El Consell celebrará una cumbre de cohesión territorial con las diputaciones para racionalizar competencias

VALENCIA.- La vicepresidenta del Consell y consellera de Presidencia, Paula Sánchez de León, ha anunciado este viernes la celebración de una cumbre de cohesión territorial con las tres diputaciones en la que se aprobará un decreto de racionalización de competencias dirigido a evitar "duplicidades y solapamientos" de las administraciones públicas de la Comunitat.    

   Sánchez de León se ha pronunciado así esta tarde tras reunirse con el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, dentro de la ronda de encuentros que el jefe del Consell está manteniendo con todas las consellerias y que finaliza este viernes tras dos semanas de reuniones.

   La consellera ha apuntado que la cumbre de cohesión territorial, que se celebrará durante el primer semestre del 2012, ha comenzado a prepararse ya con la designación --por parte de las diputaciones y de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP)-- de representantes para una comisión de trabajo, cuyo fin es elaborar un decreto de racionalización competencial de las administraciones públicas.

   También ha adelantado que su departamento está trabajando en "nuevas fórmulas de gestión" basadas en el "asociacionismo municipal" y, para ello, ha avanzado la creación de una comisión de trabajo para analizar "qué servicios pueden ser objeto de prestación compartida". El objetivo es "revertir en el ahorro y evitar duplicidades", ha insistido.

   Según ha comentado, "el ahorro, la austeridad y la racionalización" ha sido el mensaje que el jefe del Consell le ha transmitido durante la reunión. En este sentido, la consellera ha destacado que, con las acciones adoptadas en 2011, su departamento ha ahorrado 2,5 millones de euros.

   Sánchez de León ha desglosado algunas de estas medidas de ajuste como la sustitución de contrataciones externas por producción propia, un reajuste salarial de los cargos, el cierre de la Delegación de la Generalitat en Madrid, la supresión de dos altos cargos en Bruselas, el cambio de local de la Librería de la Generalitat, la eliminación de la dotación económica de los premios y el control exhaustivo de los desplazamientos, entre otros.