jueves, 9 de septiembre de 2010

El PSPV dice que las cuentas de la Generalitat están "al borde del caos" con 40.000 millones de euros comprometidos

VALENCIA.- La secretaria de Economía del PSPV, Cristina Moreno, ha asegurado que la situación de la Generalitat que refleja la Cuenta General de 2009, que ha publicado en su web la Conselleria de Economía, están "mucho peor de lo que se esperaba", ya que el gobierno valenciano y sus empresas públicas tengan comprometidos casi 40.000 millones de euros, lo que permite asegurar que las cuentas del Consell están "al borde del caos".

Moreno se ha referido así a los datos que se han publicado en la Cuenta General de la Generalitat, donde se apuntaba que el ejecutivo de Francisco Camps tenía comprometidos ya en el año 2009 un total de 32.000 millones de euros para el futuro. A esta cantidad, se suma la deuda de las empresas públicas que asciende a más de 5.100 millones de euros. "Lo que alarma además --ha explicado Moreno-- es que de ese volumen un 60% no se empezará a pagar hasta el año 2020".

"La situación de nuestras cuentas es mucho más crítica de lo que pensábamos", ha declarado la diputada socialista, que ha añadido que "habrá que prepararse para lo que todavía oculta el Consell, puesto que estas cuentas recién publicadas todavía no han sido fiscalizadas por la Sindicatura de Cuentas". Por ese motivo, ha subrayado que "es necesario ponerse ya manos a la obra para empezar a sanearlas".

Moreno ha apuntado que el capital comprometido asciende concretamente a 37.216 millones de euros, lo que aglutina 32.101 millones que debe la Administración y de 5.115 millones que adeudan las empresas públicas. Una deuda que es, según ha explicado, "un lastre para el futuro".

"Todos estos datos evidencian el retraso en los pagos denunciados por la sociedad civil y que la teórica transparencia de la Generalitat es falsa", ha criticado. También ha explicado que "la opacidad del Consell se evidencia en el informe de subvenciones concedidas por la Generalitat, según el cual todas estarían liquidadas a 31 de diciembre de 2010".

"Eso no es sólo una trampa evidente y clara, sino un insulto a las pequeñas empresas valencianas y a los ayuntamientos, cuyas cuentas se encuentran lastradas por lo que les adeuda el Consell", ha denunciado.

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