lunes, 18 de junio de 2012

Las obras de rehabilitación del Palacio del Temple durarán 30 meses y generarán 150 puestos de trabajo

VALENCIA.- Las obras de rehabilitación del Palacio del Temple de Valencia, que cuentan con un presupuesto de 6,8 millones de euros, durarán unos 30 meses y generarán 150 puestos de trabajo directos e indirectos. El proyecto, adjudicado a Acciona, contempla la construcción de un aparcamiento subterráneo, y unos 10.000 m2 para espacios administrativos --4.000 más de los destinados inicialmente--.

   Así lo ha indicado este lunes la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Paula Sánchez de León, en una rueda de prensa en la que ha presentado el proyecto acompañado por el arquitecto encargado de las obras, Carlos Meri.
   La empresa adjudicataria ya ha comenzado los trabajos en el Palacio del Temple, edificio que acoge la sede de la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana. Sánchez de León ha resaltado que la actual etapa de austeridad ha propiciado un ahorro en las obras de casi cuatro millones de euros, puesto que el proyecto se licitó por 10,4 millones en agosto de 2011, mientras que se adjudicó en marzo de este año por 6,8 millones.
   Al concurso optaron un total de 40 empresas, y la adjudicataria final fue Acciona. Para las obras, el Gobierno destinará 1,2 millones de euros en 2012; 1,8 millones en 2013; y 3,7 millones en 2014. Los pagos se irán efectuando a medida en que el Ejecutivo vaya recibiendo las certificaciones por parte de la empresa encargada del proyecto.
   El objetivo del proyecto es, según ha apuntado la delegada, conjugar la rehabilitación del patrimonio hasta su origen, con la creación de instalaciones funcionales. En este punto, Sánchez de León ha recordado que el Palacio del Temple cuenta con más de 250 años de historia, y en 1978 fue declarado Monumento Artístico Nacional. Es, junto a la sede del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), el único edificio neoclásico en la ciudad.
   Asimismo, la pretensión de las obras es reajustar las proporciones del edificio dotándolo de un uso administrativo "racional". De esta forma, se eliminarán los falsos techos de escayola; se suprimirán las entre plantas; se demolerá el edificio de la antigua Oficina de Extranjería y, en su lugar, se creará un edificio que albergará parte de las oficinas administrativas; y se construirá un sótano destinado a un aparcamiento.
   Preguntado al arquitecto por la posibilidad de hallar ruinas en las excavaciones para hacer el sótano, Meri ha comentado que en principio, según los datos que constan en los planos históricos, no se prevé encontrar ninguna ruina, "lo que no quiere decir que no puedan existir", ha dicho. De haberlas, ha dicho que se tomaría una determinación.
   Respecto a los espacios administrativos, el arquitecto ha comentado que anteriormente, tan solo el 50 por ciento de los espacios del edificio se destinaban a un uso administrativo, mientras que con la transformación, el fin es llegar al 99 por ciento.
   Sánchez de León ha resaltado la "necesidad" de estas obras en base a tres argumentos. El primero, debido al desgaste y al deterioro del edificio con el paso del tiempo; el segundo, por las distintas modificaciones practicadas para adecuar las instalaciones a los usos, que a veces se han hecho sin tener en cuenta el concepto original; y, el tercero, por algunas deficiencias como la aparición de termitas o la instalación eléctrica obsoleta.
   Esta situación provocó que hace dos años, los 98 trabajadores que estaban en el Palacio del Temple fueran reubicados en el edificio de la Tesorería de la calle Colón y en Subdelegación de Gobierno. Ahora, con el inicio de las obras, estos empleados podrán volver en un "breve" espacio de tiempo al edificio original.

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