miércoles, 1 de julio de 2009

Apuntan la conveniencia de fusionar Caja Murcia con la CAM

VALENCIA.- Los políticos tratan de impulsar las alianzas que les permitan mantener el control en estas "entidades en las que no tenemos ni dueño ni patrón y en las que la clase política va metiendo todos los proyectos que tiene comprometidos", tal y como expone un directivo de una caja valenciana a www.soitu.es

En esta comunidad, la Generalitat está tratando de que CAM y Bancaja se unan en matrimonio. Sin embargo, las dos rechazan la unión al no ver la complementariedad. "Técnicamente es una locura. Lo lógico es que CAM se fusionara con CajaMurcia para ser líder del sureste", explica la misma fuente. Un ejemplo de los movimientos que ya se han puesto en marcha en todas las comunidades.

El estrés por reducir el número de cajas no es lo que preocupa a los autores de un estudio sobre el futuro de las cajas. Martinez-Pujalte ironiza sobre la ideonidad de que sólo "haya 17 cajas, una por comunidad":

"El tamaño no es decisivo, una pequeña puede funcionar estupendamente. El problema es la gestión, ¿cómo se explica la situación de Castilla-La Mancha, arrastrada por el ladrillo, cuando en esa comunidad no se ha construido especialmente frente a la solvencia de CajaMurcia, por ejemplo?", comenta el diputado popular.

La modificación de la ley de cajas se revela como la solución más aplaudida si de lo que se trata es de recuperar el pulso. "El colapso de la confianza en la integridad del sistema financiero mundial, y en la capacidad de los gobiernos de resolver los problemas generados por la crisis, es difícil de exagerar. En un sistema fiduciario basado en la confianza, tal colapso es lo más parecido a una sentencia de muerte".

Así de realista arranca Ángel Uribe su exposición sobre la crisis crediticia. El director de Economía Global de Tudor Investment Corporation y ex economista del FMI asegura que "las instituciones que han sufrido pérdidas se caracterizan por un sistema de evaluación y gestión del riesgo muy ineficiente".

Un Consejo de Administración profesional es una de las propuestas apuntadas por Sevilla y Pujalte, que implica la despolitización. El FROB representaba una ocasión para propiciar estos cambios pero la realidad es que falta fuerza política para encararlos. Tanto Cataluña como Andalucía han dicho no. Y por ahora, no hay más que hablar.

Otro de los asuntos espinosos es el de las cuotas participativas, un potente instrumento para captar recursos propios al que hay que dotar de representación en el Consejo y derecho a voto.

Manuel Conthe, ex presidente de CNMV, ha insistido en la importancia de "dar derechos políticos a las cuotas participativas", pues los inversores no asumirán riesgos si carecen de poder aunque se limiten éstas de forma que nunca superen el capital considerado de control, según Sevilla y Pujalte.

Pero sindicatos y comunidades interpretan esta opción como una puerta abierta a la conversión de las cajas en sociedades anónimas y no quieren ni oír hablar del tema. Fomentar las fusiones interterritoriales pasa por eliminar la autorización previa de las comunidades autónomas y garantizar la no interferencia política en la cuenta de pérdidas y ganancias, una obviedad para quienes defiende la separación de poderes pero una utopía hoy por hoy.

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