan a contar la realidad a los ciudadanos" y atienda esta petición, que de lo contrario, obliga a "no atender con parámetros de calidad los servicios sociales" o a "renunciar al crecimiento económico".
La respuesta de la oposición al viaje de Camps llegó de la mano de la portavoz adjunta del Grupo Socialista en las Cortes Valencianas Carmen Ninet, quien afirmó que el presidente lo que debería hacer es "madrugar a diario para sacar a esta comunidad adelante y no para hacerse una foto, para intentar huir de una realidad que no le gusta y de una situación ruinosa que él ha generado tras 15 años de nefastas políticas económicas".
Irónica, Ninet se preguntó si la peregrinación de Camps era premonitoria. "Ricardo Costa, dijo, también emprendió el Camino de Santiago una vez supo que iba a ser destituido como secretario general del PP".
César Augusto Asencio, portavoz adjunto del PP en las Cortes, replicó que son los socialistas los que no viajan "por miedo a que sus compañeros les quiten el sillón".
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