VALENCIA.- La Unió de Llauradors i Ramaders advierte que el acuerdo de libre
comercio de la Unión Europea con Vietnam podría tener efectos "muy
negativos" para los arroceros valencianos. "Con tanto acuerdo comercial,
al final acabaremos comiendo paella valenciana con arroz asiático",
lamenta el responsable del sector arrocero, Enric Bellido.
La organización pide así a los
europarlamentarios que voten en contra en el pleno de este martes, 11 de
febrero, del acuerdo de libre comercio entre la UE y la República
Socialista de Vietnam, ante el impacto negativo que podría tener en la
producción de arroz de la Comunitat.
En
un comunicado, la Unió defiende que se rechace este tratado como
"medida de prevención" hasta que no se realice un análisis exhaustivo
sobre la repercusión económica que podría tener para los productores ni
se tenga en cuenta los efectos sobre el cambio climático que supone
importar arroz desde tan lejos.
Según datos del Ministerio de
Agricultura recogidos por la plataforma, el precio del arroz (blanco)
importado de Vietnam ronda 335 euros por tonelada, sin aplicación de
acuerdos preferenciales, a diferencia del español que está a 485 €/t.
Mientras que España produce alrededor de 836.000 toneladas, de las que
exporta al resto de la UE unas 245.000, Vietnam produce 44,2 millones de
toneladas.
Ante
estas cifras, para la Unió resulta clara la amenaza para este cultivo,
"muy dañado ya en los últimos años, con una pérdida patente de
superficie del 15% de 2000 a 2019 pasando de 122.200 hectáreas a 103.800
el año pasado", sumado a "sus respectivas pérdidas económicas en las
zonas productoras tradicionales como la Comunitat Valenciana, el Delta
del Ebro y Extremadura y Andalucía".
De
firmarse el acuerdo, la organización exige a la UE que prevea la
supervisión del flujo de importaciones y la eventual disposición de la
cláusula de salvaguardia, como en el caso de Camboya y Myanmar que "ya
golpeó muy fuerte al sector arrocero europeo reduciendo drásticamente su
cuota en el mercado interno".
Paralelamente,
advierte que "el cumplimiento de los acuerdos en contingentes en
volúmenes, fechas y precios de entrada ha dado muestras en el pasado de
escapar al control de las instituciones comunitarias, como el caso de
las importaciones de tomate procedentes del Norte de África".
"Las
medidas correctoras se han aplicado siempre a posteriori, una vez que
el incumplimiento de lo pactado ya ha desencadenado la crisis en el
sector en cuestión. Igualmente, las reticencias de la Comisión a aplicar
la cláusula de salvaguardia, aún en casos patentes de desequilibrio
grave de los mercados, han sido siempre notables", lamenta la Unió,
reclamando "un paso atrás" de la UE.
Su
objetivo pasa por la reciprocidad medioambiental o fitosanitaria entre
la Unión Europea y los países terceros con los que firma acuerdos
comerciales, ya que ve "una clara desventaja en detrimento de los
productores comunitarios que perjudica también a los consumidores".
También exige el cierre de las importaciones cuando se detecte algún
tipo de anomalía o se incumplan.
En
definitiva, la UE pide a los europarlamentarios españoles que defiendan
"las producciones agrarias del país que impulsan las zonas rurales y
forman parte de la gastronomía tradicional". La situación de los
productores de arroz de la Comunitat es, de hecho, una de las causas que
motivan la tractorada y manifestación de este viernes, 14 de febrero,
por Valencia.
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